Prostíbulo Cachorras: absuelven al exjefe de Policía de Florida

El exjefe de Policía de Florida, Gustavo Layes, fue absuelto de los delitos de abuso de funciones y de la autoridad por los que había sido procesado tras el incidente en 2011 en el prostíbulo “Cachorras”. Layes había ingresado a hacer una inspección sin uniforme y había presuntamente discutido con la propietaria y golpeado a un joven que estaba esposado.

Actualizado: 25 de febrero de 2015 —  Por: Redacción 180

Prostíbulo Cachorras: absuelven al exjefe de Policía de Florida

  adhoc © Santiago Mazzarovich

La jueza letrada de primera instancia de Florida de 1er turno, María Fernanda Morales, absolvió a Gustavo Layes, exjefe de Policía de Florida, que estaba procesado por posible abuso de funciones en casos no previstos por la Ley y abuso de autoridad contra los detenidos, en reiteración real.
La fiscalía había solicitado la pena de 18 meses de prisión para Layes pero la magistrada desestimó la denuncia debido a que no se encontraron pruebas suficientes para incriminarlo.

El 2 de agosto de 2011, Layes asistió junto al comisario inspector de Florida del momento y otros efectivos policiales al prostíbulo “Cachorras”. Tanto él como el resto de los oficiales iban vestidos de particular y no se identificaron como policías.

Del auto de procesamiento se desprende que Layes realizaba un procedimiento de contralor de incógnito, que él mismo calificó de “regular”. El texto añade que el exjefe de Policía del departamento buscaba captar “la comercialización al menudeo de sustancias prohibidas” y que “la única manera de llevarlo a cabo era vistiendo de civil, y de incógnito”.

Una vez allí, se dio un entredicho con una de las prostitutas, “sospechando que ejerciera la prostitución en forma clandestina”, según indica el documento. Un grupo de jóvenes ingresó al lugar y, según lo planteado por la defensa, Layes insultó a una del grupo, de iniciales V.C., llamándola “puta de mierda”, lo que provocó la reacción verbal de quienes habían ingresado con ella.

Las discusiones terminaron con uno de los jóvenes detenido y esposado. Según la Fiscalía, Layes lo golpeó en la cabeza, hecho corroborado por testigos, aunque luego no se realizó la denuncia. Se había indicado que el joven presentó una lesión en el labio. Sin embargo, la defensa especificó que presentó una “erosión superficial en labio superior”, lo que no era compatible con el relato ya que “entiende el defensor que un golpe de puño, hubiera provocado por lo menos inflamación en el labio y lesiones en la mucosa interna por presión contra los dientes”, lo que no ocurrió.

Además, señalaron que la lesión no fue certificada por un médico forense “lo que no permite establecer su entidad ni si la misma se compadece con el relato”.

Otro aspecto en el que las versiones varían refiere a si Layes había ingerido alcohol o no. La encargada del local “expresó que Layes no ingirió bebidas alcohólicas allí, y que salvo las discusiones no ocurrió otra cosa. "No vio agresión física alguna”, se lee en el documento. En cambio, el fiscal había sostenido que Layes “permaneció sentado en la barra ingiriendo bebidas alcohólicas”.

La resolución de la magistrada se basó en que “no alcanza con que la acción imputada represente un formal apartamiento de los deberes del funcionario sino que se requiere que dicho acto responda a la voluntad consciente del funcionario de violentar sus deberes, pero además debe configurarse la otra referencia subjetiva contenida en el tipo, cual es que la conducta sea dirigida a ocasionar un perjuicio a los particulares o a la administración”.

Otro aspecto considerado fue que esa misma noche, Layes estuvo “en otro local de las mismas características, donde no se suscitó ningún incidente”.

Se indicó que en virtud del principio de inocencia, la sentencia “solo puede fundarse en la certeza positiva (es decir, un pleno convencimiento) del tribunal acerca de la existencia del hecho delictivo y la participación del imputado”. 

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