La obra se sitúa en el Río de la Plata, donde los reyes y su hijo Dandy son el centro de una historia que pese a su inspiración en Hamlet mantiene gran identidad, uruguaya al expresarse en el contexto del carnaval y aludir a la melancolía y nobleza que el autor resalta en los montevideanos.
Escrita por el poeta uruguayo Horacio Ferrer y musicalizada por el pianista Alberto Magnone, esta ópera lleva siete años a la espera de estrenarse y sale a la luz con un cuerpo de 40 actores que dan ritmo a este espectáculo en su mayoría cantado.
Los últimos tres meses fueron días de ensayo sin descanso. “Hemos tenido que ensayar muchísimo para poder comprender el texto y cantarlo”, contó el murguista Pablo “Pinocho” Routin a 180, quien interpreta el papel de Dandy.
Hijo de la reina Trudy y Dandy I, “es un personaje que duda, que le cuesta accionar, que se encuentra ante la muerte de su padre pero por un lado quiere vengarlo y por otro lado no lo hace, es dubitativo, profundo por momentos, e intenta esconderse atrás de una supuesta locura”, definió Routin.
Desde su perspectiva de murguista y cantante, aseguró que la mayor dificultad está en lograr cantar y que las palabras tengan a su vez el peso interpretativo de la actuación; pero que el resultado entre la dramaturgia de Shakespeare y la personalidad de Ferrer es de “muchísima riqueza”.
“Cuando uno empieza a pasar raya aprendió muchísimo también a través de la creación del espectáculo, al estar en contacto con artistas que vienen de otros lugares, gente que viene del mundo teatral, actores con formación de escuela, gente que viene del carnaval como es mi caso, músicos, bailarines”, relató.
Como resultado, un musical en el que se conjuga el teatro, la música, el canto lírico y el murguero; con coreografías y participación de Martín Inthamoussu, escenografía de Enrique Badaró y vestuario de Soledad Capurro.
“Es una obra muy peculiar, yo siento que estoy participando de una creación única y que nunca más me va a tocar participar de un espectáculo de esta naturaleza”, confesó Routin a 10 días del estreno.
La diversidad de disciplinas que involucra la obra hace que la sala de ensayo en el segundo piso del Auditorio se divida entre artistas que bailan, otros que practican un duelo criollo, algunos que pasan letra y Toja que de un lado a otro da unidad a los distintos componentes de un espectáculo que promete y mucho.
Pinocho hizo un alto para hablar con 180 y dijo estar tranquilo a pesar de la adrenalina que genera, siempre, la proximidad del estreno.
“He disfrutado mucho el proceso que ha sido muy intenso. Hemos tenido que ensayar muchísimo. Los procesos largos también te van dando que vas quemando etapas y te vas acercando al momento del estreno. Llega un momento en el que lo necesitás. Se necesita poder mostrar el trabajo y terminar la etapa de ensayos. Los procesos más cortos siempre te dejan la sensación de mayor necesidad de tiempo pero estamos bien”, afirmó.
¿Cuándo empezaron los ensayos?
Yo empecé a ensayar con Alberto Magnone a principios de octubre, fin de setiembre. Ahora estamos prácticamente con 10 horas por día de ensayo.
¿Vos ya tenías decidido no salir en Carnaval este año o lo decidiste una vez que te llegó esta propuesta?
El año anterior no salí y tenía resuelto mantenerme este año con la misma idea. Luego vino esta propuesta. Yo estoy vinculado a este proyecto desde hace muchos años, se estuvo por estrenar en 2007. Tenía claro que si esto llegaba, que yo tenía pila de ilusión de hacerlo, iba a hacerlo. Se juntaron las dos cosas.
¿Por qué tenías claro que querías hacerlo, cuáles son las cosas que te atraen?
Es una obra y un trabajo único, difícilmente me vea involucrado en un proyecto con estas características. La poesía de Horacio Ferrer, la música de Alberto Magnone, la conjunción de esos dos artistas, de esos dos creadores. Es una obra grande, de mucho vuelo poético, de mucha profundidad, y con características muy particulares.
Como murguista debés vivir con mucha responsabilidad el hecho de abordar ese género con la mirada de Ferrer, Magnone, etc.
Yo tengo un amor muy profundo por el género, es mi cuna artística, nací allí y crecí allí. Tengo fuertes raíces en el género. Entonces, siempre que esté participando en algo que involucre al género intento dar lo mejor. Es algo que va de generación en generación y el futuro del género depende de quienes estamos ahora involucrados en las diferentes murgas o propuestas de murga. Hay que ser muy cuidadoso.
Cuando uno toma determinada cosa, en este caso la murga, no está construyendo solamente para el presente de uno sino que de alguna manera está dejando para las generaciones futuras. ¿Qué sería del tango sin la gente que lo cultivó en los años 60?
Ferrer entre ellos...
Claro. Si no lo hubieran cultivado con la belleza y el cuidado con que lo hicieron, con la profundidad y la calidad artística con que lo hicieron... Entonces sin saber mucho de tango, o prácticamente nada, me doy cuenta de que el género es eso porque hay personas que lo cuidaron y le pusieron mucho amor, mucha cabeza y mucha responsabilidad.
Todo lo que involucra a la murga para mí es terreno fértil en el día de hoy pero también es una especie de horizonte para los que vienen.
Ensayar con Toja, Ferrer, Inthamoussou, Magnone debe haber sido un aprendizaje intenso de nuevas técnicas de interpretación.
Es como una beca. Primero, la cantidad de hora que hay que poner en este trabajo te saca un poco del resto del mundo. Y por otro lado lo que vos decís. Hemos tenido que preparar un duelo criollo con un profesor de esgrima, con Martín algunas coreografías... Eso te lleva a tener determinados lineamientos técnicos de cómo pararte, de cómo respirar, de cómo girar la pelvis, cómo poner la mirada, cómo agarrar al otro, cruzar diagonales. Miles de cosas que tienen que ver con técnicas diferentes. La obra se va armando pero uno se va quedando con mucha riqueza, además del valor de ver actores, cantantes líricos, murguistas, gente vinculada al tango... Ves cómo cada uno construye con las herramientas que tiene y el director va encontrando una línea que pueda trazarse para que todos estén agarrados. Ha sido un trabajo muy intenso y de mucha riqueza.
Y todo ese trabajo ahora se corona con la expectativa por el estreno.
No me he puesto mucho a pensar en cómo lo puede recibir el público. Nunca se sabe qué es lo que va a pasar porque en la medida en que uno empieza a meterse más en el asunto pierde objetividad. Yo estoy enamorado, muy enamorado de la obra. Me parece muy bella, muy profunda, siento que tiene todo y que va a ser muy potente a nivel visual, los arreglos son muy bellos.
En escena son una selección.
Es un grupo divino de gente. Venimos conviviendo hace cuatro meses, con una intensidad respetable, muchas horas de trabajo corporal exigente, de comprensión de escenas, de tener que vincularse con el otro y ha sido muy lindo.
Ruben Rada, Pinocho Routin, Horacio Ferrer y Alberto Magnone. (Foto: Leo Barizzoni)
ElencoPinocho Routin: Dandy
Andres Lazaroff: Bardo
Ana Karina Rossi: Rey Mina
Bettina Mondino: Reina Trudy
María Eugenia Pirotto: Lolita
Tabaré Rivero: Charlabaratón
Tabaré Leyton: Walter
Pablo Musetti: Marinero y Raulo
Alvaro Godiño: Payaso
Eden Iturrioz: Espectro
Luis Ortiz: Goyo y Oscar
Eduardo Martinez: Payador
Carlos Quintana: Payador
Andrea Salazar: Bailarina de la corte
Martín Inthamoussu: Bailarín de la corte y Coreógrafo
Y la participación especial de Ruben Rada como Yobinbras.
Eden Iturrioz, Lolo Iribarne, Tomas Vera, Luis Ortiz, Benjamin Medina y Daniel Magnone Coro Murguero
Coro Upsala, bajo la dirección de Jorge Damseaux.
Funciones
Del 26 de enero al 5 de febrero.
De martes a sábados 21 hs.
Domingos 19 hs.
Descanso 27, y 3 de febrero.
Entradas:
Precios Platea baja $ 950
Platea alta $ 1150
Tertulia y Palcos platea $ 750
Galería baja y Palcos tertulia $ 550
Galería alta $ 450
Palcos galería baja y alta $ 350
