Quién es Conchita Wurst, el travesti que ganó Eurovisión

Video. La trayectoria de Conchita Wurst, consagrado el sábado en Eurovisión, es la de un cantante que había buscado el éxito en vano para "renacer como el ave Fénix" gracias a un personaje inventado.

Actualizado: 04 de agosto de 2014 —  Por: Redacción 180

Quién es Conchita Wurst, el travesti que ganó Eurovisión

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"Rise like a Phoenix" es el título de la balada que lo encumbró. Ultraclásica, es también una invitación a resistir para aquéllos que, como Conchita, procedente de una región de provincia en Austria, han tenido que sufrir a causa de ser diferentes.Delicada y graciosa en su personaje femenino, con grandes ojos de venado y una soberbia melena oscura, Conchita completa su 'look' con una barba postiza que le cubre las mejillas y el mentón.Su verdadero nombre es Tom Neuwirth, de 25 años de edad, nacido en la pequeña ciudad de Gmunden. El apellido de su seudónimo, Wurst, significa "salchicha".Tom, quien sólo utiliza su barba postiza en el escenario, al mismo tiempo que se enfunda en un vestido de lentejuelas, llegó a entrever el éxito siendo muy joven, en 2006, primero participando en un popular programa de televisión, "Starmania", y luego integrando un efímero grupo musical de chicos.Después vinieron los cambios. Finalizó sus estudios de moda y compuso el personaje de Conchita, con el que buscó su oportunidad de nuevo en televisión en 2011.En 2012, por muy poco fracasó en su intento de representar a Austria en Eurovisión."Es la historia del paso a través de malos momentos y de la lucha contra cosas difíciles, así como las ganas de superarme creciendo para, espero, convertirme en alguien mejor", comenta Conchita/Tom."Mucha gente dice: soy homosexual pero no necesito barba y un vestido para expresarlo", señalaba en estos días el ahora ganador de Eurovisión. "Yo sólo quiero demostrar que pueden ser aceptados de todas las maneras. Que tienen el derecho a hacer lo que quieran", añade.En un artículo que le consagró recientemente la prensa austriaca, aparece Tom y no Conchita, posando junto a su compañero sentimental, pero también con sus padres, orgullosos y sonrientes, vestidos con trajes tradicionales austriacos.Mientras su candidatura a Eurovisión provocó reacciones negativas en el este de Europa, en su país, aunque poco inclinado a las extravagancias, Conchita Wurst goza más bien de un consenso favorable.El presidente del partido de extrema derecha FPÖ (Partido de la Libertad) austriaco, Heinz-Christian Strache, quien dijo que encuentra "ridículo" al personaje que encarna Wurst, quedó bastante aislado del resto.En plena campaña para las elecciones europeas, los Verdes austriacos, por su parte, subieron hace días a su página en Facebook una foto de Wurst con la leyenda "¡Conchita! ¡12 puntos!".Que los austriacos amen o no a Conchita no es lo que importa, puesto que ésta mejoró el flojo balance de su país en Eurovisión. Su única victoria anterior se remonta a 1966, con "Gracias, querida", Interpretada por Udo Jürgens, y ahora gracias a "ella" organizará la edición 2015.YouTube -->Regreso triunfalConchita Wurst regresó el domingo a Austria, su país natal, en medio de aplausos y felicitaciones, incluido del presidente de este país, por el mensaje de "tolerancia" enviado por la victoria de este travesti barbudo en el festival de Eurovisión 2014.La 'drag queen' fue recibida el domingo al medio día en el aeropuerto de Viena entre una lluvia de purpurina y coros de más de mil aficionados, algunos de los cuales llevaban una barba pintada en el rostro.Conchita empuñó orgullosamente su trofeo ante las cámaras, en medio de un popurrí rojo, blanco, rojo, los colores de la bandera austriaca, y de banderas con los colores del arcoíris, el estandarte de la comunidad gay."Es un lindo día para Austria", declaró el presidente Heinz Fischer en un comunicado.El triunfo de Conchita "no es solamente una victoria para Austria, pero ante todo (es una victoria) de la diversidad y la tolerancia en Europa", escribió Fischer.Además, concluyó el mandatario, "el hecho de que (Conchita) dedique su victoria a todos aquellos que creen en un futuro de paz y de libertad duplica el valor".Toda la clase política saludó el triunfo de esta austriaca, la primera victoria del país en Eurovisión desde 1966. Incluso la extrema derecha del FPÖ, que calificó antes de la competición a la artista travesti de "ridícula", declaró luego que "la gente se regocija cuando hay una victoria"."¡Somos imparables!"Sin embargo, este himno a la diversidad no fue del gusto de los medios tradicionalistas de varios países del este de Europa, principalmente en Rusia.Toda la semana han estado circulando peticiones contra la "abominación" Conchita Wurst, y páginas de indignados han florecieron en Facebook.El viceprimer ministro ruso, Dmitri Rogozin, escribió el domingo en su cuenta Twitter que el palmarés del Eurovisión "muestra a los partidarios de la integración europea lo que les espera al unirse a Europa, es decir, una mujer con barba".Al contrario, en España, el diario El País, aplaudió el triunfo de Conchita Wurst, de quien dijo "tiene innegables capacidades vocales".En Francia, el colectivo LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros) saludó "una victoria de la tolerancia, un mensaje muy fuerte, teniendo en cuenta las declaraciones homofóbicas y transfóbicas hechas antes de la competencia, sobre todo en Europa del este".Sin embargo, Conchita llegó tercera entre los votos de los telespectadores rusos, un resultado que relativiza los comentarios sobre una división de Europa sobre el tema de la homosexualidad entre el este y el oeste.Conchita Wurst, quien sufrió de su diferencia a lo largo de su infancia en una pequeña ciudad austriaca, asume totalmente el carácter militante de su personaje: "¡Somos imparables!", declaró desde el escenario en Copenhague tras el anuncio de su victoria.Al llegar al aeropuerto de Viena, la artista declaró que su victoria no es sólo personal "sino para toda la gente que cree en un futuro sin discriminación".