Riesgo para los peatones por deterioro de casas abandonadas

En los municipios B y C de Montevideo hay 339 inmuebles “visiblemente abandonados”, según mostró un estudio realizado por un equipo de arquitectos y la Defensoría del Vecino. La arquitecta Mariana Ures, una de las responsables del proyecto, dijo a 180 que 7% de las construcciones relevadas son del Estado y que no imaginaban el alto número de casas abandonadas.

Actualizado: 19 de setiembre de 2014 —  Por: Redacción 180

Riesgo para los peatones por deterioro de casas abandonadas

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La investigación se llama “IVAbc. Relevamiento, conceptualización y caracterización de inmuebles visiblemente abandonados en los municipios B y C de Montevideo” y estuvo a cargo de los arquitectos Gonzalo Bustillo y Mariana Ures.

Fue necesaria una recorrida por las zonas comprendidas por el municipio B -de Ciudad Vieja al Parque Rodó, abarcando parte de la Aguada, La Comercial, Tres Cruces- y el C -Aguada, Aires Puros, Arroyo Seco, Atahualpa, Bella Vista, Brazo Oriental, Capurro, Prado, Goes, Jacinto Vera, Larrañaga, La Comercial, La Figurita, Mercado Modelo, Bolívar, Reducto y Villa Muñoz-.

A partir de los datos recabados en un relevamiento visual, sumado al cruzamiento de datos con diversas dependencias municipales -Catastro y Avalúo, Recursos Financieros, entre otras- se llegó a resultados que, en algunos casos, sorprendieron a los propios autores.

Según contó Ures, una de las cosas que más les llamó la atención fue la cantidad de viviendas abandonadas con deuda inmobiliaria que hay en esos municipios. Explicó que tenían la hipótesis de que los dueños estaban aguardando que subiera el valor de la tierra para volver a poner la propiedad en el mercado pero no se imaginaban que muchos no pagaran su deuda con la Intendencia.

Por otra parte, también les sorprendió el elevado número de casas abandonadas. “Con la bonanza que tiene el sector de la construcción nos imaginamos que habría menos, pero sigue habiendo muchísimas que ni siquiera se gestiona su inclusión en el mercado inmobiliario”, comentó.

El informe constata que de los 339 inmuebles relevados, “145 constituyen riesgos ostensibles para los peatones, 54 configuran casos de ‘no explotación’ y 60 presentan potencial ‘intrusión de terceros’”.

Entre las conclusiones, la arquitecta destacó la diversidad de tipologías que vieron cuando relevaron las casas abandonadas. Contó que muchas tienen valor patrimonial desde el punto de vista arquitectónico, algunas están ocupadas y que hay villas históricas y edificios completos abandonados.

A su vez, señaló que la Intendencia de Montevideo debería generar estrategias para cobrar a los contribuyentes morosos con este tipo de inmuebles. Para Ures, la comuna “no facilita una estrategia de pago a quien ya tiene deuda” por lo que “el sistema hace que cada vez sea más difícil liquidar la deuda”.

Además, contó que la Intendencia tiene instrumentos normativos para cobrar a la edificación inapropiada -casas tapiadas, ocupadas, baldíos, etc-. Sin embargo, apuntó que existe una falta de aplicación de la normativa. Tanto es así que el 83% de los inmuebles tapiados que relevaron, no tienen impuesto a la edificación tapiada.

También, contó que existe un proyecto de ley que contempla a las casas abandonadas como vacías para ingresar en una cartera de inmuebles del Estado. Sin embargo, indicó que un 7% de los inmuebles abandonados ya pertenece al Estado. Tomando en cuenta estas dos situaciones, Ures planteó que el Estado debe diseñar un aparato de gestión eficiente, ya que “no sirve acumular bienes sino poder gestionarlos”.

Al final del trabajo, Ures y Bustillo proponen la creación de un Observatorio Inter-Institucional de Abandono Edilicio en Áreas Centrales de Montevideo. Esta institución buscaría que “se fortalezca el conocimiento de la problemática y se promuevan procesos continuos de diseño, implementación y evaluación, además de representar una alternativa para robustecer las políticas públicas en el tema”.

Ures señaló que presentaron un proyecto a la Comisión Sectorial de Investigación Científica (CSIC) de Udelar, junto a la Defensoría del Vecino para seguir estudiando el tema. Además, existe la expectativa de poder llegar a generar tipologías de distintas propuestas que deriven en acciones.

“La idea de acá al futuro sería ampliar el universo de estudio en el territorio de la ciudad, seguir involucrándonos con actores para poder intercambiar y ver qué perspectivas tienen y poder detectar tipologías de abandono para poder, sobre eso, proponer instancias de acción y que esas casas sirvan para lo que fueron hechas”, explicó.