“Si estuviera como estoy hoy, peleo. Pero no sé cómo voy a estar mañana y menos dentro de cinco años”, dijo Mujica en la última semana como presidente de los uruguayos. Sin embargo, también se pronunció a favor de la renovación.
“Espero que el cuadro político se renueve lo máximo posible y que surjan nuevos candidatos. Quiero gente que nos supere con ventaja pero primero tienen que superarnos. No sé lo que va a pasar”, afirmó.
Consultado sobre sus logros como mandatario, el presidente saliente señaló: “Logré que Uruguay exista, por ejemplo”. Los periodistas de Búsqueda repreguntaron si se refería al ámbito internacional. “Claro, lo puse en el mapa”, respondió.
En ese sentido puso el ejemplo de Conaprole que hace unos días lo visitó para pedirle que acompañe una misión de la empresa en China para incrementar las ventas de leche con ese destino. “Con el prestigio que usted tiene en el exterior nos puede dar una mano bárbara para sumar mercados”, dijo que le dijeron. “Ahí están los resultados concretos de la fama internacional” porque atrás de los expedientes y las instituciones “están las personas y las personas son fundamentales”, afirmó.
En el capítulo de los fracasos, Mujica volvió a referirse a la educación y a la frustrada reforma de la UTU. “No me lo llevaba ni Asamblea Uruguay, ni el Partido Socialista ni Jorge Brovetto, que al inicio de mi gobierno era presidente del Frente Amplio”, dijo Mujica aludiendo a la resistencia interna en su propio partido.
“La oposición miró para otro lado, no le dio bola”, agregó.
Dijo que peleará en el próximo presupuesto para que le dé más recursos a la UTU fiel a su idea de que hay que “cambiar la matriz del sistema educativo, priorizar más en la enseñanza de oficios que en la intelectual”.
En el capítulo de la infraestructura y el fracaso en el desarrollo en esa área, Mujica afirmó que la explicación es la caída del Impuesto de Contribución de los Inmuebles Rurales (ICIR), declarado inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia.
“No me la agarro con la Suprema Corte ni con los jueces en este asunto. Mi problema es con el sistema jurídico que tenemos, que es un atraso y no está a la altura de los cambios que precisa el país. Si hay un sector de la población que ha tenido la suerte de esta coyuntura y le cayó una fortuna del cielo que no es hija del trabajo, ese es el de los grandes propietarios de tierra. La hectárea de campo pasó en poco tiempo de valer 300 dólares a 4.000 o 5.000 dólares. A los más grandes les pedíamos un impuestito que garantizara un shock de infraestructura porque teníamos arreglado con las AFAP descargar por lo menos 500 millones de dólares en caminería. Y nos perdimos dos años con el ICIR. Después que lo declararon inconstitucional sacamos otro impuesto pero ya no era lo mismo, ya era tarde y lo único que pudimos hacer fue comprar unas herramientas para las intendencias”, afirmó.
