La semana pasada Rusia ofreció a varios países sudamericanos ampliar sus exportaciones en ese país como forma de compensar la suspensión de importaciones de la Unión Europea y Estados Unidos. El gobierno de Vladimir Putin tomó esta decisión por las sanciones que le impusieron a raíz de la situación en Ucrania e incluso fue convocado el embajador uruguayo en Moscú, Aníbal Cabral, quien contó a No toquen nada que le manifestaron que habría flexibilidad en aspectos sanitarios.
Sin embargo, los sectores que más exportan tienen bajas expectativas respecto al nuevo escenario.
Gabriel Bagnato, gerente general del Instituto Nacional de la Leche dijo a No toquen nada que en los últimos días hay industrias que han recibido más llamados que los normales desde Rusia, pero descartó que pueda producirse un impacto significativo en el corto plazo
Bagnato hizo énfasis en que los buenos precios a los que Uruguay está colocando sus productos actualmente y que eso dificulta redireccionar las ventas a Rusia. "Llega a más de 60 destinos, tiene una colocación muy importante en valor por lo que es una posibilidad de desarrollo de mercado, pero siempre hay que mirarlo en el general de lo que es el sector lácteo. Es un destino importante para Uruguay. Se ha llevado en el orden del 50 y 70% de la manteca que Uruguay exportó al mundo. Es verdad que hubo una mayor afluencia de contactos, pero tampoco es que este destino está dispuesto a pagar precios superiores a los que Uruguay logra en la región", afirmó.
Desde el gobierno manifestaron a No toquen nada que se podrá vender un poco mejor la carne, pero sin que cambie demasiado la situación.
Además, en el comercio de frutas y verduras no habrá impacto en el corto plazo porque el fuerte de la producción llega después del invierno. Rusia es el destino tradicional de la citricultura uruguaya. Federico Montes, asesor del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca en citrus, dijo a No toquen nada que la situación no cambia mucho para Uruguay por un tema de estacionalidad de la producción.
