Elecciones municipales en Francia en medio de escándalos

Los franceses votaban este domingo en la primera vuelta de elecciones municipales que constituyen un test a los casi dos años en el poder del socialista François Hollande, tras una campaña salpicada por varios escándalos nacionales.

Actualizado: 23 de marzo de 2014 —  Por: Redacción 180

Elecciones municipales en Francia en medio de escándalos

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Un total de 44,8 millones de electores, entre ellos 280.000 ciudadanos de otros países de la Unión Europea, están habilitados a votar en estos comicios tradicionalmente dominados por cuestiones locales y a los que se presentan en total 930.000 candidatos.

Hollande registra niveles récord de impopularidad ganada sobre todo con su política económica, destinada a controlar el gasto público e intentar salir de la crisis económica, que hasta el momento, los franceses consideran que no ha dado resultados.

Las mesas de votación abrieron a las 07H00 GMT en las 36.700 ciudades y pueblos de Francia y cerrarán de manera escalonada entre las 17H00 y las 19H00 GMT, en función de la presencia de votantes, aunque no se descarta que haya un fuerte abstencionismo.

A media jornada, la participación era de 23.16% según el ministerio del Interior, una cifra casi idéntica a la de los comicios de 2008 (23%). En esa oportunidad la participación alcanzó al final de la jornada 66,5%, un récord de abstencionismo (33,5%) en comicios municipales. Este año los institutos de sondeos anticiparon un 40% de abstenciones.

La recta final de la campaña fue monopolizada por la polémica de las escuchas telefónicas practicadas por orden judicial contra el ex presidente Nicolas Sarkozy (UMP, derecha), cuyo contenido fue ventilado en la prensa.

Sarkozy, implicado en varias causas abiertas por la justicia, se defendió comparando a Francia con una dictadura, lo que Hollande calificó de "intolerable".

El episodio fue la frutilla en la torta tras tres semanas desastrosas para la opositora UMP por varios escándalos de corrupción, la revelación de grabaciones furtivas realizadas por el ex consejero de Sarkozy, Patrick Buisson, hasta el caso de las escuchas telefónicas contra el ex mandatario que parecen confirmar las acusaciones de obstrucción a la justicia que pesan en su contra.

La izquierda no estuvo exenta de escándalos en sus propias filas el año pasado y el Frente Nacional (extrema derecha) espera sacar provecho del descrédito de la clase política en general.

Sin embargo, los analistas anticipan que el impacto concreto de los escándalos en los comicios municipales podría ser limitado, ya que los franceses votarán en buena medida pensando en sus problemas más inmediatos a nivel local: impuestos, seguridad, medio ambiente, limpieza municipal, desempleo y educación.

El Frente Nacional presentó candidatos en 597 de las 9.734 ciudades de más de mil habitantes. El partido de Marine Le Pen espera conquistar algunas de ellas.

Pero la extrema derecha aspira sobre todo a ampliar la penetración de sus candidatos en los concejos municipales para fortalecer su red territorial o, en el peor de los casos, pesar de manera determinante en la segunda vuelta.

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Las contiendas triangulares entre derecha, izquierda y extrema derecha constituyen el principal obstáculo para que la derecha pueda recuperar, capitalizando la impopularidad del gobierno socialista, las 40 ciudades de más de 30.000 habitantes que pasaron hace seis años a la izquierda o arrebatarle sus bastiones tradicionales.

Pero la atención estará focalizada en buena medida en las dos principales ciudades de Francia, París y Marsella.

En la capital, la candidata socialista Anne Hidalgo, adjunta del popular alcalde saliente Bertrand Delanoe, espera confirmar en las urnas la ventaja que le dan las encuestas sobre su rival conservadora Nathalie Kosciusko-Morizet (UMP).

En Marsella, Patrick Mennucci (PS) se enfrenta a la encarnizada resistencia del alcalde UMP saliente Jean-Claude Gaudin, de 74 años, un dinosaurio de la política marsellesa que aspira a un cuarto mandato.

Una victoria de la UMP en París convertiría en triunfo los resultados obtenidos en otras ciudades por la oposición de derecha, y un éxito socialista en Marsella permitiría al PS minimizar el impacto de derrotas en otras ciudades.

(AFP)