El abogado del sindicato de INAU, Juan Raúl Williman, dijo a No toquen nada que la denuncia partió de otro funcionario.
“El expediente principal tiene la denuncia de otro funcionario. Las que inician el trámite son las propias autoridades del Sirpa que reciben la denuncia administrativamente y así la presentan. Es verdad que entre las denuncias que hay ahí la principal es la de otro funcionario”, explicó.
Además, la justicia intimó a otros siete funcionarios del mismo hogar para que designen un abogado defensor.
Los nombres coinciden con las denuncias de la sociedad civil. El año pasado, No toquen nada realizó una visita con la Comisión de los Derechos del Niño a la Colonia Berro, en Canelones, y a los centros de reclusión de jóvenes de Montevideo.
En esa recorrida los jóvenes de los distintos centros denunciaron que el centro Ser era el peor de todos y acusaron a algunos funcionarios.
Les dicen “los brazos gordos”. Fueron denunciados por el comité contra los derechos del niño, Serpaj, Iaci, el Instituto de Derechos Humanos, las madres de los adolescentes y el Organización Mundial Contra la Tortura.
Los nombres son siempre los mismos.
Durante la recorrida en la que participó No toquen nada, estaba el abogado suizo Eric Sottas, consultor de la Organización Mundial Contra la Tortura. Sottas afirmó que uno de los problemas serios es que hay funcionarios muy violentos.
“Creo que la mayoría de los funcionarios no son violentos, pero en la medida en que hay una total impunidad de lo que son los brazos fuertes, los demás no se atreven a denunciar”, afirmó.
El fiscal pidió el procesamiento con prisión de uno de estos funcionarios.
Esta denuncia fue iniciada por otro funcionario que grabó un video mientras ocurría una golpiza. La denuncia fue presentada en noviembre en la Comisaría de Suárez y de allí se derivó a la justicia.
En el video se ve la espalda de un funcionario pegándole a alguien. La persona que recibe la golpiza grita que pare y menciona su apodo. El abogado del Sindicato del INAU dijo que el video le genera dudas, sobre todo porque el funcionario está de espaldas.
“Es difícil hablar de pruebas audiovisuales porque es muy subjetivo”, dijo. Pese a que el video muestra la golpiza y se menciona el apodo del funcionario del que se pidió el procesamiento, el abogado sostuvo que para él “no está claro”.
