Ciegos uruguayos viajan en busca de sus perros guías

Florencia Spinosa es una de los tres uruguayos discapacitados visuales que viajaron a España para adquirir su perro guía. En este momento está en Zamora realizando el entrenamiento junto a una golden retriever blanca. El suyo será el tercer perro guía en Uruguay. “Va a ser un cambio muy importante en mi vida. No es lo mismo un palo que dos ojos, esa es la gran diferencia”, contó Spinosa a 180.

Actualizado: 12 de marzo de 2012 —  Por: Emiliano Zecca

Ciegos uruguayos viajan en busca de sus perros guías

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Florencia Spinosa empezó con problemas visuales a los dos años y medio. A los cinco perdió la visión de un ojo y a los 8 años sufrió desprendimiento de retina en el otro. Después de cuatro operaciones, solo ve luces y sombras.

Ella fue aprendiendo braille en la escuela 198 de El Prado, para discapacitados visuales. Hizo una rehabilitación y aprendió a usar el bastón para movilizarse sola. Pero a través de la Fundación de Apoyo y Promoción del Perro de Asistencia (Fundappas) y la organización Perros de Asistencia y Animales de Terapia (PAAT) accedió a un perro guía y ahora está en Zamora (España) en busca de “un cambio importante para su vida”. “No es lo mismo un palo que dos ojos, esa es la gran diferencia. Él me va a esquivar obstáculos que yo con el bastón tengo que buscar, saber qué son y ver cómo los esquivo. En el caso de una moto, que es algo muy común, me han quebrado bastones y me ha pasado de todo. El perro me ahorra en estrés y en tiempo para moverme por la ciudad”, señaló.

En Uruguay la legislación permite que los perros guías tengan acceso a lugares públicos, ómnibus y taxis. Spinosa dijo que su perro será el tercero en Uruguay y cree que más allá de lo que establece la ley, “la gente se debe acostumbrar a convivir y a ver a los perros guías”. “Ese perro está capacitado para comportarse en lugares públicos. No va a atacar, no va a molestar o a pedir comida. Está cumpliendo una función y mientras tenga el arnés está trabajando y se toma con responsabilidad las cosas. También hay gente que piensa que el perro está esclavizado, pero no es así. Disfruta y toma con responsabilidad lo que hace. Disfruta al ver como su dueño va a gusto con ellos”, explicó.

El primer perro guía en Uruguay fue adquirido por el presidente de Fundappas, Alberto Calcagno. Esa fundación fue la que le preguntó a Spinosa si quería el suyo. Al aceptar, ella tuvo que hacer pruebas con psicólogos y de movilidad, asistentes sociales, también visitaron las instalaciones de su casa.

Su perro será una hembra golden retriever blanca de nombre Salu. “En general se usan labradores, porque los golden son para terapia o autistas. Pero dicen que cuando quedan como perros guías son muy inteligentes y a la vez muy tercos. Y yo soy muy terca también, así que seré el reflejo del perro o el perro mi reflejo”, contó Spinosa.

La Fundappas quiere que los que adquieran su perro guía no tengan que viajar más. El año pasado recibió un terreno del Hospital de Ojos y se está negociando con el Ministerio de Desarrollo Social para conseguir un local y así tener su propia escuela. En este viaje a España también fue con ellos Mariana Paredes, que se entrenará con los instructores españoles y será la primera instructora uruguaya.