Primera vuelta con "sorpresita"

Las encuestadoras pronosticaron resultados electorales que dejaban a Luis Lacalle Pou bien parado para ganar la presidencia en el balotaje. En el comando nacionalista estaba todo listo para festejar. Sin embargo, la victoria del Frente Amplio fue contundente. Se aseguró la mayoría en la Cámara de Diputados y quedó a un paso en el Senado. También fue la noche en que Pedro Bordaberry dijo que quería hacer mierda a Tabaré Vázquez y luego pidió disculpas.

Actualizado: 31 de diciembre de 2014 —  Por: Redacción 180

Primera vuelta con "sorpresita"

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Las encuestadoras pronosticaron una elección nacional con un 10% de diferencia en favor del Frente Amplio. Ese domingo, según datos de boca de urna que manejaban los comandos del los tres principales partidos, el Frente Amplio votaba entre un 44 y 45%, el Partido Nacional entre 34 y 35%, el Partido Colorado entre 14 y 17% y el Partido Independiente entre 2 y 3%. Además, pronosticaban que la baja de la edad de imputabilidad no se aprobaba.

El clima era casi de festejo en el NH, donde aguardaba los resultados el comando del Partido Nacional, y "la sorpresita" que Luis Eduardo González anunció, minutos previos a que se conozcan los primeros datos, le puso más suspenso a la noche.

Pero todo empezó a cambiar. Primero se supo que menos del 50% de los ciudadanos agregó la papeleta del sí a su sobre de votación, por lo que no se aprobó la baja de la edad de imputabilidad a 16 años. "Un regocijo", al decir del candidato frenteamplista.

Luego se confirmó la victoria de Vázquez, que se hizo cada vez más contundente con el paso de los minutos. El candidato frenteamplista fue el primero de los dos que pasaron al balotaje en dar su discurso. La votación es "un enorme respaldo para seguir cambiando", dijo.

Después vino el discurso de Luis Lacalle Pou. Para esa altura, el candidato nacionalista había pasado del optimismo a la preocupación. Lo mismo pasó con el resto de los dirigentes blancos que fueron al NH.

Pero a la noche le faltaba una sorpresa más. Pedro Bordaberry dejó el comando de su partido y se trasladó hasta el NH para darle un abrazo a Lacalle Pou. "Saben de mí serena emoción, porque los que estamos al principio de la fila tenemos que guardar esa compostura. Mi corazón está latiendo muy fuerte, la sangre no se imaginan como fluye, pero como me decían cuando hacía deporte: corazón caliente y mente fría", cerró Lacalle Pou y se abrazó con Bordaberry en el escenario. El candidato colorado le tomó su cabeza y le dijo algo al oído.

Bordaberry se fue rápido sin hacer declaraciones a la prensa. Mientras apresuraba su paso para dejar el lugar, se cruzó con Pablo Da Silveira, asesor de Lacalle Pou, que escuchó todo el discurso al costado del escenario. "Vine para que hagan mierda a Tabaré Vázquez", le dijo Bordaberry a Da Silveira.

Esa frase marcó el final de una noche de derrotas para el candidato colorado. Sus dichos generaron repercusiones en todos los ámbitos, desde las redes sociales hasta en la interna de su partido. Bordaberry pidió disculpas por sus palabras.

Los resultados finales marcaron que el oficialismo ganó en 14 departamentos del interior y el Partido Nacional en cinco, mientras el Partido Colorado quedó tercero en todos los distritos, excepto en Salto.

El Frente Amplio terminó por todo lo alto un día que empezó complicado. De las caras serias por las versiones de una mala votación a la felicidad por quedar muy cerca del tercer gobierno y por el triunfo del No a la Baja.

Los politólogos Daniel Chasquetti y Rafael Piñeyro dijeron en No toquen nada que las elecciones mostraron un "corrimiento a la izquierda" del electorado. Tanto Luis Eduardo González, director de Cifra, como su colega de Equipos Mori, Ignacio Zuasnábar, pidieron disculpas por la lejanía que hubo entre sus proyecciones y los resultados finales.