Hablemos

Yo creo que antes, en la época de mis abuelos, ponele, la gente tenía sexo callada la boca. Y que después vino toda una onda "Hablemos" que terminó en cualquiera.

Actualizado: 04 de agosto de 2014 —  Por: Redacción 180

Hablemos

Sin datos (Todos los derechos reservados)

Con mi novio de la juventud no nos decíamos cosas mientras teníamos sexo.
A lo sumo un "te amo", una cosa romántica en algún momento.
Pero una vez adentrada en el mundo adulto asistí con sorpresa a la moda de la charla sexual.
Una "charla" que siempre tiene una impronta muy retórica, hay que decirlo.
"¿Te gusta?", por ejemplo, es una manida pregunta en ese campo.
"¿Y a vos qué te parece?", me dan ganas de responder.
"Si no me gustara, no me hubiera tomado la molestia de desvestirme".
Cuando asumí que no estaba teniendo suerte solo con enfermitos, sino que efectivamente ahora había que hablar, me esforcé en pronunciar parlamentos creíbles, sin exagerar en tonos ni adjetivos.
Pero apenas logré acostumbrarme a esa etapa, ya la vida sexual me tenía preparada otra sorpresa: las fantasías verbalizadas.
Para los que no tenemos fantasías es muy ridículo escuchar a otro imaginarse cosas y decirlas como si las estuviera viendo.
Es como estar con un paciente psiquiátrico que delira.
Hasta miedo te da.
Pero ya pisando los 40, si hay que jugar, se juega.
¿Qué se va a hacer?Hasta que un día no se juega más, como el otro día.
No porque él imaginara que había una muchachita de 22 en la misma cama que yo.
No fue esa parte.
Fue cuando dijo "estudia administración de empresas".
Te lo juro.
Dijo eso.
Le faltó agregar: "En la UTU".
"No, mi viejo.
Si vas a traer gente acá, mínimo una poeta, una fotógrafa, una bailarina.
.
.
La fantasía hiperrealista es otro precio".
Ahí uno añora el tiempo de sus abuelos, cuando la gente se arreglaba calladita con lo que había.
Y llama al radiotaxi.
Más de Marujiji Ilustración: Oscar Scotellaro