Fidel Castro, el "editor" de García Márquez

Gabriel García Márquez conoció a varios líderes políticos del mundo. Fidel Castro fue su amigo y uno de sus "editores", según dijo el escritor colombiano. Su biógrafo definió a García Márquez como un hombre fascinado "con el poder y no por el poder".

Actualizado: 04 de agosto de 2014 —  Por: Redacción 180

Fidel Castro, el "editor" de García Márquez

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En el documental Fidel, de Estela Bravo, García Márquez contó que su amistad con Castro se consolidó a través de los libros.
"Descubrí que es tan buen lector, que yo antes de publicar un libro les traigo los originales.
Es como si fuera un editor de libros, señala contradicciones, anacronismos, inconsecuencias que se le pasan a los profesionales, porque es un lector muy minucioso, constante y le rinde mucho la lectura.
Es que lee siempre", contó el colombiano en ese momento.
En ese mismo documental, García Márquez contó una anécdota sobre sus idas a pescar con Castro.
"Una noche estábamos de pesca y había un amigo que estaba pescando más que Fidel.
Él se hacía el indiferente, estaba de un mal lado y veía que el amigo contaba los pescados para que escuchara que tenía más que él.
Hubo un momento que le dije 'mira, no sigas pescando, porque mientras tengas más que Fidel no nos iremos nunca de aquí y son las cuatro de la madrugada'.
Fidel al fin se empeñó, le pasó una racha de buena suerte y cuando tuvo un pescado más que éste dijo 'nos vamos porque son las cinco'", relató.
En una nota publicada por BBC, se habla de García Márquez y su "fascinación con el poder".
En ella se recuerdan las palabras del director de la revista cultural mexicana Letras Libres, Enrique Krause, quien dedicó un capítulo de su libro "Redentores, ideas y poder en América Latina" a García Márquez y su relación con el poder.
En el escrito, titulado "La sombra del patriarca", Krause (quien es muy crítico del régimen cubano) dice que "no hay en la historia de Hispanoamérica un vínculo entre las letras y el poder remotamente comparable en duración y fidelidad, servicios mutuos y convivencia personal al de Fidel y 'Gabo'".
Según Krause, en la biografía autorizada de García Márquez, escrita por el británico Gerald Martin, se arroja luz sobre los orígenes sicológicos de la relación entre García Márquez y Fidel Castro, y de paso la fascinación del escritor por el poder:"Se remontan a la casa familiar de Aracataca y, en particular, al vínculo de 'Gabito' con su patriarca personal, el coronel Márquez.
Ahí está la semilla de su fascinación frente al poder: cifrada, elusiva, pero mágicamente real".
Además, Krause critica a García Márquez porque nunca es crítico con el poderoso.
"Más allá del lenguaje, la trama no deja de registrar la subjetividad del tirano: sus nostalgias sus miedos, sus sentimientos.
Pero la simplicidad de su mundo interior resulta moralmente ofensiva: rara vez se escuchan reflexiones sobre las responsabilidades y dilemas del poder, cavilaciones sobre el mal, la abyección o el cinismo, mucho menos el atisbo de un drama de conciencia", escribe.
Gerald Martin, el biógrafo de García Márquez, respondió a estas palabras.
En una carta a la revista de Krause, Martin le dijo que "critica a García Márquez por su 'obsesión con el poder' pero esto (.
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) es risible: lo que a él no le gusta es el tipo de poderosos que García Márquez busca (sin añadir el hecho, muy conocido pero no mencionado por Krauze, de que son los poderosos los que buscan a García Márquez, porque él también es un poderoso).
¡Seamos enteramente francos: quién no sabe que el mismo Krauze ha querido siempre estar cerca del poder!".
Martin publicó su biografía de García Márquez en 2008, luego de 17 años de investigación, sostuvo que la fascinación de García Márquez es con el poder y no por el poder.
"García Márquez es claramente un personaje icónico íntimamente relacionado con el acontecer político e histórico de América Latina.
Él ha querido ser siempre testigo del poder y es justo decir que esa fascinación no es gratuita, sino que persigue determinados objetivos.
En los años 70 fue un activista muy directo, un partidario de la revolución cubana y de sus aventuras africanas", dijo a EFE.
"Pero el mundo ha cambiado desde entonces y sus aspiraciones políticas son ahora más defensivas, como proteger la revolución (cubana), en la que ve un símbolo de la independencia y la dignidad latinoamericanas.
Gabriel García Márquez se ha relacionado con Felipe González o Bill Clinton, pero todo el mundo se fija sólo en su relación con Castro", agregó.
Además, Martin dijo que la posición de García Márquez frente a Cuba se transformó con el paso de los años.
De ser entusiasta y proselitista en los 70 -prueba de ello son los reportajes que escribió en esa época, reunidos en "Por la libre"- pasó a una más defensiva y guardada después.
También sostuvo que la relación de García Márquez con los poderosos se dio por una cuestión de química personal porque, a pesar de sus inclinaciones políticas, no fue, por ejemplo, cercano de Daniel Ortega en Nicaragua o Hugo Chávez en Venezuela.