Ojos uruguayos sobre el "Montevideo yanki"

“Un pedacito de Uruguay en Estados Unidos”. Así define el fotógrafo Federico Estol a Montevideo, Minnesota. Una ciudad de 5.000 habitantes en la principal potencia mundial que desde su nombre, en su principal fiesta anual y hasta en el escudo de Policía homenajea a Uruguay y a José Artigas. Estol la vistó y la retrató. El libro Hello Montevideo recoge ese trabajo.

Actualizado: 21 de agosto de 2011 —  Por: Mauricio Erramuspe

Ojos uruguayos sobre el "Montevideo yanki"

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En febrero de 2010, Federico tenía que consultar las condiciones climáticas para un trabajo fotográfico. Puso Montevideo en Weather.com y obtuvo dos resultados. Uno correspondía a la ciudad donde vive, la capital de Uruguay. El otro, muy al norte de América, terminó siendo su segundo libro de fotografía, Hello Montevideo, ya a la venta en librerías.

“Había cosas jugosas para ir a hacer una historia”, recordó en diálogo con 180. Se movió rápido y el 19 de junio de ese mismo año estaba en Estados Unidos por primera vez en su vida, patrocinado por la fundación de amistad uruguayo estadounidense Partners of America.

Cuando iba llegando al Montevideo de Estados Unidos, Federico ya comenzó a sentir las similitudes con las tierras orientales. “Parecía como bajarte en Soriano”, dijo en relación a los campos sembrados de trigo y soja que conforman el valle que rodea la ciudad.

Luego llegó a la ciudad que en 1870 fue bautizada como Montevideo. Cornelius J. Nelson le dio ese nombre por las montañas que la rodean y en homenaje a la ciudad sudamericana que también toma su denominación de un pico elevado presente en su topografía. Desde hace más 100 años las ciudades están hermanadas.

En 1949 la relación de los montevideanos del norte con los del sur terminaría de consolidarse cuando los escolares de Uruguay le donaron a la ciudad una estatua de tres metros de altura de José Artigas. Ellos la ubicaron en la plaza principal. En 1950, el 19 de junio, día del nacimiento de Artigas, se transformó en la fiesta más importante de la ciudad. En esa fecha se elige la reina entre las jóvenes montevideanas que asisten vestidas como damas antiguas de la colonia española, con peinetas y mantones incluidos. Los atuendos están inspirados en cuadros de Pedro Figari.

Esa es la historia que Federico Estol presenta en un libro de 117 páginas, con textos breves de apertura y cierre, donde las imágenes son las protagonistas. Mirarlas es un ejercicio hasta sorprendente para los ojos uruguayos.

“Yo propongo una fotografía que despierte a través del humor un mensaje social o de interés sobre la historia que estoy contando”, dijo Federico. “Apunté a un libro de fotografía más de autor donde la imagen sea la protagonista. Cada foto tiene esa capacidad de que puede contar un mensaje dependiendo de cuáles hayan sido las vivencias de quien la está mirando”, agregó.

Hello Montevideo primero fue visto en Estados Unidos, donde su autor volvió para presentarlo. “A la gente le gustó”, dijo. Y recibieron bien los aspectos más críticos acerca de su idiosincracia. “No esperaban que fuera un libro tan real sino más turístico pero ellos reciben mucho mejor las críticas que Uruguay. Hasta tienen una política para recibir las críticas y gente que se encarga de eso”, señaló.

Bomberos de Montevideo. (Hello Montevideo, de Federico Estol)

Esa no es la única diferencia entre los dos montevideos. Otra es la forma de cocinar la carne y de criar el ganado. “Ellos admiran cómo nosotros asamos la carne y cómo se cría el ganado a pasto. Entonces van a hacer un asado para la fiesta del año que viene. La alcadesa (sí, también tienen una mujer al frente de la comuna) prometió construir un parrillero para hacer un asado al estilo uruguayo, con carne de vacas alimentadas a pasto”, contó Federico.

El fotógrafo ya había publicado un libro anteriormente sobre las fiestas populares del Uruguay. Y ahora trabaja en el siguiente que abordará la realidad de los pueblos chicos del interior, "a punto de desaparecer".

“Mi idea es hacer. Muchas veces nos frenamos por el tema de cómo vender la historia. Capaz que este libro no es tan vendible como el de las fiestas. Pero yo prefiero no estar tan volcado al mercado, digamos. Prefiero hacer historias que desarrollen la producción fotográfica personal y que muestren una idea estética y conceptual. Incluso tengo un toque de ironía sana en las imágenes que también es un buen vehículo para que la gente entre a la fotografía plenamente documental”, consideró.

Sin embargo Federico confía en que el libro tendrá buena venta, en el marco de las cada vez más frecuentes publicaciones de este tipo. “Es una industria que está creciendo, desde el Centro Municipal de Fotografía la están impulsando, hay muchos autores que están sacando libros”, dijo el autor de Hello Montevideo. Es que “son libros para dejar siempre arriba de la mesa, nunca los guardás en la biblioteca”.

Hello Montevideo, de Federico Estol

120 páginas

Editorial Mar dulce

Precio: 450 pesos

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