Uruguay suscribió el tratado de Marrakech para facilitar acceso a textos

Uruguay suscribió el tratado de Marrakech y se comprometió a "facilitar" el acceso a obras publicadas a personas con discapacidad visual. Braille, letra grande y audiolibros son algunas de las herramientas que se pueden utilizar. La Unión de Ciegos del Uruguay saludó la iniciativa y señaló que ahora se debe pensar en la implementación.

Actualizado: 24 de agosto de 2014 —  Por: Redacción 180

Uruguay suscribió el tratado de Marrakech para facilitar acceso a textos

Sin datos (Todos los derechos reservados)

El proyecto fue aprobado por unanimidad en el Parlamento y pasó al Ejecutivo.

Este tratado fue suscrito en Marrakech, Marruecos, el 27 de junio de 2013 y busca "facilitar el acceso a las obras publicadas a las personas ciegas, con discapacidad visual o con otras dificultades para acceder al texto impreso", como señala el artículo único de la ley. En los principios generales de aplicación, establecidos en el artículo 10 del tratado, quien suscribe asume el compromiso de "adoptar las medidas necesarias para garantizar la aplicación".

"Ahora es tiempo de trabajar para materializar y poner en práctica este tratado, es tiempo de su implementación, para lo cual esperamos aportar para que esta herramienta llegue democráticamente a todas las personas que lo requieren", expresó la Unión de Ciegos.

Este tratado fue promovido por la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI). Fue negociado por 600 delegados de los 186 estados miembros de la OMPI.

En el tratado se reconocen las dificultades para acceder al texto impreso que tienen las personas ciegas o con bajas visión. "Esto limita su libertad de expresión, incluida la libertad de recabar, recibir y difundir información e ideas de toda índole en pie de igualdad con otras, mediante toda forma de comunicación de su elección, así como su goce del derecho a la educación, y la oportunidad de llevar a cabo investigaciones", explica.

También se aclara que algunos estados ya establecieron medidas, pero los ejemplares disponibles en formatos accesibles son pocos. Según la Unión Mundial de Ciegos, de los varios millones de libros que se publican cada año en el mundo, menos del 5% se ponen a disposición de las personas con discapacidad visual en formatos accesibles.

Actualmente, la Unión de Ciegos toma los textos impresos en tinta, los escanean, los digitalizan y después lo convierten a cualquier formato que necesiten. "Es una tarea muy casera, pero lo hacemos porque no tenemos los permisos de las editoriales para que nos den archivos originales para hacerlo directamente. Es un trabajo largo. Si tuviéramos la matriz de entrada, sería mucho más rápido y limpio. Además, tendría el consentimiento de las editoriales, que es lo que nos interesa", comentó a 180 Gabriel Soto.

Eso se consigue con la aprobación de tratado, que establece condiciones de amparo para los beneficiarios.

El tratado entiende por "ejemplar en formato accesible" a "la reproducción de una obra, de una manera o forma alternativa que dé a los beneficiarios acceso a ella, siendo dicho acceso tan viable y cómodo como el de las personas sin discapacidad visual o sin otras dificultades para acceder al texto impreso". La mejora del acceso a las obras publicadas se pretende dar a través de formatos como el Braille, letra grande y audiolibros, explica OMPI.

Las entidades autorizadas a hacer estos ejemplaros no deben tener fines de lucro y deben estar reconocida por el gobierno. Además deben respetar la integridad de la obra original y la obra accesible solo puede ser usada por los beneficiarios.

El tratado define como beneficiados a las personas ciegas o que padezcan una discapacidad visual que les dificulte leer, pero también están contempladas aquellas personas que no puedan, por una discapacidad física, sostener o manipular un libro o centrar la vista o mover los ojos en la medida en que normalmente se considera apropiado para la lectura.

El tratado también se promueve la cooperación y el intercambio transfronterizo. Además, el país formará parte de una Asamblea integrada por todos los países contratantes donde se tratarán "cuestiones relativas al mantenimiento y desarrollo del tratado, así como las relativas a su aplicación y operación.

Desde la Unión de Ciegos explicaron a 180 que es necesario esperar a que otros 19 países hagan lo mismo para poder empezar a compartir los textos en formato accesible entre los estados firmantes. "Cuando esté completado podremos, por ejemplo, pasarle a España todos los audios que tengamos acá, o viceversa", indicó.