Las contradicciones del empresario que mató a su hijo

La justicia procesó con prisión a Omar Blasi (83 años) por el presunto homicidio de su hijo de 48 años. Sus contradicciones fueron claves en la determinación de la jueza Patricia Borges.

Actualizado: 04 de agosto de 2014 —  Por: Redacción 180

Las contradicciones del empresario que mató a su hijo

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Blasi es mencionado en el libro Liberaij del periodista Leonardo Haberkorn.
Según se cuenta, la banda de ladrones argentinos se refugió en su casa cuando llegaron a Uruguay, pero el hombre siempre negó saber que se trataba de asesinos.
Blasi también poseía antecedentes por el robó del entonces Banco Comercial.
Se entregó y estuvo 16 meses preso.
La plata nunca apareció y luego de cumplir su condena "decidió no robar más y dedicarse al contrabando", dice Haberkorn en su libro.
En el fallo por el asesinato de su hijo Alejando, la justicia explica que el 25 de marzo, alrededor de la hora 19:00, Blasi lo mató en los Galpones, que eran propiedad de la familia y se alquilan a diferentes empresas.
Ambos llegaron en una camioneta conducida por la víctima, que tenía como acompañante a Blasi padre.
Según los testimonios recabados, incluido el de Blasi, no erahabitual que ellos llegaran hasta allí a esa hora y mucho menos que estacionaran en el sector donde se encontró.
Blasi cambió sus versiones a medida que avanzó la investigación.
En principio dijo que conversaron unos minutos, mientras aguardaban la presencia de "una pinta", que se reuniría con su hijo, pero no conocía detalles.
Mientras el hijo de Blasi se encontraba sentado en el asiento del chofer, recibió cuatro disparos de un revólver que era suyo y estaba en la camioneta.
En su primera versión, Blasi afirmó que el asesino era "un hombre con acento paraguayo", que ingresó por la puerta trasera.
Más tarde manifestó que apareció por adelante, y por su derecha, mientras conversaban con su hijo, sentados con las puertas delanteras abiertas.
La justicia le preguntó a Blasi por qué no intervino para proteger a su hijo.
El hombre respondió que "fue una cosa muy rápida".
"Yo le toqué el hombro al hombre, pero me cagué todo, temía por mi vida, tenía un arma, yo sentí el primer tiro, hice así y empecé a disparar" y agregó que "no correspondía ofrecer su propia vida para proteger a su hijo".
Sin embargo, los hombres que se encontraban en los Galpones, y que escucharon los disparos, no vieron circular otros vehículos en la zona y tampoco vieron personas extrañas en el lugar.
"Ni siquiera los perros alertaron de ello.
La tarde estaba terminando, aún con luz natural, se presentaba sumamente tranquila y los sonidos eran fáciles de apreciar.
Los testimonios cobran mayor fuerza, desde que los empleados, se encontraban ubicados en diferentes puntos, abarcando en forma total el campo visual en referencia al hecho; de modo que cualquier vía que otro supuesto homicida haya utilizado como salida, debió ser apreciada por alguno de ellos, que inmediatamente, tras los disparos, se asomaron, a ver qué ocurría", afirma la jueza en su fallo.
Blasi recibía importantes sumas de dinero periódicas de la empresa y, en muchas ocasiones, retiraba dinero sin la autorización de su hijo.
La justicia destaca que esto ofuscaba a la víctima.
En el fallo se descartó la premeditación, aunque varias personas manifestaron que días previos al asesinato, Blasi solicitó un préstamo de 17.
000 dólares por deudas.
Además, las pericias psicológica y psiquiátrica advirtieron de la "frialdad" del entrevistado en relación a la trágica muerte de su hijo en su presencia.
Blasi negó manejar armas en sus primeras declaraciones o haber disparado en alguna oportunidad.
Luego, aceptó que en su juventud se interesó por el Ejército, conoció el funcionamiento de armas de fuego y admitió haber llevado un arma de fuego a su domicilio e incluso haber disparado en un polígono de tiro.
Blasi sufrió una descompensación por problemas cardíacos y debió ser internado.
En el fallo se destaca que el indagado fue controlado por diferentes profesionales de la salud durante su internación y su asistencia a las diversas instancias judiciales.