Los arándanos en Uruguay, a siete años de Bush

Ante la posibilidad que abrió Bush de que Estados Unidos comprara arándanos uruguayos, aumentó la producción. En 2009 se llegó a 800 hectáreas plantadas, pero la cifra se redujo hoy a casi la mitad. Pablo Pacheco del Mercado Modelo explicó la situación hoy con menos cosecha, pero más arándanos para el consumo en Uruguay.

Actualizado: 26 de noviembre de 2014 —  Por: Redacción 180

Los arándanos en Uruguay, a siete años de Bush

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En marzo de 2007 George Bush visitó Uruguay y dio una conferencia de prensa junto a Tabaré Vázquez. De allí surgió la posibilidad de empezar a exportar arándanos a Estados Unidos. Bush manifestó que los arándanos que se producían en Uruguay eran “fantásticos” y se preguntó si había posibilidades de que se vendan a Estados Unidos. Y así fue.

Para 2009 se producía en Uruguay un total de 800 hectáreas de arándanos, sobre todo para su exportación. Sin embargo, el boom no duró tanto.

“En ese momento había una expectativa de que el negocio iba a ser sumamente bueno lo que hizo que se llegara a esa superficie tan importante. Posteriormente se fue dando que no era tan claro el negocio y especialmente no para todas las zonas de producción del país, porque la ventana de precios buenos es la ventana a la que se accedía con la fruta más precoz”, explicó a No toquen nada el ingeniero Pablo Pacheco, del Mercado Modelo.

La zafra de arándanos y su exportación va desde que se inicia la cosecha a mediados de setiembre y hasta diciembre; y la zona norte del país es donde la producción se adecua más a estos tiempos. Además, es donde hay empresas de mayor tamaño, con poder de negociación y oficinas de exportación.

“Es el período incluso que justifica la aplicación de fletes aéreos, estamos hablando de un producto de alto valor que permite mandarlo en avión”, aclaró Pacheco.

No así la producción del sur “que ya arrancaba la cosecha en el momento en el cual difícilmente se justificara el flete aéreo, ya tenían que empezar a mandar en barco con 20 días de traslado hasta el destino, por supuesto con otros precios”, distinguió el ingeniero.

Además, Pacheco destacó el acceso a mano de obra calificada que hay en el norte del país en relación al sur. “Es más difícil porque hay más competencia con otros sectores productivos o con la construcción también”, indicó.

Ese desbalance entre norte y sur llevó a la que superficie de producción empezara a reducirse y ahora ocupa unas 400 hectáreas, la mayoría en el litoral norte.

¿Y en Uruguay?

“En los últimos dos o tres años se ha consolidado como un producto que en el período primaveral tiene su lugar. Por supuesto que no es un producto de gran consumo porque es un producto con características más parecidas a lo que puede ser un cherry, de un valor relativamente alto, lo que hace que el consumo no vaya a ser en cantidades importantes, pero incluso en la cabeza de los minoristas se va instalando la importancia de tener alguna petaquita tanto en las ferias o puestos, y por supuesto en los supermercados”, aseguró Pacheco.

Si bien los arándanos se exportan a granel, en cajas de tres o cuatro kilos, en Uruguay suelen comercializarse en petacas.

“Para el mercado interno es un envase que tiene mucho mejor venta, se adecua mucho mejor, porque es una fruta que no acepta mucho la manipulación”, explicó Pacheco. Es una fruta que suele ablandarse en su maduración y es susceptible a la pudrición, por lo que necesita frío.

Esto se convierte en una limitante para el mercado interno, donde en los puntos de venta no se manejan con cadena de frío.

El kilo de arándanos cuesta entre $120 y $170 para mayoristas y puede llegar a los $300 para el consumidor. La petaca sale alrededor de $25. “Está ahora en el precio más bajo que puede llegar a tener”, señaló Pacheco.