Abogado comunista y un ferviente defensor de causas de derechos humanos, Contreras fue designado por primera vez en el cargo por la propia Bachelet.
"Desconozco en su profundidad las declaraciones del embajador y he pedido que me entreguen un informe detallado a ese respecto, para ver qué es lo que corresponde hacer", dijo Bachelet en un acto público, consultada por periodistas.
Pero, "más allá del hecho concreto, que hemos pedido más información al respecto, creo que hay que ser muy prudente en las declaraciones", agregó la mandataria socialista.
En una entrevista con La Diaria, Contreras culpó a la ultraderecha y a la "derecha empresarial" chilenas de la serie de bombazos ocurridos los últimos años en Chile, que el Gobierno ha vinculado con grupos anarquistas y que han provocado destrozos pero no víctimas, salvo en un caso en el que murió el hombre que la manipulaba.
"Yo no tengo ninguna duda de que estos actos terroristas que se han registrado son de la ultraderecha. Es lo mismo que hacían cuando (el presidente socialista Salvador) Allende, aunque usen elementos anarquistas", dijo Contreras en una entrevista difundida el miércoles.
El jueves, a través de una declaración pública, el diplomático se disculpó por las molestias causadas y calificó sus declaraciones como "un hecho lamentable". Afirmó, además, que se trató de una "conversación estrictamente privada con la periodista autora de la entrevista".
La Diaria ratificó en su edición electrónica que la nota fe "una típica entrevista periodística en la cual todos los participantes saben (y avalan) que todo lo dicho puede ser publicado; por lo tanto, no es correcto decir que se trató de una conversación privada".
En tanto, el canciller Heraldo Muñoz dijo que había "llamado al orden" al embajador, expresándole "que no puede manifestar opiniones personales ni menos atribuir responsabilidades en casos que están siendo investigados en tribunales".
Por su parte, el ultraconservador partido Unión Demócrata Independiente (UDI) de Chile calificó las declaraciones de Contreras como de "máxima gravedad".
Antes de asumir el cargo, Contreras era querellante en causas de derechos humanos como la investigación por la muerte del poeta y Premio Nobel, Pablo Neruda, en 1973, que se produjo a causa del agravamiento de un cáncer y no a un homicidio cometido por agentes de la dictadura de Augusto Pinochet, según logró acreditar la justicia.
(AFP)
