Páez Vilaró murió este lunes a las ocho de la mañana. El artista estaba radicado en Punta Ballena, donde funcionaba su taller en la cúpula mayor de Casapueblo, su “escultura habitable”. El lugar fue modelado con sus propias manos, sobre los acantilados que miran al mar en Punta Ballena.
Páez Vilaró nació en Montevideo, Uruguay, el 1 de noviembre de 1923.
En su juventud viajó a Buenos Aires, donde se vinculó al medio de las artes gráficas, como aprendiz de cajista de imprenta en Barracas y Avellaneda. A su regreso al Uruguay, en la década del 40, se vinculó al candombe y la comparsa afrouruguaya en el conventillo “Mediomundo”.
La última vez que se lo vio en público fue el pasado 13 de febrero en el desfile de las Llamadas, donde volvió a tocar el tambor en C1080, en compañía de su hija Agó.
Durante su extensa carrera el artista pintó centenares de obras, realizó múltiples exposiciones y dejó su sello en monumentales murales en Uruguay, Argentina, Brasil, Estados Unidos y África, aunque sus obras también abarcaron la escultura, la cerámica, el cine y las letras.
Pintó decenas de cartones, compuso candombes para algunas comparsas lubolas y decoró sus tambores. Lavanderas, velorios, navidades, mercados, bailongos a la luz de la luna, poblaron los cartones y lienzos de Páez.
Además pintó centenares de obras, realizó múltiples exposiciones y dejó su sello en grandes murales. Se volcó a la pintura, escultura, cerámica, cine y literatura.
En su sitio web oficial se cuenta que conoció a Picasso, Dalí, De Chirico y Calder en sus talleres y vivió con el Albert Schweitzer en el leprosario de Lambaréné.
La tragedia de los Andes
En 1972, su hijo Carlos viajaba en el avión que transportaba rugbistas del equipo uruguayo Old Christians y que cayó en la Cordillera de los Andes. Tras la desaparición de la aeronave, el artista se trasladó a Chile para colaborar con la búsqueda, que continuó tenazmente cuando terminó el operativo oficial, reclutando voluntarios, consultando a videntes e incluso internándose en la montaña.
Finalmente su hijo estuvo entre los 16 sobrevivientes que lograron salir de la montaña 72 días después del accidente. Esa búsqueda fue reflejada en su libro "Entre mi hijo y yo, la Luna".
Carlos Páez Vilaró será velado este lunes en la sala Mario Benedetti de Agadu (Canelones 1130) desde las 20:00 hasta las 00:00 horas. El velatorio continuará mañana en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo (entrada por Av. del Libertador), de 9:00 a 11:00, y a esa hora saldrá el cortejo hacia el Cementerio del Norte. Los restos serán enterrados en el panteón de Agadu.
