La investigación comenzó a fines del año pasado.
Por un lado, se recibió información de que una adolescente podría estar siendo víctima de explotación sexual a la vez que llegó una denuncia de un hombre por el robo de un celular, que resultó ser de la misma persona.
Una adolescente que trabajaba en un bar de Florida.
Según el auto de procesamiento, "el denunciante relató haber concurrido con una joven a un hotel para mantener relaciones sexuales y cuando la misma se retiró, advirtió que le faltaba su teléfono móvil".
En abril de este año, la misma joven denunció a su madre por violencia doméstica, por lo que la justicia decidió realizar una intervención en el bar en el que trabaja.
Allí constataron que otras dos adolescentes "pasaban copas" a los clientes.
En declaraciones, la joven denunciante afirmó que se trataba de "arreglos con los clientes para mantener relaciones sexuales en otro lugar a cambio de dinero que luego entregaba a su madre para los gastos del hogar".
La jueza del caso, María Fernanda Morales, decidió el procesamiento de cuatro personas por su presunta vinculación con la explotación sexual de estas tres adolescentes.
La madre fue procesada con prisión como autora penalmente responsable de un delito de proxenetismo.
El dueño del bar también fue procesado con prisión por conocer la edad de las adolescentes y la actividad que realizaban en su local.
El tercer procesado con prisión fue un hombre que admitió conocer la edad de la adolescente con la cual mantuvo relaciones sexuales en dos ocasiones, por lo que se le imputó el delito por retribución o promesa de retribución a personas menores de edad.
Además, el padre de la adolescente fue procesado sin prisión por conocer lo que hacía su hija y el posterior intercambio de dinero con su madre y no hacer nada para "proteger su integridad física o moral, incurriendo por ello en incumplimiento de los deberes inherentes a la patria potestad".
Auto de procesamiento completo
Documentos adjuntos:
