Sarkozy vuelve a la política

El retorno del expresidente conservador Nicolas Sarkozy a la arena política en Francia es una buena noticia para el jefe del Estado, el socialista François Hollande, al permitirle unir a sus tropas ante el detestado adversario común.

Actualizado: 20 de setiembre de 2014 —  Por: Redacción 180

Sarkozy vuelve a la política

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¿Desea el retorno de Sarkozy? "¡Desde luego! Desde hace dos años estamos solos en el ring. Ahora se verá lo diferentes que somos" declaraba hace poco el ministro socialista Jean-Marie Le Guen.

Hollande llegó al poder en mayo de 2012, tras derrotar en la elección presidencial al presidente saliente, Nicolas Sarkozy, que anunció entonces su retirada de la política.

El viernes el expresidente dijo que regresaba a la arena política y presentó su candidatura a la presidencia de su partido, Unión por un Movimiento Popular (UMP), con el objetivo implícito de reconquistar la presidencia del país en 2017.

"Para François Hollande, para el gobierno, para la izquierda, es sin lugar a dudas una buena noticia", asegura el politólogo Eddy Fougier.

El regreso de Sarkozy "unirá a la izquierda y a un Partido Socialista desunidos" y desorientados por la línea derechista del ejecutivo de Hollande.

Pero también permitirá reexaminar el "balance" de la presidencia de Sarkozy (2007-2012), que los franceses "enjuician severamente", recuerda Frédéric Diabi del instituto de sondeos Ifop.

Pese a una retirada de casi dos años y medio, Sarkozy sigue siendo una de las personalidades más polémicas de Francia, y dos de cada tres franceses no quieren su regreso.

Por ello, durante las ultimas semanas, muchos responsables socialistas confesaban su impaciencia de hallarse otra vez ante su "mejor enemigo". "La perspectiva de su retorno nos hace mucho bien" a los socialistas, admitía ya en julio pasado el presidente de la Asamblea Nacional Claude Bartolone.

Izquierda versus derecha

El primer ministro Manuel Valls es de la misma opinión: esta semana designó a Sarkozy como el personaje con el que quiere debatir "proyecto contra proyecto", en una "confrontación con la derecha".

"Juzgaremos (a Sarkozy) según el estado en que dejó al país" afirmó Valls este miércoles. Muy criticado por el ala izquierda de su partido, el primer ministro logró esta semana un apretado "voto de confianza" en la Asamblea Nacional, en el que 31 diputados socialistas rebeldes se abstuvieron.

"El regreso de Sarkozy nos permite centrar el verdadero debate en el país. El verdadero debate no es entre socialistas y socialistas. Es entre la mayoría (socialista) y la oposición" conservadora, resumía el diputado del PS, Jean-Jacques Urvoas.

El expresidente es ciertamente favorito para encabezar otra vez su partido UMP --sumido en grandes disensiones internas desde la derrota de 2012-- , pero la reconquista de la presidencia del país en 2017 se antoja mucho más difícil.

Sarkozy, además de sus problemas con la justicia (está citado en media docena de causas), tendrá que hacer frente a una fuerte oposición interna, ya que se prevé la celebración de unas primarias en la derecha ante de la elección presidencial.

"La izquierda le va a reprochar su balance. Y en la derecha, algunos pueden reclamar un derecho de inventario" crítico sobre su presidencia, estima Fougier.

"Sarkozy quiso encarnar la ruptura, pero no la llevó a cabo. Prometió reformas pero tuvo miedo de la calle y las reformas no se hicieron" añade. "Lo que Hollande y Valls dicen querer hacer es lo que Sarkozy no se atrevió a hacer. Le pueden reprochar: +Nosotros sí hacemos el trabajo sucio+", concluye.

En todo caso, según Frédéric Dabi, "el regreso de Nicolas Sarkozy podrá servir como una distracción" pues la atención no estará "polarizada" en el gobierno socialista. "Pero ello no mejorará la situación del ejecutivo, porque su impopularidad está basada en criterios, en una ausencia de resultados", sentencia.

AFP