Ambos candidatos, en empate técnico según los sondeos, cruzaron asimismo acusaciones de "terrorismo" en la campaña. Pero el tono general del tercero de los cuatro debates, celebrado en la TV Récord en Sao Paulo, fue no obstante menos agresivo que los dos anteriores.
La propaganda del Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff asegura que Neves acabará con los programas sociales si gana, mientras Neves y su Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) afirman que la inflación está descontrolada y se disparará aún más si la presidenta es reelecta.
El escándalo de corrupción en la estatal Petrobras que habría beneficiado sobre todo al PT y a sus aliados ocupó buena parte del choque televisivo.
Rousseff aseguró que ordenó investigar las recientes denuncias de sobornos y sobreprecios en la petrolera. "Nunca impedí la investigación", dijo.
"Qué triste es un país donde un presidente manda a investigar. Eso puede funcionar en algunas dictaduras amigas de su gobierno. Quien investiga son las instituciones", refutó Neves, sin precisar a qué gobiernos se refería.
El socialdemócrata de 54 años, que es el preferido de los mercados, aseguró que su gobierno podría llevar la inflación a 3% (hoy está en 6,75%, por encima de la meta) sin comprometer el crecimiento, y mencionó tres otros países de la región que crecen más que Brasil: Perú, Chile y México.
"La verdad es que las personas están atemorizadas y llenan sus carros en el supermercado haciendo la compra del mes, cosa que pasaba 15 años atrás. Pero la presidenta dice que la inflación está bajo control", zanjó Neves.
En varias pausas del debate la campaña de Neves difundió una propaganda con una vieja grabación de audio de Rousseff, en la que asegura que "Aecio es uno de los mejores gobernadores del país", en referencia al dos veces gobernador de Minas Gerais (sureste).
"Brasil debe ser comparado con países como Alemania" y no con Chile o Perú, respondió Rousseff, destacando sus bajas tasas de desempleo.
La presidenta destacó entre sus programas sociales el "Más Médicos", que trajo extranjeros, la mayoría cubanos, para trabajar en zonas desatendidas y remotas del país.
"Queremos médicos cubanos aquí, pero que ganen lo que todos los médicos de otros países ganan", dijo Neves. Los cubanos reciben salarios menores a los otros médicos del programa, pagados a través de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El último debate será el viernes en la TV Globo, la mayor del país, dos días antes de la elección.
(AFP)
