Estudio muestra las barreras para el aborto en Salto

Hostilidad de los médicos hacia las usuarias que quieren practicarse un aborto, falta de asesoramiento y demoras en las consultas son algunas de las denuncias planteadas por la ONG Mujer y Salud en Uruguay (Mysu) en el departamento de Salto.

Actualizado: 04 de agosto de 2014 —  Por: Redacción 180

Estudio muestra las barreras para el aborto en Salto

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Mysu realizó un estudio que investigó las dificultades para implementar las interrupciones de embarazos en ese departamento, donde a comienzos de 2013 todos los ginecólogos informaron que no harían abortos, apelando a la objeción de consciencia.
Para intentar resolver la situación, la mutualista del departamento contrató a una ginecóloga.
La profesional viaja desde Montevideo dos veces por semana, pero desde Mysu entienden que la medida es insuficiente ya que se depende de esa única profesional.
Martín Couto fue uno de los autores del informe.
Es sociólogo y coordinador del Observatorio Nacional de Género y Salud Sexual y Reproductiva.
"Hay barreras en cuanto al trato de profesionales con usuarias", expresó Couto.
"Al recibir ese trato hostil, (las mujeres) después no quieren acudir más a este tipo de servicios", agregó.
La investigación incluyó entrevistas a los operadores de la salud en Salto y un análisis documental.
Fueron entrevistadas autoridades de la salud departamentales, integrantes de los equipos de salud sexual reproductiva locales, ginecólogos e integrantes de la sociedad civil.
La idea era conocer cómo se estaba implementando la ley en Salto.
"El primer elemento que dificultó la aplicación de la ley fue el recurso de objeción de consciencia, que es un derecho que consagra la ley de interrupción voluntaria del embarazo, y que además es un derecho humano, pero que en la ley no está ni definido su contenido ni las razones que se pueden invocar para objetarla, ni tampoco su alcance", señaló Couto.
Hasta setiembre las usuarias salteñas que requerían de un aborto debían viajar a Artigas o a Montevideo, con dificultades para los traslados.
En algunas entrevistas a los ginecólogos de Salto apareció la idea de que la objeción fue una decisión colectiva, cuando en Uruguay la ley solo habilita la objeción de conciencia individual.
"Todos los profesionales dicen 'el recurso de objeción de consciencia lo hice individualmente'.
Sin embargo en algunas entrevistas empieza a aparecer un 'nosotros" o 'el departamento' como una unidad, diciendo 'Salto tomó una postura'", explicó Couto.
Uno de las explicaciones recibidas fue la siguiente: "Lo que ocurre es que Salto tomó una postura, en la parte de anticoncepción está organizado, se trabaja, se orienta y se asesora a las usuarias.
Y en la parte de IVE está totalmente independiente porque nosotros hemos tomado una postura yeso se deriva totalmente".
Con base en un informe de Nausícaa Palomeque, de No toque nada.