Alto, grande e imponente, alcanza con verlo para entender porque se destacó en el rugby. Pero no solo por eso adquirió notoriedad. Fahey, neozelandés naturalizado australiano, fue ministro de finanzas en Australia, miembro de la asamblea legislativa, de la casa de representantes y hasta salvó al Principe Carlos de un atentado. En octubre de 2007 se convirtió en presidente de la agencia mundial antidopaje, WADA (por sus iniciales en inglés).
Su enorme figura contrasta con su amabilidad a la hora de la charla. Conceptualmente claro, atendió a 180 durante su visita de dos días a Montevideo.
¿Cuál es el motivo de su visita?
Sudamérica es un gran continente deportivo y nuestra oficina regional está aquí. Desde ella se coordinan los temas a nivel continental entonces es importante para mi visitar la oficina regional, apoyar el trabajo de la directora y expresar el agradecimiento hacia el gobierno uruguayo por el apoyo que ha dado a la oficina regional y por lo tanto a la WADA.
¿Cómo encontró el Centro Médico?
Quedé muy impresionado con el conocimiento de los profesionales allí, del equipo profesional que conduce el laboratorio. Se trata de personas dedicadas a lo que hacen y estoy seguro que provee un gran servicio al trabajo del deporte en Uruguay.
Teniendo en cuenta ese trabajo que lo impresionó ¿por qué el Centro Médico no tiene acreditación de WADA?
Por varios motivos. Primero hay que tener una cantidad de muestras al año para calificar porque eso da experiencia a la gente que está operando al laboratorio. Además se necesita una considerable cantidad de equipamiento que tiene que ser comprado y puesto en funcionamiento. El edificio tiene que ser reformado para estos propósitos con un control de temperatura adecuado y mejoras y ampliación que requieren una inversión muy cara. Pero está fuera de toda duda que el laboratorio algún día será habilitado.
Actualmente hay solo 35 laboratorios acreditados en el mundo y tres de ellos están en la región, Brasil, Cuba y Colombia. Parecen pocos.
La razón de que sean tan pocos es que los estándares de calidad son extremadamente altos solo para proteger los derechos del atleta. Pero estaríamos muy gratificados de tener más laboratorios acreditados por WADA en Latinoamérica. Argentina está dando señales de que quiere acreditarse y está dando pasos para solicitar la pre prueba para entrar. Si se concreta ayudará a tener testeos más bajos sobre todo por la cuestión de los traslados.
Teniendo una vida pública tan variada ¿qué lo llevó a tomar la presidencia de WADA?
Amo los deportes y el deporte tiene que ser una competencia limpia. No quiero llegar a un punto en el que el deporte sea entre los mejores científicos que son los que dan las mejores y más fuertes drogas a sus deportistas. Sino que ganen basados en el mejoramiento personal y humano y en la dedicación a lo que hacen en el entrenamiento y en el compromiso. De otra manera no concibo el deporte por lo que esta es mi contribución al juego limpio.
A propósito, alguna vez leí en un medio británico, The Economist, que los laboratorios encargados de detectar los casos de doping vienen varios años detrás que los que se encargan de encontrar medidas estimulantes. ¿Cómo se actúa ante esa realidad?
Es posible que ocurra porque las drogas nuevas aparecen todo el tiempo. Pero simplemente tenemos que mejorar, tenemos que ser más inteligentes y creo que lo estamos siendo. Estamos trabajando con las industrias farmacéuticas y biológicas para que nuestros científicos trabajen junto a ellos cuando desarrollan nuevas drogas. Eso nos permite conocer el perfil y las características de esa droga antes de que salga al mercado y atrapar a los que la consumen cuando salen. También tenemos un sector especial dentro de INTERPOL que se dedica a encontrar la fuente, dónde la fabrican, cómo la distribuyen y a través de esa oficina comunicamos a los países. Todo eso nos está llevando a atrapar a los que hacen trampa.
La WADA se creó en 1999 luego de un Tour de France en el que se expulsó a un equipo completo por doping con EPO, que en ese momento recién salió a la luz. ¿Desde ahí a hoy cuánto se avanzó en la lucha contra el dopaje?
Lo primero que se logró fue llegar a los más de 200 países del mundo con un mismo conjunto de normas y que todos los deportes en el mundo, con excepción de las grandes Ligas de los Estados Unidos, han adoptado ese código mundial antidopaje. Incluso algunos deportes no olímpicos han aceptado el código. A 10 años de haber empezado tenemos la capacidad de testear a un atleta en cualquier país, en cualquier momento y aplicar las mismas normas a ese atleta en todos los lugares del mundo. Y los atletas conocen estas reglas y saben que hay una gran posibilidad de que si hacen trampa sean atrapados. Y eso lo vemos en algunos deportes donde había mucha gente que se dopaba y ahora ha bajado el porcentaje.
Aquí en Uruguay un deportista que consume marihuana o cocaína puede ser rehabilitado tras un seguimiento a su entorno y varios controles que certifiquen que no tiene en su cuerpo esa sustancia. ¿Cómo califica el programa?
Es admirable y hay que apoyarlo. Es importante aclarar que la WADA prohíbe la cocaína y la marihuana solamente en competencia, no son prohibidas fuera de la competencia. Pero cualquier equipo o deportista que tenga problema debería ser apoyado porque además del castigo hay que tratar de ayudar. Y yo apoyo totalmente el programa de rehabilitación.
¿Por que ese tipo de drogas que no buscan sacar ventajas están prohibidas?
La WADA prohíbe las sustancias por tres motivos: si mejora el rendimiento deportivo, si es un riesgo para la salud del deportista y si toma una sustancia contra el espíritu deportivo. Si la sustancia va contra dos de estas tres reglas se declara prohibida y la cocaína y marihuana van contra el espíritu deportivo y son un peligro para la salud. Estamos de acuerdo que la cocaína y la marihuana no te hacen correr más rápido o patear mejor la pelota y por eso se las prohíbe solamente dentro de la competencia.
En 2009 se hicieron en Uruguay 269 controles de los cuales ocho dieron positivos. Siete de ellos fueron drogas de abuso y uno efedrina, la tendencia es distinta a los otros laboratorios del mundo. ¿No cree que debe haber una sanción más dura para los que buscan una mejora en el deporte que aquellos que fuman o toman?
A la gente le gusta hablar de drogas legales e ilegales o drogas reales y recreacionales pero WADA no hace esa distinción. No sabía las estadísticas en Uruguay pero en el mundo los positivos son el 2% de los controles según los laboratorios acreditados que toman unas 3.000 muestras al año. Por lo que me dices el porcentaje sube un poco en Uruguay. Para todos los casos la pena básica son dos años la primera vez y la segunda se incrementa la sanción entre cuatro y ocho años.
Uruguay tiene en los programas educativos del Instituto Superior de Educación Física (ISEF), donde se realiza la licenciatura, una materia relacionada con la educación antidopaje. ¿Lo considera un acierto?
Estoy muy impresionado con los programas educativos que se implementan por primera vez en todo el mundo en el ISEF. Eso es tremendo. El tener la materia Educación antidopaje en la licenciatura de Educación Física y en los técnicos deportivos me impresiona y sería muy bueno que continúe en otros países del mundo. Quedo muy contento que esto haya sido hecho por primera vez en Uruguay. De ahora en adelante les diré a todos que miren lo que está haciendo Uruguay y que sigan el ejemplo. Es perfecto.
¿Cree que algún día habrá un deporte sin drogas?
Tengo que ser realista. Me encantaría pensarlo pero la trampa está en la naturaleza humana desde que comenzó el mundo, incluyendo a Adán y Eva haciendo trampa con la manzana. En la historia de la humanidad siempre ha habido trampa. Se puede obtener fama y fortuna a través del éxito deportivo y eso es parte de la debilidad de la raza humana. Nosotros estaremos siempre contra un atleta que piense en hacer trampa para ganar. Por lo tanto la lucha no va a terminar nunca, por lo menos en el futuro cercano.
