Un pasado duro y un presente de 'Maravilla'

Sergio 'Maravilla' Martínez, el argentino que retuvo el título de campeón de los medianos del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), es un caballero audaz, carismático y lector de libros, que supo ganarse la vida como obrero metalmecánico y bailarín nocturno.

Actualizado: 29 de abril de 2013 —  Por: Redacción 180

Un pasado duro y un presente de 'Maravilla'

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El sábado Martínez venció al británico Martin Murray por puntos en un fallo polémico. La pelea fue en la cancha de Vélez y tuvo 40.000 espectadores en las tribunas.
Segundo de tres hijos de un trabajador metalúrgico, a los 14 años 'Maravilla' tuvo que abandonar el estudio y aprender el oficio de su padre para ayudar al sostenimiento de la familia.
Los Martínez, oriundos de Quilmes fueron migrantes internos entre ciudades en busca de trabajo. "En aquella época empecé a conocer lo que era una cena", relata el boxeador, cuya ración de comida se limitaba a pan y mate cocido.
Sergio jugaba bien al fútbol en juveniles pero un tío fanático del boxeo lo inició a los 21 años con los guantes y deslumbró tanto con sus fintas y golpes que lo apodaron 'Maravilla'.
Tras una serie impresionante de triunfos en los rings argentinos y un par de títulos, decidió dar un salto profesional cuando se fue a vivir a España y recaló en Alovera, una localidad de Guadalajara en Castilla La Mancha.
Vivió sin papeles y se convirtió en un 'sudaca' como tantos otros. Pero 'Maravilla' supo conseguir empleo como entrenador de empresarios o guardaespaldas.
"Trabajé bailando arriba de una tarima en una disco en Madrid, algo que preferiría olvidar. Y había domingos que iba a Cáritas (asistencia católica) a pedir comida junto a los mendigos. Comía de a saltitos, como un caballo de ajedrez", evoca.
Su bautismo de fuego fue en Las Vegas contra El Tornado de Tijuana, el mexicano Antonio Margarito, quien le ganó por nocaut ante 8.000 personas."Esa noche me pasó por arriba un tren", recuerda Martínez, una de cuyas lecturas favoritas es 'La sombra del viento', un drama histórico-romántico del catalán Carlos Ruiz Zafón.
Se recupera en 2003 al ganar su primer cinturón internacional, el superligero de la Organización Internacional de Boxeo, con victoria sobre Richard Williams en la ciudad británica de Manchester.
"No podía desperdiciar la oportunidad de mi vida y le iba a arrancar la cabeza si era necesario", recuerda.
El campeonato latino del Consejo Mundial de Boxeo significó un nuevo escalón ascendente, al vencer por nocaut al georgiano nacionalizado español Albert Airapetian.
Más impacto mediático causó aún su triunfo antes del límite sobre el fuerte pegador mexicano Saúl 'La Fiera' Román en Houston, en 2007.
"No me mareo con los triunfos. Pude comprarle una casa a mi madre, a mis hermanos y puedo darme los gustos de vivir como quiero. Pero por eso no voy a comer caviar... si nunca comí caviar", confesó.
Su carácter apareció en el combate por los títulos del CMB y la OMB en Atlantic City frente a Kelly Pavlik, a quien venció por puntos pero luego de ser derribado dos veces por el norteamericano.
"Yo sé que esto dura lo que un fósforo prendido. Eso dura la fama. Se pasa. Es tan efímero. La vida del campeón es falsa, la vida real es distinta", reflexiona este lector de Arthur Cravan, escritor y poeta sobrino de Oscar Wilde.
Publicista de sí mismo, 'Maravilla' dice que "en lo boxístico y en lo extraboxístico, tengo que difundir mi imagen, para que la gente sepa quién soy".
Mejor publicidad, sin embargo, fue aquel golpe mortífero asestado en el segundo round al estadounidense Paul 'The Punisher' Williams, designado el nocaut del año 2010 por la revista The Ring.
Volvió a bailar 'Maravilla', pero esta vez en el programa líder de audiencia de la TV argentina, Bailando por un Sueño, cuando su nombre empezó a sonar cada vez más fuerte.
El penúltimo peldaño a la consagración fue cuando el rincón del inglés de padres irlandeses Matthew Macklin tiró la toalla en marzo de 2012 en el Madison Square Garden de Nueva York en pelea dramática por las caídas de ambos.
El 15 de septiembre de 2012 en el Thomas & Mac Center, en Las Vegas, ante casi 20.000 almas, y al menos 5 millones de argentinos pegados a los televisores, entró en la historia. Le ganó 11 rounds consecutivos al invicto mexicano Julio César Chávez Jr pero sufrió dos caídas en el último asalto.
Con la locura instalada por ‘Maravilla’ los argentinos vieron al boxeador en vivo ante Murray en una pelea en la que la pasó mal pero que, por decisión del jurado, terminó ganando.
AFP