Inhibidores, una posible solución a rayos en las playas

La empresa SAF Nuevas Tecnologías, con base en Punta del Este, se encarga de instalar inhibidores de rayos, artefactos que representan un considerable avance en la tecnología para combatir el impacto de los rayos sobre espacios abiertos, casas, estructuras y hasta personas. Francisco Braceras, director comercial de SAF, dijo a 180 que ya hay varios instalados en Maldonado y que la Intendencia de allí planea colocarlos en las playas para evitar accidentes.

Actualizado: 01 de febrero de 2015 —  Por: Redacción 180

Inhibidores, una posible solución a rayos en las playas

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El pasado 20 de enero, la Asociación Nacional de Guardavidas emitió un comunicado alertando a la población sobre los cuidados que eran necesarios durante las tormentas eléctricas en caso de encontrarse en una playa.

En un comunicado mencionaban “la no existencia de tecnología capaz de inhibir la formación de rayos y la falta de los protocolos adecuados o recién comenzados a discernir”. Sin embargo, la empresa SAF Nuevas Tecnologías, recientemente instalada en Punta del Este, es distribuidora del inhibidor de rayos Zeus, fabricado por Prototal.

Un inhibidor se distingue de un tradicional pararrayos en que el primero no atrae los rayos, sino que impide que caigan en una zona determinada. El modelo Zeus que comercializa SAF -el de mayor cobertura- “asegura que en un radio de 70 a 90 metros no va a caer un rayo”, según contó Braceras a 180.

SAF se lanzó en noviembre de 2014. Esta tecnología es nueva en Sudamérica ya que, de acuerdo a Braceras, la inhibición era muy cara y las tormentas con caída de rayos no eran tan frecuentes como lo son ahora. Según un estudio realizado en Brasil, Uruguay es el quinto país latinoamericano con mayor número de muertes cada millón de habitantes por descargas de rayos con 1,5. El ranking lo lidera Cuba con 5,9.

En Maldonado, ya son varios los recintos públicos y privados que tienen su inhibidor de rayos, como por ejemplo: Casapueblo, la playa Montoya o la fábrica de Nativa. Además, Braceras contó que se han reunido con la Intendencia de Maldonado para instalarlos en playas y hacerlas protegidas, aunque podría extenderse a plazas, escuelas o iglesias. También, “el Ministerio de Defensa pidió una cotización para proteger todos los faros del país porque tienen problemas de descargas”, agregó.

Acerca de la posibilidad de que el inhibidor de rayos se transforme en la norma de seguridad, Braceras señaló que es muy factible ya que varios países así lo han hecho. “Hay muchas referencias de lugares con problemas que se solucionaron con inhibidores. ¿Cómo medís que el inhibidor funcione si no tenés estadísticas de caídas de rayos? Con el tiempo. Si en uno, dos, tres, cuatro, cinco años no tuvieron más impactos es que realmente funciona”.

El inhibidor es “totalmente ecológico y no va conectado a ninguna fuente de energía”, indicó Braceras. “La diferencia es que el inhibidor hace un cambio de polaridad, anula la carga ascendente de tierra. En la parte baja tiene cuarzos, silicios y arena semiconductoras y arriba tiene unos dieléctricos que captan qué ion queda encima y lo descargan en 1.000 amperios todo el tiempo. O sea, cuando el ambiente está cargado, lo que hace el inhibidor es descargarlo en 1000 amperios”, explicó Braceras sobre el funcionamiento del equipo.

A su vez, existen otros elementos para reforzar la protección contra descargas eléctricas, como el Induc Control que trabaja con las inducciones secundarias, es decir, cuando cae un rayo a cierta distancia pero la descarga se transmite a través del cableado de luz o líneas de teléfono, por ejemplo.

El precio de un inhibidor de rayos “depende del proyecto”, según dijo Braceras ya que “no es lo mismo instalarlo en un parador en la playa que en un edificio de 30 pisos.