“Popeye” fue parte de la estructura criminal del Cartel de Medellín. Él mismo confesó que mató a 250 personas y que participó del asesinato de otras 3.000. Fue condenado por delitos como el magnicidio del candidato a presidente Luis Carlos Galán y el atentado de un avión de Avianca en el que murieron 107 pasajeros. Escobar mandó derribarlo porque creía que iba César Gaviria, otro candidato colombiano. Bajo las operaciones de Velásquez también murieron altos mandos de la policía, periodistas y magistrados.
Fue uno de los hombres que, junto con Escobar, se entregaron a las autoridades colombianas en 1991. En ese momento fueron recluidos en la cárcel "La Catedral", cerca de Medellín, que el mismo capo construyó y de la que se fugaron al año. Sin embargo, pocos meses después, "Popeye" se volvió a entregar y desde entonces estuvo preso y colaborando con la justicia.
"Popeye" ha estremecido al país por la frialdad con la que ha narrado sus crímenes. “Eso de que uno no duerme pensando en los muertos no se aplica conmigo... los actos que he cometido no me han quitado el sueño”, ha dicho.
Estudió 14 carreras en prisión y se graduó como recuperador ambiental. Aún hoy sigue admirando a su jefe. “Si Pablo Escobar volviera a nacer me iría con él sin pensarlo”, dijo en una entrevista. “Era un ser de otro planeta”, agregó en El Tiempo.
Velásquez Vásquez, pagó su condena en la Cárcel de Máxima Seguridad de Combita, en Tunja. Allí estuvo durante 22 años.
En la entrevista con El Tiempo “Popeye” contó cómo fue su acercamiento a Escobar. “Comencé a trabajar con un ingeniero, un señor que le decían Nandito, amigo de Gustavo Gaviria, primo del patrón. A Nandito le tocó a arreglar un toro mecánico de la hacienda Nápoles. Allí fui testigo, por primera vez de la vida que yo podía llegar a tener. Un año después un conocido me puso a trabajar de conductor y escolta de una niña del barrio El Poblado, Elsy Sofía. Empecé a trabajar con ella y resultó siendo novia de Pablo Escobar”, dijo.
A los 18 años empezó a trabajar para el Cartel de Medellín. “Empecé a recibir 'contratos' (asesinatos) por parte de esta organización. Comencé a operar al lado de 'Pinina', él me enseñó a trabajar. Después me dejaron 'caminar' solo. A tirar operativos tan grandes como el secuestro del señor Andrés Pastrana. A ser la cabeza de acciones como el secuestro y posterior asesinato del procurador Carlos Mauro Hoyos. A dirigir los asesinatos de personajes de la justicia de este país. A callar a más de un periodista”, contó.
Pero el asesinato más difícil fue el de su propia novia. “El Patrón me pidió que me la 'bajara'”, recordó en otra entrevista a la revista Don Juan.
"Yo la quería con toda mi alma”, dijo. Wendy Chavarriaga Gil era su mujer oficial, una modelo espectacular. A “Popeye” no le importaba que ella hubiera sido una de las amantes de Pablo Escobar ni que hubiera estado a punto de ser madre de un hijo de su jefe. "Ella quedó embarazada de él por la plata, pero el Patrón no quiso saber nada de eso y le mandó a dos pelaos y a un médico para que le sacaran al muchachito", contó. Para vengarse Wendy se convirtió en informante del Bloque de Búsqueda que en ese momento perseguía a la organización del capo. Escobar le encargó a “Popeye” el asesinato y éste que "la amaba profundamente" hizo el resto: “Yo le puse una cita y le mandé cinco sicarios para que acabaran con ella”.
Para “Popeye” hay sutilezas y códigos de ética, como “no asesinar a alguien que estuviera con un niño. Jamás lo hicimos”.
