Peñarol eligió sufrir al final pero volvió a la victoria

Peñarol derrotó 2 a 1 a El Tanque. Marcaron Gabriel Leyes y Sebastián Píriz. Matías Zunino descontó. El Carbonero retrocedió en el final, terminó con cinco defensas, dos volantes de contención y un delantero, pero se llevó una victoria necesaria.

Actualizado: 28 de marzo de 2015 —  Por: Emiliano Zecca

Peñarol eligió sufrir al final pero volvió a la victoria

@OficialCAP

Los técnicos son quienes dan los mensajes desde afuera, los que con sus modificaciones durante el partido dejan claro qué clase de equipo quieren. Y ante El Tanque, Pablo Bengoechea eligió meterse atrás, defenderse con cinco en el fondo y dos volantes rocosos en el medio con tal de asegurar la victoria. Peñarol eligió sufrir el partido frente a un rival modesto pero que al ver los recaudos que tomaba el equipo que tenía enfrente, por fin probó qué tal eso de ser osado.

Sin Urretaviscaya, Peñarol jugó un buen primer tiempo. El técnico acertó al poner a Leyes, quien aprovechó al máximo su oportunidad. En los primeros 45 minutos el Carbonero generó jugadas interesantes, se animó por las bandas y pudo disimular la ausencia de su mejor futbolista.

Con Aguiar cerca de Píriz, con Jorge Rodríguez, Marcelo Zalayeta y Antonio Pacheco delante de ellos y con Gabriel Leyes como referencia de área, Peñarol tuvo posibilidades de anotar en los primeros 15 minutos.

El Tanque respondió con un tiro libre en el palo y con una situación que definió muy mal Surraco.

A los 20 Leyes recibió en el área y sacó un tiro cruzado para marcar su primer gol oficial con la camiseta de Peñarol y adelantar a su equipo.

No solo el gol aportó el ex River. Estuvo atento, ágil, concentrado. Además de ser el delantero más peligroso dio una mano en la marca y bajó a defender cerca de su propia área. Leyes no estaba solo en campo adversario. Aguiar pisaba el área de El Tanque, Japo corría por la banda, Zalayeta y Pacheco se encontraban.

Cuando a los 33 Píriz ganó por arriba en una jugada entreverada para anotar el 2 a 0 pareció que la noche estaba terminada.

Como si en el mismo partido jugara el Peñarol que le ganó a Defensor  en el primer tiempo y el que a la siguiente fecha perdió con Sud América en el segundo, los de Bengoechea mostraron su peor versión luego del descanso.

Imprecisos, erráticos, desconcentrados, apenas generaron un par de situaciones cuando conectaron Zalayeta y Leyes.

Un error en la salida le permitió a El Tanque meter un contragolpe que terminó con el descuento de Zunino a los 62.

Entonces vinieron las señales de Bengoechea, que sacó a Pacheco para poner a Marcel Novick. La idea fue reforzar la marca en el medio y tirar a Aguiar contra la derecha. Enseguida, por pedido de Leyes, el DT lo sacó y puso a Hernán Novick. Con el cambio adelantó al puesto de centrodelantero a Zalayeta.

Peñarol quedó sin posesión de pelota, jugado a defender el resultado. El Tanque se vino contra el arco de Migliore e inquietó con centros.

A falta de cinco minutos, Bengoechea sacó a Rodríguez para poner a Gonzalo Viera. Los últimos minutos Peñarol los jugó con cinco defensas, Novick y Píriz pegaditos a los tres centrales y con Aguiar y Zalayeta mucho más cerca de su área que de la rival.

Todo un manifiesto de intenciones. Los de Moller aceptaron esa invitación al ataque y fueron sobre Migliore y sobre los 10 jugadores de Peñarol que, recostados contra su arquero, defendían el resultado.

Peñarol ganó y mantiene la punta. Tal vez eso sea lo más valorable en una noche en la que el equipo eligió ser masoquista.