Al arquitecto se le imputó un delito de homicidio complejo.
El tribunal también modificó la resolución del juez en cuanto a que no se concedió el beneficio de la suspensión condicional de la pena, es decir, el arquitecto no irá preso.
Esto se debe a que la suspensión condicional de la pena establecida en el artículo 126 del Código Penal toma en consideración que "reviste la calidad de primario absoluto y no existen elementos en autos, objetivos y suficientes, que permitan pronosticar una recaída en el delito".
El profesional no será sometido a privación de libertad y el delito se extinguirá si además de "cumplir las obligaciones que le fueren impuestas por ley o judicialmente, se abstuviere de cometer delitos" durante el período de vigilancia de un año.
Los magistrados concluyeron que si se considera el trascendente rol del arquitecto como director de la obra, "su asistencia permanente y su control continuo y de cerca", así como la exigibilidad de "un actuar profesional diligente, perito y prudente", éste tendría que haber dado "la orden inmediata de suspensión de tales trabajos, lo que en el caso no aconteció, intentándose escudar en absoluto desconocimiento, increíble de acuerdo a los datos de hecho que nos brinda la causa".
El abogado defensor había asegurado uno de los operarios fallecidos reingresó a la obra siniestrada, algo que fue negado por el Tribunal, destacando que "menos" lo hizo "para ayudar o salvar algún compañero".
"El derrumbe se descolgó sobre su osamenta cuando intentaba el escape -sin éxito- del mismo", agrega.
"Correspondía al encausado la última palabra en todas las cuestiones que hacían al desarrollo de la construcción", señala el fallo.
Actualizado: 04 de agosto de 2014 — Por: Redacción 180
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