Correr dos días seguidos para "tocar el cielo con las manos"

Numerosos tramos en altitud y condiciones climáticas como frío, lluvia y nieve, hacen de la Ultra-Trail du Mont- Blanc la prueba de montaña más dura del mundo. El uruguayo Diego Rodríguez será uno de los 2.300 corredores que estarán casi 48 horas tras el sueño de cruzar la meta luego de correr 168 kilómetros.

Actualizado: 27 de agosto de 2014 —  Por: Diego Muñoz

Correr dos días seguidos para "tocar el cielo con las manos"

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Rodríguez hizo atletismo desde la primaria, pero algunas lesiones lo obligaron a buscar otra alternativa. Y hace 15 años encontró el running. “Es algo que me apasiona y me hace muy bien. Lo disfruto y saboreo”, contó a 180.

Ahora está ante su máximo desafío. Correr la Ultra-Trail du Mont-Blanc (UTMB), carrera para la cual clasificó en las pruebas de montaña de las que participó por dos años en Argentina. Es que la Mont-Blanc no la corre cualquiera, sino solo quienes suman siete puntos de carreras que califican en función de su dificultad.

El Ultra-Trail du Mont-Blanc son 168 kilómetros con 9.600 metros de desnivel positivo. Los competidores saldrán el viernes 29 a las 17:30 del centro de Chamonix y tendrán hasta 46 horas para cruzar la meta. La carrera comienza y termina en Francia pero pasa por Italia y Suiza.

Rodríguez competirá en la prueba de montaña más dura que existe. Los corredores deberán superar tramos de 2.500 metros de altura y condiciones climáticas como el viento, frío, lluvia o nieve.

“Me prepare con entrenamientos en la Rambla, el Cerro y los fines de semana grandes entrenos en las Sierras. Complemente con gimnasio dos veces por semana”, dijo el competidor.

El día de Rodríguez durante la etapa de entrenamiento comenzaba a las cinco de la mañana. “Un desayuno livianito, unos mates y a la cancha”, contó. Luego de tres o cuatro horas de entrenamiento comenzaba su jornada laboral.

Suplir las diferencias entre la geografía uruguaya y la de Mont-Blanc no fue fácil. “Fui a las Sierras, bosques los fin de semana, es la única que tenemos como para entrenar en un terreno algo parecido a lo que vamos a correr, mucho desnivel y senderos complicados con piedras”, explicó. Rodríguez agregó que “tan importante como la parte física es la parte psicológica, eso también se entrena”.

Rodríguez tiene claro los lugares que deberá pasar, la dureza de la competencia. “Antes de cualquier carrera hay una planificación y más cuando son 168 kilómetros. La alimentación e hidratación juegan un papel fundamental. Creo que UTMB ya la corrí unas 15 veces”, dijo entre risas.

Al claro de luna, los corredores bordearán l'Aiguille de Bionnassay y atravesarán el Col du Bonhomme. Con la salida de sol, pasarán el Col de la Seigne y entrarán en Italia, en el Valle Veni, dominado por la Noire de Peuterey y los glaciares que descienden del Mont Blanc.

Más tarde llegarán al Val Ferret, custodiado por la Dent du Géant y las Grandes Jorasses antes de pasar a Suiza. Los que sigan en la competencia atravesarán Bovine y Tseppes, pasarán frente a l'Aiguille Verte, la vertical de los Drus y el Mont Blanc, para aproximarse a la llegada en el centro de Chamonix.

El 29 de agosto de 2014 a las 17:30 Rodríguez será uno más entre las 2.300 personas que compartirán un sueño: dar la vuelta al Mont Blanc en menos de dos días. “Para mi es lo máximo que me ha pasado. Es tocar el cielo con las manos”.