A partir de este viernes, comenzará la primera etapa de la implementación de la ley de inclusión financiera. Esto será con la rebaja de cuatro puntos de IVA para pagos con tarjetas de débito y de dos puntos para pagos con tarjetas de crédito.
La rebaja con tarjeta de débito será de tres puntos a partir del segundo año y al tercer año quedará una rebaja permanente de 2%.
En el caso de las tarjetas de crédito, la rebaja es dos puntos el primer año, un punto a partir del segundo y en el tercero desaparece. Esta rebaja se aplica siempre que la compra sea menor a 4000 UI (11.500 pesos).
Pero la mayoría de los comercios como farmacias, quioscos, librerías, papelerías y expedición de artículos comestibles (almacenes y supermercados) no tienen la posibilidad de discriminar cuáles productos tienen IVA y cuáles no.
"El problema que visualizamos es que en algunos comercios puede ser muy difícil la identificación de a qué tasa están gravados los bienes que un comercio vende. En algunos comercios grandes eso no debería ser un problema y en los servicios tampoco. Pero en aquellos comercios pequeños, que venden un set de productos que están exentos, otros gravados con la tasa mínima de 10% y otros con una tasa de 22% podíamos tener problemas", explicó Florencia López, integrante de la Asesoría Macroeconómica del Ministerio de Economía y Finanzas.
Por eso, el gobierno decidió aplicar esta reducción ficta -consagrada en el artículo 21 del decreto reglamentario- que será de 3,28% para las compras con tarjeta de débito o instrumentos de dinero electrónico y de 1,64% para las compras con tarjeta de crédito, menores de 4000 UI (11.500 pesos).
Estos porcentajes equivalen a la rebaja que se pretende en los tres primeros artículos de la ley. Pero también alcanzará a los productos que no están grabados por IVA, por ejemplo, la leche que no está gravada.
"Es un régimen que va a ser muy amplio en cuanto a la cobertura, porque es donde todos los uruguayos realizamos nuestras compras cotidianas. Son todos los comercios que tengan como parte de su actividad la venta de alimentos. Esto implica que el descuento se aplique sobre todos los productos, incluido los que no están gravados por IVA", señaló Martín Vallcorba, también integrante de la Asesoría Macroeconómica del MEF.
Los comercios aplicarán la rebaja sobre el precio final de la compra y se incluye a los productos que no están gravados porque es imposible discriminarlos.
Por fuera de este régimen ficto quedan las facturas de la luz, agua, teléfono y cable. En estos casos el cálculo se hará directamente. En el caso del combustible, solo el gas oil devolverá el IVA porque el resto no está gravado.
Florencia López, la asesora del MEF, dijo que durante el plazo de un año en que durará este régimen ficto, los comercios deberán adquirir la tecnología que les permita discriminar entre los productos que tienen IVA, cuánto tienen, y los que no tienen IVA.
Además, aclaró que el MEF dará facilidades a los comerciantes para adquirir esta tecnología. Esto estará incluido en los decretos complementarios a éste, que también referirán a los POS (Point of service), necesarios para poder pagar con tarjeta, y la interoperabilidad de redes.
