La presentación se realizó en Kibón y comenzó cerca de las 19:00. Antes que el candidato presidencial, hablaron Pablo da Silveira, coordinador de los equipos técnicos en el armado del programa, la diputada Ana Lía Piñeyrúa y el candidato a la vicepresidencia, Jorge Larrañaga.
En su discurso, Lacalle abarcó una variedad de temas de los incluidos en su agenda política. Respecto a la economía, señaló que su gobierno heredaría “un enorme déficit”, que el país tiene “por impericia”. Indicó como uno de los objetivos de su mandato el reducir ese déficit 1,5 puntos como mínimo sin recortar en políticas sociales.
“No sería cierto si les digo que vamos a reducir el déficit a cero y mantenemos planes sociales y reducimos impuestos. Si las cosas se hacen bien, si nuestro producto se vende mejor, si podemos alivianar los costos del Estado, otra será la conducta económica”, apuntó.
Dijo, también, que querían regresar a cuando existió una “una sociedad integrada con una fortísima clase media que servía para articular a la sociedad, a la cual todo el mundo quería pertenecer”. Para ello, señaló como medidas sociales el plan de terminar con los asentamientos en diez años, al que definió como “el plan más oneroso que va a tener nuestro gobierno”.
Además, sobre los receptores de las prestaciones del gobierno, dijo: “no le vamos a regalar nada a nadie, todo el mundo va a colaborar con lo que esté pasando”. Agregó que tendrá “especial dedicación con el que la rema, que está en la franja mínima, que paga impuestos y se pregunta: ‘¿les importaré?’”. Para eso, anunció que pondrá en marcha el Plan Estamos contigo.
Señaló que cuando el Frente Amplio asumió en 2005 “vio, acertadamente, que Uruguay tenía una emergencia social”. Al respecto, apuntó que, “por suerte, los tiempos han cambiado. Hoy tenemos una emergencia educativa y de seguridad humana”. Dijo que están determinados a empezar a gobernar el 1º de diciembre porque hacerlo en marzo de 2014 “es tarde”.
Lacalle apuntó que “la transparencia nos obliga a ser mejores” y que “tenemos que tener control sobre dineros públicos que recibimos y en qué los gastamos” y así “no andar en ese agujero negro que estamos hace tiempo”.
“Hace diez años en nuestro país que se manda por imposición. Que no haya mayorías absolutas es una gran oportunidad para el dialogo. La forma más linda de mandar es por convicción. La necesidad de hacer entender al otro que lo que queremos hacer no sólo es mejor porque tiene un voto más sino porque hace más feliz a la gente”, indicó.
Agradeció a todos los que estuvieron con ellos y cerró el acto señalando: “quiero decirles aquí, en este tono, con la seguridad que tenemos, con mucha responsabilidad y con mucha alegría: nosotros nos queremos hacer cargo”.
