Suecia: victoria del obrero y sindicalista Stefan Löfven

El líder de los socialdemócratas suecos, Stefan Löfven, dijo que está "listo para explorar la posibilidad de formar gobierno" tras la victoria de la izquierda en las legislativas de este domingo.

Actualizado: 15 de setiembre de 2014 —  Por: AFP

Suecia: victoria del obrero y sindicalista Stefan Löfven

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Por Hugues HONORÉ

Tras el recuento del 99% de los votos, los socialdemócratas ganaron las elecciones con un 31,2% de votos.

Ante sus seguidores congregados en Estocolmo, Löfven, de 57 años, que fue obrero y sindicalista, tendió la mano a "otros partidos democráticos" que deseen trabajar con él en el Parlamento, con excepción de los Demócratas de Suecia (extrema derecha), con los que descartó negociar.

"No habrá cooperación con ellos. Tengamos presente que un 87% de suecos no los ha votado", dijo Löfven.

En una entrevista de la agencia sueca TT, Löfven calificó a los Verdes como "compañeros de trabajo naturales" y al Partido de Izquierda como "partido con el que mantenemos una buena colaboración".

Pragmático y posicionado en el centro-izquierda, Löfven ha parecido interesado también por unas discusiones con partidos de la coalición gubernamental saliente, sin los que no podrá disponer de mayoría absoluta en el Parlamento.

Pero los líderes respectivos de esos partidos de centro-derecha se han mostrado juntos en la televisión pública SVT para afirmar que no estaban dispuestos a romper su alianza electoral.

Los socialdemócratas tendrán que hacer frente al histórico avance de los Demócratas de Suecia (SD), partido de extrema derecha que se convierte en tercera fuerza del país con el 13% de los votos frente a los 5,7% que obtuvo hace cuatro años, según las últimas proyecciones.

"Ahora nosotros lo decidiremos todo ... Hay que gobernar el país y será difícil si no están dispuestos a escucharnos", dijo Jimmie Akesson, de 35 años, el líder de este partido anti-inmigración que hasta ahora era marginal.

"Lo que estamos viviendo es la implantación de los Demócratas de Suecia en el paisaje político", lamentó por su parte el ministro de Exteriores saliente, Carl Bildt, en declaraciones a la agencia de prensa TT.

El avance de este partido es parecido al de otras formaciones ultraderechistas en Europa, como el Ukip en Gran Bretaña, el Frente Nacional en Francia o el Partido Popular en Dinamarca.

Desgaste de las reformas liberales

Estas elecciones marcan el final del reino del primer ministro Fredrik Reinfeldt, de 49 años, que ocupa el puesto desde hace ocho años y que a pesar de su buen balance económico paga el desgaste de sus reformas de corte liberal.

"El pueblo sueco ha decidido. Por consiguiente, mañana lunes presentaré mi dimisión", dijo Reinfeldt a sus partidarios al reconocer su derrota.

Si Stefan Löfven se convierte en primer ministro podrá aprovechar la buena salud de la economía sueca y de las finanzas públicas. Pero la formación de un gobierno con los Verdes y el Partido de Izquierda podría complicarse por cuestiones sensibles como la energía nuclear o la defensa.

El otro desafío de Löfven será la política migratoria que atrae cada años 80.000 extranjeros a Suecia, un país de 9,7 millones de habitantes, y alimenta el crecimiento de la extrema derecha.

Los votantes del SD son suecos que se sienten abandonados por los partidos tradicionales y rechazan el consenso que ha habido hasta ahora sobre la inmigración.

"Básicamente son votantes de las clases populares, de todas las edades, dos terceras partes de ellos son hombres", explica el politólogo Anders Sannerstedt. "No son marginales sino suecos ordinarios", asegura.

El SD es partidario de aumentar la protección social a los más desfavorecidos pero al mismo tiempo es conservador en cuestiones sociales.

Según las previsiones de la televisión pública, el partido de extrema izquierda Iniciativa Feminista obtendría 3,1% de los votos, menos del 4% necesario para entrar en el Parlamento.