“Claro que jugó y a diferencia de Vázquez en el 2009, donde se mantuvo a distancia, trató de ayudar en la interna a Astori, pero luego estuvo distante. Creo que Mujica tuvo intervenciones importantes, incluso dirigiendo a su propio grupo”, consideró Daniel Chasquetti.
Agregó que “faltan reglas”. “Lo que sí tenemos que regular de ahora en adelante es el uso del aparato estatal, para mí el Parlamento debería aprobar una ley donde se prohíba a los organismos del estado aumentar la pauta en los últimos tres meses. Yo no digo de quitarla o prohibirlas, pero sí de disminuirlas”, desarrolló.
“Al principio eran los entes autónomos, vino Mujica y dijo que paren, pero arrancaron los ministerios”, agregó Chasquetti.
Por su parte, Rafael Piñeiro manifestó que los presidentes se ven “tentados a hacer uso de determinadas herramientas que el estado pone a su alcance en su tareas de gobierno para fines electorales” y que esto ocurre sobre todo en países donde el presidente busca su reelección.
Los dos politólogos coinciden en que más allá de la intervención real de Mujica en la campaña, el “efecto Mujica iba a estar”-
“Asociado a la popularidad que tiene el presidente y a la sintonía con determinados sectores de la sociedad”, puntualizó Piñeiro. Además, señaló que esto ocurre también en otros países como Brasil o Venezuela, “en todos los lugares donde la izquierda llega al gobierno”.
“La transformación de una política en una política más de clase, que la gente se divida y tenga opciones ideológicas y políticas asociadas al lugar que ocupa en la estructura económica y social es algo que ocurre en América Latina luego de que gobiernos de izquierda acceden al poder”, explicó.
Chasquetti añadió que se dio “un combo muy eficiente” con “un presidente muy cercano” y en ese sentido “hay novedades a estudiar”.
