Rechazado en Facultad de Ciencias, "Supercerebro" en NatGeo

Juan Pablo Culasso es capaz de distinguir 500 especies de ave con solo escucharlas. Este uruguayo de 27 años vive en Brasil desde 2002 y trabaja grabando sonidos de la naturaleza, en especial los cantos de las aves de América Latina. Su ceguera le impidió estudiar en Uruguay pero este año ganó el primer certamen de "Supercerebros" de National Geographic.

Actualizado: 08 de marzo de 2014 —  Por: Redacción 180

Rechazado en Facultad de Ciencias, "Supercerebro" en NatGeo

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Entrevista de Joel Rosenberg y Ricardo Leiva a Juan Pablo Culasso en el programa No toquen nada de Océano FM

Joel Rosenberg: Juan Pablo, buen día, ¿cómo andás?

Juan Pablo Culasso: ¿Cómo estás, Joel? ¿Todo bien?

Bien, gracias por atendernos, felicitaciones.

Muchísimas gracias.

¿Estás en San Pablo?

Sí.

¿Vivís desde qué año allí?

En realidad estoy desenvolviendo mis estudios. Voy y vuelvo a Uruguay.

¿En San Pablo estás haciendo cosas en la universidad?

En el museo de zoología de la Universidad de San Pablo comencé a desempeñar las tareas de digitalización y archivo de las grabaciones sonoras que ellos tienen de aves. Tienen muchísimo material pero está todo muy desordenado, muy desorganizado, y ellos me adjudicaron esa tarea porque ya tengo experiencia anterior. Hay que enfrentarla, es una tarea muy bonita, me gusta mucho. Hacer lo que uno hace no es un trabajo, es un gusto, no lo considero como una actividad obligada.

Hay mucho de autodidacta, ¿pero qué estudiaste?

Estuve dos años y medio, casi tres, en el laboratorio de Archivo Sonoro NeoTropical. En ese archivo aprendí todo lo que tiene que ver con digitalización, catalogación, conservación de grabaciones de naturalezas, qué datos se tienen que catalogar, qué no, cómo. A su vez tengo estudios en cuestiones de edición y masterización en sonido. Es un poco estudio y otro poco autodidacta porque esta cuestión de la gente, de no querer salirse del cuadrado, decir que es todo pantalla, es gráfico, pero en realidad la edición de sonido se puede hacer perfectamente con los oídos.

Y con mucho trabajo de campo, ¿no? En tu página aparecés con un aparato que graba los sonidos.

Sí, el trabajo de campo me gusta muchísimo más que editar. Y el aparato en la página es un reflector parabólico, básicamente el sonido pega dentro de la parábola, se amplifica y un micrófono lo capta. Es como si fuera una lupa.

¿Salís habitualmente a campo a hacer registros?

Sí, sí. Lo más periódico posible intento ir a campo.

¿Cómo llegaste a Supercerebros?

Son más de 12 años trabajando con aves y publicando discos, dando conferencias. Me entero que sale en varios diarios que National Geographic está haciendo castings, buscando personas con capacidades de memoria diferencial. A su vez ellos también entran en contacto conmigo. Y hay todo un filtro. Te piden documentación que demuestre lo que uno hace, referencias. Luego se hace algún tipo de demostración. Todo para que no ocurra ningún tipo de problema a la hora del programa. Quedé muy contento que National Geographic haya confiado en mí y haya colocado algo tan interesante que es la observación de las aves a través del oído, que la gran mayoría de esta actividad se hace por medio de imágenes. Hay muchísimos fotógrafos de naturaleza, la proporción es de 100 a 1 para los que graban exclusivamente.

Es una actividad que es linda de hacer pero requiere mucha paciencia y muchísima dedicación porque ahí llegamos a otra cuestión que es la identificación por medio únicamente del sonido. En estas selvas tan densas en Brasil es muy difícil ver, generalmente el 90 o 95% de las veces primero se escucha y después se intenta ver. Por eso yo a veces las salidas de campo las disfruto mucho más que otras personas que intentan fotografiar.

Primero llega el sonido.

Son estratos de 50 metros de altura y densos, no se ve nada, es algo totalmente oscuro.

¿Dónde se desarrolló el programa?

Se grabó en San Pablo.

¿Cómo se desarrolla? Primero les hacen pruebas que miden la competencia de cada uno. Me impresionó mucho ver al peruano en cálculo mental.

Inclusive yo pensé que él iba a ganar. Yo se lo dije a él. Las pruebas de matemática siempre me parecieron increíbles porque fui medio cero a la izquierda en matemática yo. Sí, éramos 20 participantes, se dividió en bloques de cuatro.

En la final vota el público que está allí.

Sí, es una platea que la propia productora se encarga de seleccionar.

En No toquen nada le hicieron escuchar los sonidos de aves que fueron parte de las pruebas en Supercerebros y Juan Pablo explicó cómo identificó esos sonidos.

- Esa es Formicivora Litoralis. Yo llego a esa conclusión porque uno va guardando en su cabeza diferentes patrones de cantos de las diferentes familias y géneros. Entonces ya sé que es Formicivora porque generalmente tienen notas musicales bien secas y cortas. Y Litoralis generalmente canta a dúo y cerca de la costa. Si se percatan bien del fondo de esa grabación, tiene mar. Y hay más de uno. Se asocia a través de eso. Yo generalmente asocio por notas musicales, ritmos, escalas, acordes, porque tuve educación musical de piano. No todos las hacen. "Para mí esa Formicivora es como si alguien estuviera martillando un metal".

Ricardo Leiva: Te la hicieron fácil (risas)

Hubo dos que fueron más complicadas: Formicivora Litoralis y la tercera, Aramus Guarauna, que la nota musical que prepondera es un mi de cuarta y quinta octava, así me la imagino en el piano. A partir de esos patrones voy grabando los sonidos de las aves.

Vos tenés una formación musical y la usás todo el tiempo.

La formación musical la uso todo el tiempo y para todo. Para guardar voces de personas, por ejemplo. Esa cuestión del oído absoluto a veces te permite grabar muchísima información de todo tipo y no solamente con las aves la uso.

El premio de 45.000 dólares te va a servir, le dijiste al conductor del programa. ¿Dónde se pueden usar?

Voy a comprar equipos nuevos, mejores de los que tengo hasta ahora. Siempre mis padres me dieron total apoyo en esto, me dan hasta el día de hoy, y siempre la lucharon para que yo tuviera equipos y condiciones buenas para desempeñar mi trabajo. Este premio realmente me va a permitir un salto cualititativo muy grande en mis registros sonoros. Uno de los equipos es usado, muchos productores los usan para grabar series de HBO, es algo de primera línea. Y digitar algunos lugares que son un poco difíciles de llegar. Un lugar que me encantaría grabar, y no sé si lo podré hacer, es en la Antártida, grabar glaciares y esas cuestiones.

Te voy a proponer un salto hacia atrás. ¿Cuántos años tenías en la publicidad de Fundación Braille?

Tenía ocho años, fue grabada a fines de 1994.

Una publicidad a beneficio de la Fundación Braille, que tuvo una recordación enorme...

Y la sigue teniendo hasta el día de hoy.

El "vaya, vaya" nos ha quedado a todos. Me imagino que te lo siguen repitiendo hasta el hartazgo.

Sí.

Leí una nota de 2009 de la periodista Caterina Notargiovanni en el diario El País, cuando esto del premio era muy lejano, y vos tenías resquemor o cierta sensación ambigua con esa publicidad, ¿no? No tenías la mejor impresión histórica de esa publicidad.

Cuando la grabé mi idea de una persona leyendo un libro. Luego uno va creciendo y va viendo cómo funcionan las cosas, y ahí entramos en esa cuestión de la educación que fue tan difícil y complicada, y el objetivo de la publicidad era supuestamente allanar caminos obteniendo material de apoyo para todos. Y realmente el sistema educativo no ayuda mucho, lo que sí hay es excepciones a la regla: profesores que realmente tienen la camiseta de la enseñanza muy bien puesta y adoptan un desafío. Por ejemplo en la escuela que yo fui integrado el maestro de quinto año aprendió a leer braille en un mes. Otros maestros no aprendieron nunca, mi padre se tenía que quedar despierto hasta las dos o tres de la mañana traduciendo con lapicera mis trabajos. También en la cuestión de idiomas extranjeros: por un lado algunos institutos muy renombrados me cerraban las puerta y ellos tenían altísimas condiciones de conseguirme materiales oficiales en braille, amigos de la familia como Daniel Ottonello venía a mi casa y me daba tres o cuatro horas de inglés tres veces por semana.

Pero como el maestro de quinto año era la voluntad de alguien.

Es una carretera de doble vía: yo tengo la intención pero a su vez la otra parte también tiene que tenerla para que la cosa funcione. El sistema en sí no te lo da. Son partes de ese sistema, profesores, que quieren enseñar y desafiarse a sí mismos. En matemática, por ejemplo, muchísimas complicaciones con algunos profesores, pero destaco positivamente a mi profesora de primer año de liceo, Marita, que realmente sí se puso la camiseta y me enseñó todo lo que me pudo enseñar en ese año.

Lo que te podía brindar el sistema no era lo que necesitas, pero algunas personas hacían el esfuerzo para poder brindarte eso.

Lo peor de todo es que no es por una cuestión tecnológica, porque la tecnología ya superó ampliamente esa cuestión del acceso a la información. Desde una película que tiene audiodescripción hasta mapas táctiles o libros digitalizados. El acceso está, falta un poco de interés nomás.

En la escuela y el liceo tenías algunos de estos problemas, imagino que podés contarnos horas...

Libros y libros de historias de cosas totalmente bizarras.

Incluso de la otra parte; profesores o maestros que no tuvieron esa buena voluntad.

Hay de todo.

Y que te trancaron las cosas.

Bastante. Era más fácil poner el aprobado en la libreta que enseñar.

"Me ponían aprobado y lo que hacían era generarme un daño enorme. Yo pasaba pero sin el conocimiento", decías.

Claro. Y eso más tarde te perjudica muchísimo. Uno después paga el precio por no haber obtenido el conocimiento en aquel momento.

Y vos querías, pero era "mejor lo pasamos".

Era el camino fácil. Y yo siempre fui de tomar el camino más difícil. Siempre fui y voy a seguir siendo así.

¿Qué querías estudiar y no pudiste?

Intenté la parte de biología para justamente esta formalizar el trabajo con las aves.

¿En la Facultad de Ciencias? ¿Qué pasó?

Dijeron "me parece bárbaro pero no podemos atenderte". Algo así.

¿No tenían capacidad de enseñarte por ser ciego?

Sí, exactamente eso, con otro tipo de palabras. Se usa decir una cosa con otro tipo de palabras para que no suene tan pesado pero al final termina siendo lo mismo.

¿Eso fue parte de que te vayas?

Y sí, si el sistema no te acepta y te propone algo que no te gusta, no te queda otra que irte.

Mientras nosotros recordábamos el "vaya, vaya" vos tuviste un trancazo tras otro. Vos y todos los demás.

No solo yo, todos. Demorábamos tres a cuatro meses para recibir un libro en braille impreso, cuando el profesor te lo pedía al otro día. Eso también es perjudicial.

Braille es un sistema que se usa pero no es de los más modernos, ¿no?

Yo soy un poco antiguo en esas cuestiones. Para idiomas extranjeros prefiero braille, prefiero tocar las letras y palabras y leerlas, no me acostumbré a leer libros muy grandes en inglés con la computadora. Es una cuestión de aprender la ortografía del idioma, gramática, etcétera. Ahora, para un libro best seller o didáctico en el idioma de uno, leerlo en la computadora es lo mejor que puede haber. No ocupa lugar. Una página en tinta son cuatro o cinco en braille.

¿Cómo es leerlo en la computadora?

Existen los llamados lectores de pantalla. Simplificando la idea: los softwares traducen todo lo que aparece en pantalla a voz. Una página web, un mail. Con diferentes comandos de teclado uno puede solicitar diferentes informaciones.

RL: No solo para leer libros sino también para trabajar o entretenerte con otras cosas en la computadora.

Sin lugar a duda. Si estoy en un lugar X, alguien llega y me ve trabajando en la computadora no se entera que soy ciego porque lo hacemos a la par.

En nuestro país todavía no está muy desarrollado en la educación.

No, no sé, no creo que esté. No sé si las computadoras que brindan tienen accesibilidad.

Cuando ganaste le dedicaste el triunfo a tus padres. A las dos o tres de la mañana te acompaña tu padre al trabajo de campo.

Sí, porque cuando uno va a grabar un paisaje sonoro tiene que llegar al local mucho antes de clarear, para uno poder colocar los micrófonos bien, orientar. Son caminos muy complicados que tenés que ir despacio porque hay muchas piedras, a veces llegás con 30 o 40 minutos de antelación. Duran muy poco los amaneceres, que es donde está el mayor pico de actividad de las aves.

¿Qué apoyo han sido tus padres y qué tipo de hijo quisieron criar?

Siempre quisieron criar el hijo más normal posible, no siempre colocando la cuestión de ceguera delante de todo. Nunca fui superprotegido. Siempre anduve en bicicleta, a caballo. El profesor de inglés Daniel Ottonello me llevó a volar un avión y me dejó por algunos instantes el comando del avión allá arriba. En esa cuestión no tengo más que agradecerles porque siemrpe hice lo que yo tuve ganas, nunca me dijeron "no podés". "Intentá" y "si no podés, te enteraste que no pudiste, seguís con otra cosa". No es "no lo hagas porque no vas a poder". Hoy en día viajo solo para todos lados. Salté en paracaídas hace un tiempo. El año pasado en una feria internacional en Colombia tuve la gran chance de subir hasta un glaciar a 4.850 metros y tocar el hielo. Soy medio aventurero, siempre me gustaron esas cosas y nunca me hice limitar por la discapacidad, me olvido que está. Quienes a veces no se olvidan que está son las otras personas que nunca convivieron, y como decía en National Geographic, están con esa cuestión de prejuicios y mente cerrada y a veces es muy difícil, muy frustrante.