“La SCJ dice que el que define si hay secuestro es el secuestrado”

Ariel Castro, el nieto de Julio Castro, habló con No toquen nada luego de la resolución de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) que absolvió a Ricardo Zavala como cómplice del asesinato del maestro Castro. Dijo que respeta las reglas pero le parece “una mala decisión, con fundamentos poco lógicos”. Además criticó al Ministerio de Defensa por “trancar y chicanear” información.

Actualizado: 02 de mayo de 2015 —  Por: Redacción 180

“La SCJ dice que el que define si hay secuestro es el secuestrado”

Homenaje a Julio Castro (Adhoc ©Javier Calvelo) (Todos los derechos reservados)

Entrevista de Joel Rosenberg y Ricardo Leiva con Ariel Castro, en No toquen nada de Oceáno FM.

Joel Rosenberg: Ariel, ¿cuándo comenzó esta historia de denuncia con la familia? ¿En qué momento y quiénes?

Ariel Castro: La primera denuncia fue en el año 85, la hizo mi padre. No sé si no era Ruibal Pino el titular de la sede donde se emitió, sé que es uno de los actuales de la Suprema Corte de Justicia.

JR: Ahí se inició un camino que tuvo muchísimos tropezones, con años donde estuvo detenido el caso.

AC: Claro, el presidente Julio María Sanguinetti lo incluyó en los casos de la Ley de Caducidad y fue archivado. Eso debe de haber sido en el 87. Fue desarchivado en el año 2010 o 2011 a pedido de la fiscal Mirtha Guianze. Ya se estaban empezando a no considerar en la Ley de Caducidad pero hay que poner un elemento de justificación, que fue el libro blanco este de investigación de donde surgieron elementos nuevos. Eso es lo que la fiscal envía como argumento. Se envió a Presidencia donde dijeron que no corresponde la Ley de Caducidad, entonces comenzó el proceso.

Ricardo Leiva: ¿Cómo impactó en el proceso la aparición del cuerpo de Julio Castro?

AC: Fue una cosa muy rara. La aparición de los restos fue en octubre y la identificación en diciembre del 2011, y el procesamiento de Zavala fue en marzo de 2012. Mucha gente interpretó que el procesamiento fue por la aparición de los restos pero, en realidad, fueron dos procesos paralelos. Durante todo 2010 y 2011 estuvimos muy involucrados en el juicio donde estuvo el periodista Tabárez que fue una de las declaraciones más importantes. Mucha gente pensaba que él había fallecido pero lo contactamos y vino a declarar. Ya se habían cerrado los alegatos y en ese proceso es que se identifican los restos. Eso impactó mediáticamente pero el procedimiento judicial ya venía. Lo que sí abre también eso es la parte de los enterramientos, donde Fernández Lecchini abrió otra investigación.

RL: ¿Desde cuándo está clara cuál fue -por lo menos, en lo básico y en lo probado hasta ahora- la participación de Zavala en la detención de Julio Castro?

AC: Estaba planteada desde 1985 cuando el exsoldado Barboza hace sus declaraciones públicas en la sede de AEBU. Yo estuve ahí. Luego, este testimonio se repite en la comisión parlamentaria, en el juzgado y después eso se archiva. Se confirmó completamente cuando Zavala declaró en el juzgado de Fernández Lecchini y básicamente confirma todo, salvo algunos detalles menores. A partir de ese momento (que fue antes de la aparición de los restos del abuelo), no hubo ningún testimonio contrario de eso.

RL: ¿Cuál es la visión que tiene la familia acerca del rol que cumplió Zavala?

AC: Ahí hay un problema que es muy difícil y en el que seguimos buscando elementos y continuamos investigando para ver cuál era el organigrama y el protagonismo en las operaciones. Los departamentos tenían una estructura pero había muchas operaciones. Entonces, cuál era el rol específico de cada uno de los involucrados en los procedimientos no está del todo claro. Sí está claro que quien conducía la unidad en ese momento, a pesar de que lo negó y que en el primer fallo de Fernández Lecchini acepta las explicaciones de (José) Gavazzo, es Gavazzo. El responsable en ese momento de la unidad, formalmente, era Gavazzo, no Rodríguez Buratti. Tanto es así que hay en su legajo personal, felicitaciones por una operación que responde mucho a la descripción de lo que fue la detención de Tabárez y la de Castro. Eso sí lo tenemos claro y en eso el tribunal de Apelaciones cambió el fallo de Fernández Lecchini. Está claro que quien conduce el operativo de secuestro (y que me disculpe la Suprema Corte pero para mí es un secuestro) es Zavala. La última persona que oficialmente ve vivo a mi abuelo y lo lleva a La Casona es Zavala, que reconoce haber estado en la detención y habérselo entregado en la puerta de La Casona, donde estaba Rodríguez Buratti y nadie más. Eso es lo que admite Tabárez. Otro reconocimiento oficial de la presencia de mi abuelo en algún lado es cuando 35 años después se encuentran los restos en el Batallón 14.

RL: Hablaste del tema del secuestro. La SCJ termina avalando la lectura del Tribunal de Apelaciones de que no es secuestro porque no hay violencia moral ni física en la detención. ¿Qué sensación les dejó a ustedes el fallo de la Corte?

AC: No sé, es un poco difícil no usar adjetivos un poco fuertes. Quizás, estupor, incredulidad, sorpresa. Honestamente, no tiene ni pies ni cabeza. Lo que está diciendo la Suprema Corte es que el que define si es un secuestro o no es el secuestrado. O sea, si mi abuelo con 68 años y algunos problemas de salud se resistía físicamente -cosa que no ocurrió- entonces, era un secuestro. Si no se resistía entonces no lo es.

El otro día, pensando en un ejemplo que no tenga nada que ver con esto, en el famoso secuestro a Fangio que hizo el Movimiento 26 de Julio antes de la revolución cubana. Fangio estaba entre los invitados en una carrera que organizó (Fulgencio) Batista y el Movimiento lo secuestró. Es famosa la historia de que todos los muchachos que lo secuestraron eran admiradores de Fangio y lo trataron como en un hotel. Cuando lo soltaron, declaró que lo habían tratado espectacular. Tanto es así, que después se mantuvo en contacto y no recuerdo si cuando tomó el poder la revolución, lo invitaron a él o si fueron a visitarlo. No hubo violencia en ninguna parte pero fue un secuestro y nadie lo niega. Esto es lo mismo.

¿Cuál es la violencia moral? Estás caminando por la calle, vienen dos militares de Inteligencia de particulares, te agarran del brazo y te meten en un auto. El testimonio de Barboza es muy claro, le dijeron: "¡te tenés que agachar!" y otro decía "escondelo, escondelo", mientras mi abuelo decía que no podía hacer movimientos bruscos. No hay ninguna orden de nada. Hasta ahora, la defensa jamás presentó un papel de algo que apareciera como una orden de detención de un juzgado militar, un comando o algo. No la hubo, no hay ningún papel que diga eso. Pero además, como decía Pérez Manrique, lo entregan en una casa donde no es una sede oficial de nada. ¿Eso no es un secuestro?

RL: Además, los únicos elementos que hay para reconstruir eso son los testimonios de los propios involucrados...

AC: Que son muy consistentes. Esta persona dice "yo no lo secuestré, me dieron una orden", no presenta ninguna prueba que apoye eso y entonces no es un secuestro. Además, esa persona, todo da a indicar que en su versión está mintiendo, lo dice implícitamente el propio Tribunal de Apelaciones. Yo lo que no entiendo de la Justicia uruguaya es que no se pueden juntar dos elementos y hacer un razonamiento. Es esa lógica de que si alguien no confiesa, no está probado, que no es cierto porque la mayoría de los procesamientos no implican confesión. Por ejemplo, en el testimonio de Zavala, él dice que Rodríguez Buratti le dio la orden y a Rodríguez Buratti le entregó el prisionero. El segundo elemento de que entregue un prisionero al comandante de una unidad, en la puerta de esa otra unidad sin siquiera otra custodia, es no entender cómo funciona la lógica militar. Eso, para empezar, no lo creo. También, quien supuestamente da la orden y recibe al prisionero, es alguien que, de hecho, el propio Tribunal de Apelaciones dice que no era más el responsable porque al aceptar el argumento de la fiscal en la apelación por el no procesamiento de Gavazzo... El testimonio de éste era que estaba formalmente nombrado como comandante de la unidad pero en realidad no estaba comandando, el que lo hacía era Rodríguez Buratti. El Tribunal de Apelaciones dijo "no, usted estaba comandando, por eso lo procesamos". Resulta que viene en el expediente de al lado una persona que dice "ese que ustedes dicen que no era el responsable me dio la orden y a ese que dicen que no lo era le entregué al prisionero". Ese mismo Tribunal de Apelaciones lo da como una prueba irrefutable de su honestidad y de que no tuvo nada que ver con lo que pasó después. Hay una contradicción obvia y, en cierta medida, aunque yo lo diga de forma más coloquial, Pérez Manrique dijo algo que iba en ese sentido.

Joel Rosenberg: ¿Cuáles son los caminos ahora? En la Justicia uruguaya, la casación es la última instancia

AC: Es volver a la misma historia. En 1986, la mayoría de la población del Uruguay nos dijo eso y ahora estamos vos y yo discutiendo esto. Siempre se puede seguir. Obviamente, que esto te desestimula, te genera indignación, que no significa no respetar la investidura de la Suprema Corte y las reglas de juego democráticas. Ayer, en la sede de la Universidad de planteaba una discusión sobre este punto y aclarábamos que respetamos las reglas del juego de la democracia y la separación de poderes. La resolución de la SCJ es legítima, no estamos cuestionando la legalidad de la resolución sino que nos parece una mala decisión y con fundamentos poco lógicos. Pero esto implica un golpe fuerte y habrá que ver.

Existen otros caminos que, en algún momento, estuvimos pensando, como ir a instancias internacionales. Hay que ver cómo manejar este tema. Mis primas fueron a una audiencia con el relator de las Naciones Unidas para el tema de desapariciones forzadas hace un mes en Buenos Aires. Veremos la posibilidad de la Corte Interamericana pero además hemos trabajado buscando información también vinculada con la causa paralela de los enterramientos. Acá hay una cosa obvia, un elefante adentro del bazar que nadie quiere mirar. Se hicieron enterramientos que implicaban desplazamientos de tierra, pozos muy grandes, kilos de cal para tapar esas cosas en el medio de una unidad militar y nadie lo vio. Lo que pasa es que ahí la información, más allá de lo que a veces dice el ministro de Defensa, muchas veces es escueta, negada, chicaneada y hemos seguido buscando.

Recientemente fuimos contemplados en un fallo del Tribunal de lo Contencioso Administrativo con un tema de la Ley de Acceso a la Información Pública y obtuvimos nueva información del Ministerio de Defensa.

JR: ¿Vos pensás que el Ministerio de Defensa tranca?

AC: No, no pienso, estoy convencido. A veces las cosas bordean algo más que la indignación. Recientemente, escuché al ministro de Defensa decir que toda la información que se ha tenido de esto fue gracias al Ministerio de Defensa. Yo cambiaría el "gracias" por un "a pesar de". El origen de la información sí es el Ministerio pero ésta ha llegado porque uno ha tenido que presentar una y otra vez escritos utilizando la Ley de Acceso a la Información. Se nos ha negado la información, se ha presentado información vaga, ha habido que ir una y otra vez.

En este fallo reciente, en algunos puntos en los que pedimos información, el Ministerio dice -pero es importante que lo diga por escrito- es información nuestra, no la tenemos, fue destruida o lo que fuera. Podría creerlo o no pero por lo menos hay un papel escrito. Nos pasaba que ni siquiera eso nos daban. Hemos conseguido mucha información, como esta prueba que decía del tema de Gavazzo, fue por el legajo que lo obtuvimos nosotros. Pero no fue por una gracia divina del Ministerio de Defensa, tuvimos que ir a juicio y pedir esa información. Cuando nos llegó, la tuvimos que estudiar durante dos o tres fines de semanas, con mi hermano, mis primas y mis tías.

JR: Integrás el CDC, sos ingeniero agrónomo, tenés tu familia... ¿Cómo se combina esta instancia con el tiempo que necesita la vida privada?

AC: Esto es como una carrera de postas. En un primer momento, fue mi padre el que presentó los escritos y hacía las cosas, nosotros lo ayudábamos. Después, empezó a agarrar la posta mi tía con el juicio civil y otras cosas y luego agarré algo yo y mi prima también. Como le dijo mi sobrino a mi madre cuando aparecieron los restos: "menos mal que esto está empezando a solucionarse porque como venía la cosa yo pensaba que cuando papá y Ariel se cansen, iba a tener que empezar a buscar yo los documentos" (risas). Capaz que le va a tocar...