“La idea de concurrir es Melo es poder intercambiar opiniones con los médicos de allí, que están muy preocupados por la siniestralidad en ese departamento y sobre todo por el incumplimiento de lo que son las normativas actuales de tránsito”, dijo Trostchansky a No toquen nada.
El estudio de observación de Unasev presentado esta semana revela que Melo, capital de Cerro Largo, es una ciudad que está fuera de la ley de tránsito. Allí solo el 3% usa el cinturón, cuando en la mayoría de los departamentos supera el 70% y, además, solo el 5,6% usa el casco cuando en 12 departamentos se supera el 85% de cumplimiento.
Según el informe de siniestralidad de la Unasev, solo un 21% de los siniestrados en Cerro Largo llevaba puesto el casco. En la mayoría de los departamentos el porcentaje de los siniestrados en motos que llevaban casco supera el 70% (incluso en 10 se supera el 80%). El peor, que es Canelones, duplica a Melo.
El año pasado el subcomisario de Cerro Largo, Richard De Brum, quien además es coordinador departamental de seguridad vial y trabaja en conjunto con la Unidad Nacional de Seguridad Vial, dijo a NTN que Botana no controla el uso del casco por una promesa electoral.
“Tenemos excelente relación con el intendente, no hay ningún impedimento para dialogar, pero él se mantiene en su posición política de promesa electoral a raíz de toda una movida que hubo de la ciudadanía, que se levantaron firmas para no usar el casco”, afirmó.
El presidente del SMU dijo que van a solicitarle una reunión a Botana. “Tenemos la intención de reunirnos con el intendente. A pesar de que durante mucho tiempo ha mantenido una posición nunca es tarde para poder emprender un cambio y tratar de hacerle entender que con este tipo de conductas, más allá de los beneficios electorales que puede tener, lo importante y la responsabilidad como gobernante es generar condiciones de mejor calidad de vida y de prevención en salud para los habitantes del Uruguay”, expresó.
Trostchansky dijo que están pensando en realizar campañas de prevención en conjunto con los demás actores que se dedican a este tema.
El médico expresó que “los siniestros de tránsito son a veces una enfermedad olvidada porque parece que a nosotros no nos va a pasar, le va a pasar al de al lado”. “Hay cierta inconsciencia de tomar los recaudos necesarios y por lo tanto tiene que haber una fuerte presencia de quienes impulsan las leyes, de quienes participan directamente de la atención de los siniestrados en accidentes de tránsito, de las autoridades en general y de la sociedad a través de sus representantes en insistir en la necesidad de cumplir con determinadas reglas, porque esto trae consecuencias fatales para miles de uruguayos, miles de familias, trae problemas y gastos a una sociedad que requiere esos gastos para otras necesidades”, señaló.
Los argumentos de Botana
El intendente Botana tiene su forma de interpretar la ley según la capacidad que tiene el inspector de observar y multar, según explicó en 2012 a No toquen nada.
“Si usted además de casco va de armadura, mejor, si va con una armadura y tres colchones por afuera, más protegido está, y si no anda en moto, mejor todavía”, dijo.
“Un inspector que está parado en la calle va a controlar lo que pueda controlar y va a controlar una o dos cosas, no es capaz de controlar todas las cosas a la vez, entonces muchas veces tiene que elegir, y en el caso de elegir, nosotros queremos que controle al que ande rápido, a esa señora que está llevando su hijito a la escuela o que lleva un bolso más arriba de la moto porque es su medio de trabajo. Nunca ha habido un accidente porque vaya una señora con dos niños a la escuela. Veo accidentes a cada rato por exceso de velocidad”, expresó.
Guillermo Besozzi, intendente de Soriano, fue otro de los intendentes que no aplicaba la ley de tránsito pero cambió y ahora el 90% de los siniestrados lo llevaba puesto.
Él consideraba que cada uno podía cuidarse y solo le exigía el casco a los menores de 18 años.
“El casco lo implementé a partir de la Ley de Faltas, dije 'hasta acá llegamos', porque cuando es una falta exige que vos como hombre público la apliques. Un policía que sabe que va alguien cometiendo una falta lo tiene que parar, entonces yo estaba poniendo en un aprieto a todos aquellos hombres públicos -policía o inspector de tránsito- que no estaban cumpliendo con la ley”, señaló.
“No sé si me vencieron, de una vez por todas acepté. Yo acepto que el casco protege la cabeza, lo que digo es que no es lo mismo Montevideo, Avenida 8 de Octubre, Avenida Italia, o andar acá en la vuelta paseando en Mercedes”, dijo.
