Haití: negocio impide que funcionen potabilizadoras uruguayas

Uruguay donó dos Unidades Potabilizadoras Autónomas (UPA) a Haití luego del terremoto de 2010. Incluso se encargó del traslado hasta Puerto Príncipe, algo que habitualmente no se hace. Unos 60 mil haitianos se beneficiarían de esto, pero las UPA no funcionan porque en este lugar el agua para consumo es un negocio de pocos. "Es un crimen no hacerlas funcionar", dijo a No toquen nada Daoiz Uriarte, vicepresidente de OSE.

Actualizado: 27 de setiembre de 2012 —  Por: Emiliano Zecca

Haití: negocio impide que funcionen potabilizadoras uruguayas

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Uruguay donó las UPA cuando se produjo el terremoto el 12 de enero de 2010 e incluso se encargó hasta del traslado. Para OSE tuvo un costo de 180 mil dólares.

Las dos UPA que están en Puerto Príncipe fueron entregadas a la autoridad de agua en Haití, que se llama Dinepa (Direction Nationale de l'Eau Potable et de l'Assainissement) y quedaron bajo supervisión del gobierno haitiano.

Unos meses después de la donación, Uruguay se enteró que las máquinas no funcionaban. En Haití, casi toda la población consigue agua potable en la calle. Se vende en botellas, bolsas y bidones grandes.

Daoiz Uriarte, hoy vicepresidente de OSE y en ese momento secretario general, dijo a No toquen nada que "es un crimen no hacerlas funcionar". "Llamé a las autoridades y lo primero que me dicen es que los pozos tienen nitrato. Eso es como que te digan que el agua tiene un pelo. En un lugar como Haití no dejarías de dar agua porque tiene nitrato. Nosotros le contestamos que las normas de la OMS habilitan a dar agua con nitrato, que no es un problema y tampoco era tanta la proporción que tenían", sostuvo.

Además, Uruguay les dio la solución y se ofreció a enviar un técnico de los que hoy trabajan en las bases de la Minustah. "No tuvimos respuesta y le pedimos a la gente nuestra que amparados por el Ejército fueran hasta el lugar. Encontramos que las UPA estaban siendo canibalizadas. Fuentes diplomáticas y también del Ejército nos dijeron que las UPA estaban estropeando el negocio. Si el agua es gratis y es de buena calidad, nadie la va a pagar. Esto se ve en muchos lugares de Latinoamérica, pero en el caso de Haití es pavoroso", afirmó.

Estas potabilizadoras tienen la ventaja de que no precisan ingenieros para ser operadas. "Las maneja cualquier persona con tercero de liceo terminado, sólo tiene que hacer un curso", explicó.

La actitud del gobierno haitiano generó que Uruguay no done más, a pesar de que está en condiciones de hacerlo. "Cuando el año pasado estalló el problema del cólera, de vuelta se nos planteó la posibilidad de donar otra unidad. Nosotros respondimos que estábamos dispuestos a donarla si la iba a manejar Naciones Unidas, la OMS o el Ejército; pero no el Estado de Haití, porque evidentemente la organización estatal no tiene las garantías para hacerla funcionar", expresó.