Se puso "un ladrillo más hacia la vida artificial"

Por primera vez, un grupo internacional de científicos logró una levadura funcional con un cromosoma sintético hecho en el laboratorio. El investigador del Instituto Pasteur de París, Gianfranco Grompone, explicó la importancia de este hecho en No toquen nada.

Actualizado: 04 de agosto de 2014 —  Por: Redacción 180

Se puso "un ladrillo más hacia la vida artificial"

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Es considerado un nuevo hito en la historia de la biología. El 27 de marzo se publicaron los resultados de un trabajo que ya ha dado que hablar en todo el mundo. Según contó Grompone, "es un gran paso a nivel de lo que se llama la biología sintética". "En 2010, el equipo del Dr. Craig Venter demostró que se podía sintetizar ADN y ponerlo adentro de bacterias. Este nuevo caso es un paso más y es interesante porque sintetizaron ADN -información genética que está dentro de 'paquetes'- en organismos más complejos como la levadura. Esos 'paquetes' se llaman cromosomas y, básicamente, eligieron un cromosoma, el número tres, lo sintetizaron en el laboratorio y volvieron a incorporarlo en una levadura que tiene sus otros cromosomas normales y este sintético", explicó Grompone. El investigador aclaro qué lo realmente importante es "el hecho de incorporar un material totalmente sintético en un organismo vivo y que no lo afecta a nivel de su viabilidad. Quiere decir que esta levadura anda lo más bien".Señaló que "es como si se hubiera puesto un ladrillo más hacia la vida artificial". A modo de ejemplo, dijo que hay que imaginarse que la información genética es un libro grande. "Lo que hicieron fue redactar ellos mismos un capítulo de ese libro, ponerlo adentro del libro natural y que este capitulo redactado desde afuera funcione. Entonces, ¿por qué se puede pensar en la vida artificial? Porque si funcionó un capítulo, hoy en día, no habría razón para que no funcionara el hecho de hacerlo con todos los otros", reconoció. Explicando más acerca de la metodología empleada por los investigadores, Grompone contó que el grupo sabía que en la levadura hay unos seis mil genes de los cuales no se pueden desactivar unos mil porque la levadura se muere. Los otros cinco mil no son esenciales. Habían dos maneras de estudiarlo: o gen por gen, -inactivarlo y tratar de estudiar lo que está pasando con la levadura- o sintetizarlos, es decir, "en lugar de copiar a la naturaleza, pusieron herramientas en esos genes que van a permitir de golpe ir invactivándolos de manera global".En resumen, "lo que hicieron no fue, simplemente, sintetizar por sintetizar sino que sintetizaron este cromosoma agregándole herramientas que, en un futuro, nos van a ser extremadamente útiles para entender cómo funciona la vida en la levadura", señaló. Sobre la importancia del hecho, dijo que "si lo lograron hacer simplemente tomando la misma información, mañana se puede pensar que en los cromosomas de la levadura se le agregue, directamente por síntesis artificial, la maquinaria para producir medicamentos o para que fermente mejor, por ejemplo".Si bien el resultado del experimento es esperanzador, Grompone aclaró que recién "es un primer paso que abre la puerta para que una levadura completamente sintética se pueda hacer un día. Pero de ahí a que logremos hacer una maquinaria biotecnológica completamente sintética, todavía estamos muy lejos".De todas formas, dijo que la levadura tiene un sinfín de aplicaciones. En algunos años, apuntó, es posible que exista una que tenga los 16 cromosomas sintéticos y que se la pueda programar para que haga bioetanol, o para producir insulina o para la artemisina, uno de los mejores medicamentos contra la malaria. "Lo que es interesante y me parece que es un hito a destacar es que, si mañana queremos diseñar una levadura que produzca medicamentos, vamos a tener el arsenal de herramientas de esta biología sintética en la levadura que nos va a permitir entender mucho mejor los procesos biológicos. O sea, que capaz que mañana producir insulina sea más rápido gracias a este avance".