"El acuerdo está fijado con el fiscal (del caso Manuel) Guerra, si no habría sido poco serio darlo a conocer. Espero que no se presente ningún problema", dijo el abogado defensor Roberto Celedón, a radio Cooperativa.
El acuerdo estipula un trato judicial igualitario para los tres soldados, detenidos el 25 de enero acusados de ingresar ilegalmente al país. Uno de ellos, José Fernández Choque, portaba un fusil de guerra, por lo que arriesgaba penas mayores. Los otros dos acusados son Augusto Cárdenas y Alex Choque.
"Lo que se ha avanzado es exactamente en la petición que públicamente hicieron los soldados en el sentido de que haya un trato igualitario para el conjunto. Ellos estaban dispuestos a aceptar la suspensión condicional del procedimiento siempre que fuera para todos y se ha avanzado en eso felizmente", explicó Celedón.
El acuerdo se sellaría en la nueva audiencia judicial fijada para este viernes en un tribunal de la localidad de Pozo Almonte, a unos 1.900 km al norte de Santiago.
La cita fue convocada el jueves por el juez Rodrigo Hernández, tras una petición conjunta de la Fiscalía y la defensa.
"Si se formaliza el acuerdo este viernes los tres abandonarían por resolución judicial el país y no podrían regresar en un año. No tendrían que declararse culpables, porque la suspensión condicional del procedimiento no significa reconocer responsabilidad penal", explicó el abogado Celedón.
Los tres conscriptos "salen de Chile por resolución judicial y no por resolución administrativa de expulsión", agregó.
El gobierno chileno, a través del ministro del Interior, Andrés Chadwick, celebró el inminente acuerdo.
"Si existe dentro del proceso judicial, la posibilidad de encontrar una solución judicial y jurídica, el gobierno obviamente la respeta y la ve con muy buenos ojos", señaló Chadwick.
El eventual acuerdo se sellaría tras la audiencia del lunes pasado, en la que el juez Hernández decidió excarcelar a los tres soldados, tras permanecer detenidos por un mes.
En esa audiencia, los tres uniformados decidieron no aceptar una propuesta de la Fiscalía chilena para abreviar el proceso y resolvieron en cambio ir a juicio para demostrar su inocencia.
El presidente boliviano, Evo Morales, rechazó la detención de los tres militares, calificándolos de "rehenes políticos" y explicó que ellos realizaban labores para evitar el contrabando en la frontera.
Además acusó al Gobierno chileno de actuar motivado por una venganza por su insistente petición de la restitución de la salida al mar que Bolivia perdió frente a Chile en una guerra a fines del siglo XIX.
Producto de la falta de acuerdo sobre la cuestión marítima, Chile y Bolivia carecen de relaciones diplomáticas desde 1978.
