Del alzhéimer a la robótica, los impactos del GPS cerebral

“Tenemos una neurona específica que responde cuando vamos a la cocina, y si nos vamos al living no se activa”. De esta forma gráfica el investigador uruguayo, Juan Ignacio Sanguinetti, explicó parte del funcionamiento de nuestro GPS interno, cuyo descubrimiento fue premiado con el Nobel este año.

Actualizado: 30 de octubre de 2014 —  Por: Redacción 180

Del alzhéimer a la robótica, los impactos del GPS cerebral

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Con base en un informe de Gabriel Farias, de No toquen nada.

Juan Ignacio Sanguinetti es uruguayo, magíster en biología de la Facultad de Ciencias y estudiante de doctorado en neurobiología en la Universidad Humboldt de Berlín. En conversación con No toquen nada habló sobre el impacto que tuvo el descubrimiento del GPS interno del cerebro y el impacto que tiene el Nobel en la comunidad científica.

Este año el Nobel de Fisiología o Medicina se entregó a los descubridores del sistema que nos permite movernos en el espacio. La academia sueca lo llamó “nuestro GPS interno”.

Gracias a la investigación de John O´Keefe, May-Britt Moser y Edvard Moser sabemos que nuestro cerebro tiene unas neuronas encargadas de construir un mapa del entorno y otras encargadas de proveer al cerebro con el equivalente de la latitud y longitud.

Estos dos tipos de células, llamadas células de lugar y células grilla, junto a otras, responden al problema que filósofos y científicos se han hecho durante siglos: ¿Cómo sabemos dónde estamos? ¿Cómo podemos encontrar el camino de un lugar a otro?

El Nobel fue entregado a científicos que trabajan en ciencia básica, la ciencia que se hace por el mero objetivo de incrementar el conocimiento sin prever alguna aplicación práctica.

El descubrimiento, realizado en 1971 y 2005, significó un gran avance en el conocimiento científico y abrió un campo de investigación grande en las neurociencias.

Sanguinetti trabaja desde hace un año en estos temas en el Instituto de Biología de la Universidad Humboldt en Berlín, Alemania, lugar donde está haciendo su doctorado.

Su laboratorio trabaja en resolver las preguntas que se generaron a partir de los descubrimientos de las células de lugar y las células grilla; y conocer su funcionamiento y organización.

Para Sanguinetti el descubrimiento de O’Kneefe es importante porque relacionó la actividad de neuronas individuales con una función cognitiva.

“El hallazgo de O’Kneefe lo que hizo fue relacionar un tipo de neurona que son neuronas del hipocampo, con un tipo de procesamiento a nivel cognitivo, como es el procesamiento del espacio. O sea que nosotros tenemos una neurona específica que responde específicamente cuando estamos en la cocina y si nos vamos al living no se activa”, ejemplificó Sanguinetti.

Una de las áreas donde impactó el descubrimiento fue en la medicina. El investigador explicó que el GPS del cerebro se encuentra en el hipocampo, el lugar donde pensamos que se encuentra la memoria; y estas células podrían estar involucradas en la enfermedad de Alzheimer.

“En el campo de la medicina se sabe que uno de los primeros síntomas o uno de los iniciales del alzhéimer es la pérdida de orientación, es encontrarse en lugares que deberían ser familiares, pero que no resultan familiares, o no saber cómo ir de un lado a otro. Y esto se ha relacionado a deterioros en estas áreas del cerebro justamente y en este sistema de navegación de los animales”, detalló Sanguinetti.

Además, indicó que otro de los impactos que tuvo el descubrimiento fue en la robótica y la inteligencia artificial.

“Este tipo de hallazgo motiva al campo de la robótica e inteligencia artificial a utilizar estos algoritmos que son neurales, para transformarlos en algoritmos computacionales y poder mejorar cómo los robots se mueven en el espacio. Y esto es algo que me consta que se estudia en Uruguay, en la Facultad de Ingeniería, y puede tener una aplicabilidad que es enorme, difícil de medir”, consideró el investigador.

El efecto del Nobel

Aceptar el Nobel significa además del reconocimiento y la difusión masiva en medios de comunicación de todo el mundo, recibir un millón de dólares que se repartirán entre O’Kneef y el matrimonio Moser.

Sanguinetti dijo que hay opiniones encontradas en los laboratorios respecto al efecto posterior al Nobel, pero que algunos científicos consideran que complica el financiamiento de proyectos futuros relacionados con el tema.

“Es un tema que afecta directamente a los investigadores básicamente por pensar que ahora este tema como es algo conocido, y que todo el mundo más o menos entiende, hay como sensación de la gente de que es un tema resuelto, lo cual es totalmente mentira, pero esto afecta o podría afectar las capacidades para encontrar financiamiento a futuro. Se entiende que cuando uno va a fundar un laboratorio nuevo y va a buscar financiamiento en lugares como este, sobre todo del primer mundo, se busca que el laboratorio tenga una perspectiva muy particular y vaya hacia algo verdaderamente novedoso; lo cual no es lo más importante sino cerrar los temas y los caminos porque eso también es lo que hace que se abran caminos nuevos”, manifestó Sanguinetti.