"Argentina está en una situación de default"

Alfonso Capurro, economista de CPA Ferrere, dijo en No toquen nada que Argentina está en una situación de default. Pero, ¿qué puede pasar si esto no se soluciona?, ¿qué repercusiones puede tener en Uruguay?, ¿dónde deben estar las preocupaciones de Uruguay? Las respuestas las dio Capurro.

Actualizado: 31 de julio de 2014 —  Por: Redacción 180

"Argentina está en una situación de default"

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Los denominados fondos Buitre no aceptaron la oferta argentina, de sumarse a las condiciones del canje de bonos que hizo el país en 2010, y el país ingresó en una cesación de pagos particular. Standard & Poor's ya rebajó la nota de la deuda argentina a “default selectivo”. “Eso no existe”, respondió el ministro de Economía, Axel Kicillof. “La intención era forzar a Argentina a una situación ilegal”, afirmó.

El economista Alfonso Capurro analizó la situación en No toquen nada y habló sobre las consecuencias que puede tener esto en Uruguay.

¿Hay default?

Claramente está configurado el default. Venció la prórroga de los 30 días para que los bonistas recibieran el pago de intereses que les correspondía y, en definitiva, estamos en una situación de default.

Como lo dicen las calificadoras, es un default selectivo y no masivo como en 2001. Se dejaron de pagar los intereses de esa serie puntual de bonos y eso es distinto al default de Argentina en el año 2001, aquel de aplausos en el Congreso, que fue masivo y no selectivo. Pero en definitiva, estamos en una situación donde los fondos están retenidos y en la medida en que Argentina no arregle la situación de los holdouts, van a seguir viniendo más vencimientos de intereses de otras series de bonos y los fondos van a seguir retenidos.

Argentina dice que no se puede llamar default porque pagó y quien retuvo el dinero es la justicia. Pero el tenedor del bono no recibe esa plata y eso configura el default. Es cierto que Argentina pagó, pero no está cumpliendo la sentencia judicial que tiene en su contra. Podremos hablar de si la sentencia es justa o no, pero el día que Argentina decidió emitir bajo la ley de Estados Unidos, aceptó regirse bajo las leyes de la justicia de Nueva York, con lo cual no tiene derecho a protestar. Por algo los inversores globales elijen esos tribunales para hacer las inversiones, porque les dan las garantías para hacerlo.

¿Qué puede pasar si no hay solución?

Si no hay una solución a la situación en estos días, seguiremos con el default hasta fin de año. Está claro que el mercado venía apostando a que hubiese una solución en estos días, la bolsa y los bonos habían subido, o sea que, evidentemente, el mercado estaba operando como si fuese a haber un acuerdo. Habrá que ver si el mercado se decepciona y hay impacto sobre el dólar blue, pero si la solución no sale rápido, vamos a tener un impacto en el mercado y tal vez en el dólar blue. Después, más en el mediano plazo, si no hay solución, la noticia no es buena para Argentina. Podrá ser más o menos dramático, pero Argentina venía trabajando con un plan para ingresar al mercado internacional de capitales y poder obtener una fuente genuina de financiamiento que le permitiera hacer políticas públicas e inversión privada. Esto estira la agonía que viene sufriendo por falta de financiamiento, venía con un plan adecuado desde enero y esto es un trancazo fuerte y un retroceso importante.

¿Qué repercusiones puede tener en Uruguay?

En los últimos años, hay sectores de Uruguay que han sufrido por esta inestabilidad de Argentina y probablemente este sufrimiento se estira un poco más. No es una buena noticia, no es dramático, pero no es bueno.
En el turismo es claro, la mitad del gasto viene de turistas argentinos, pero en los últimos dos años el ingreso cayó más de 400 millones de dólares, de los cuales los argentinos explican más de 250 millones. El turismo cayó porque Uruguay está caro, pero, sobre todo, está caro para los argentinos.
También tenemos la otra cara de la moneda, que es lo que llamamos el turismo emisivo. Esto es lo que gastamos los uruguayos en el exterior. Los últimos datos muestran que estamos gastando 1.300 millones de dólares en el exterior, casi tres veces más de lo que gastábamos en 2010. La mayor parte de ese gasto va hacia Argentina. Esto es reflejo de un buen nivel de ingresos en Uruguay, eso es para celebrar, porque todos vivimos mejor y tenemos la posibilidad de viajar al exterior, pero también implica que es plata que gastamos afuera y no en Uruguay, por lo tanto, estamos quitando posibilidades a rubros locales, que están sufriendo caídas de ventas.

Lo que no se puede saber es cómo van a reaccionar los mercados en Argentina, con qué violencia, cuánta inestabilidad puede haber y cuánto de eso puede contagiar a Uruguay. No por un problema macroeconómico en sí mismo, si no porque el barrio se complique y eso genere inestabilidad. Eso es difícil de calcular.

Pero no hay ninguna razón para pensar que Uruguay tiene una conexión económica con Argentina como la tenía en el pasado. Si lo pensamos bien, hace 10 años que venimos desconectados de los problemas financieros que hay en Argentina. La realidad es que la crisis grande del 2002, que en Uruguay vino atrás del default argentino, en parte se originó por algo que hoy no está vigente y que era la conexión que tenía el sistema bancario uruguayo con el argentino. No tanto del lado de los depósitos, más bien del lado de los créditos. En 2002, uno de cada cinco dólares que tenían prestados los bancos, en promedio, estaban prestados a no residentes, que sobre todo eran argentinos. Entonces, cuando Argentina hace el default, devalúa y todo lo demás, se corta la cadena de pagos y eso arrastra a algunos bancos. Hoy, después de la lección aprendida y de cambios en la regulación, la exposición de los créditos bancarios a los no residentes es menos del 1% del total, o sea es prácticamente despreciable o nula. No hay canal de contagio vía sector bancario, que en algunos casos es el factor que expande la crisis o el contagio financiero. En principio, como consecuencia en Uruguay estamos esperando un poquito más de lo que vivimos en los últimos años, que afectó al turismo, la vestimenta y los autopartes, que dependen de Argentina.

¿Dónde deben estar las preocupaciones de Uruguay?

Es lógico que haya preocupación por Argentina, por la historia y los antecedentes. Pero estamos muy preocupados por la situación de Brasil, que sigue siendo nuestro principal socio comercial, junto con China, Argentina dejó de serlo hace varios años y la situación de Brasil hoy es complicada. Está trancado, dejando de crecer, este año va a crecer menos del 1% y ya estamos empezando a ver síntomas de una posible depreciación de su moneda. La devaluación de Brasil 2011 deterioró la competitividad de Uruguay. No decimos que vaya a pasar de nuevo, pero hay síntomas de que es posible y Uruguay no lo va a poder acompañar. La preocupación es en todos lados y lo de Argentina se suma. El barrio está agitado.