Su mano izquierda se la llevó un incendio en su casa cuando tenía apenas seis meses. Estuvo más de un mes en coma. En el liceo le molestaban las miradas de sus compañeros. Cuando comenzó a estudiar equinoterapia, en su entorno le aconsejaban que no centrara su vida en los caballos. Un día, Alfonsina Maldonado dejó todo atrás, se subió a un avión y viajó a Europa a perseguir sus sueños: sería una amazona.
A sus 30 años, Alfonsina Maldonado busca cumplir su meta de representar a Uruguay en los Juegos Paralímpicos de 2016 en una categoría de equitación llamada dressage o adiestramiento. Maldonado la define como “un baile pero a caballo”. Todos los días se despierta pensando en qué más puede hacer para lograr su objetivo. “Nunca pierdas tu capacidad de soñar” se ha convertido en su frase de cabecera.
Desde que empezó a dar charlas motivacionales, la idea de hacer una canción que transmita ese mismo mensaje a más personas le rondaba la cabeza. A la atleta oriunda de Florida le acercaron el nombre de La Triple Nelson. Encantada con el sonido de la banda, les propuso el reto, el cual aceptaron enseguida.
El mes pasado, estaba en el aeropuerto de Portugal, donde vive y entrena, a punto de tomarse un avión hacia Uruguay. En eso, la banda le envió un audio con una parte de la canción que habían creado. “Iba en el avión llorando, emocionada de haberla escuchado, por más que fuera sólo era ellos cantándola un ratito”, dijo Maldonado a 180 desde Portugal.
La canción finalmente se llamó “Un sueño” y su video se grabó en la estancia de un amigo de la atleta. En él se puede ver a la amazona -nombre que reciben las jinetes femeninas- junto a una manada de 180 caballos corriendo por el campo en el amanecer, escena que definió como “mágica”. El equipo de rodaje y producción fue compuesto por colaboradores que aportaron su expertise a la causa de Maldonado.
El largo camino hacia los Juegos
Vivió durante varios años en España, donde aprendió todo sobre el oficio y se rodeó de la gente adecuada para convertirla en una atleta de élite. Buscó clasificar a los Juegos de 2012 pero el altísimo nivel y la falta de apoyo económico se lo impidieron.
Para 2016, cambió de estrategia y se mudó a Portugal donde, bajo la batuta de “uno de los mejores entrenadores de Europa”, Francisco Cancella de Abreu, se enfrenta nuevamente al desafío. “Este era un nuevo reto. Él me entrenaba sólo si venía a Portugal, y cuando uno quiere algo, hace cualquier cosa para conseguirlo”, comentó.
Con más tiempo de preparación y una voluntad inquebrantable, la amazona encaró el desafío. Sin embargo, la lesión de su caballo Zig-zag en enero casi destruye por completo el sueño una vez más. “Después de un año de estar entrenando, quedarte sin nada faltando dos meses para debutar fue realmente muy duro. Este tipo de caballos, para este nivel, tienen que tener un número de requisitos que no es fácil conseguir”, dijo Maldonado.
A pesar de todo, y luego de dos meses de búsqueda, una amiga le cedió a Da Vinci, con quien entrena de forma “súper intensa” una vez al día y en doble horario a partir de la próxima semana.
Domando a Da Vinci
El dressage o adiestramiento, la disciplina en la que compite, consiste en una demostración de habilidad, entrenamiento y disciplina de parte del binomio formado por jinete o amazona y caballo. El objetivo es cumplir de la mejor manera con una serie de figuras y trucos preestablecidos por el jurado. Maldonado compite en el grado 4, el más alto y complejo.
Indicó que algunas de las pruebas que tiene que cumplir son: piruetas al paso, apoyos al trote y galope, cambios de pie, entre otros. Esta prueba es llamada San Jorge y para la atleta es “sumamente exigente”.
“Mucha gente piensa que montar a caballo y hacer eso es muy fácil pero es uno de los deportes más difíciles del mundo porque trabajas con un animal. A veces, hacés pruebas y el caballo se pone tenso cuando entra al estadio, se asusta u otras cosas imprevisibles”, contó.
Acerca del comportamiento de Da Vinci dijo que aún no saben cómo será en la pista pero señaló que suele ponerse nervioso cuando llega a un lugar nuevo. Para que se sienta cómodo, llegarán varios días antes al lugar de la prueba para que se acostumbre al ambiente.
Sobre sus rivales, Maldonado señaló que una atleta de Hong Kong y ella son las únicas que tienen discapacidades visibles en la categoría. Consideró como “algo injusto” el tener que enfrentarse a una rival con artrosis en una mano ya que “influye mucho” en el posible resultado.
“En el caso de la chica de Hong Kong como en el mío, hay ejercicios que son muy complejos en los que hay que reunir y acortar, los tenés que tener muy entrenados porque son segundos y, a lo que vamos atadas de las riendas, es un poco difícil de llevarlo a cabo”, comentó.
65.000 euros para volar
A un mes de la competencia, Alfonsina Maldonado necesita 65.000 euros para poder ir a las etapas clasificatorias para los Juegos Paralímpicos. Según dijo, con ese dinero se pagarían los viajes, los viáticos del entrenador, el hospedaje y la comida. Maldonado contó que “es desgastante estar todo el tiempo pidiendo” dinero para competir, en lugar de poder centrar la mente sólo en el entrenamiento.
“Creo que nuestro gobierno esto lo tendría que tener más resuelto, que apoyen desde un principio y no esperen a último momento”, dijo la atleta en referencia a lo que sufren los deportistas por la incertidumbre de saber si viajan o no.
Dijo que no ha recibido apoyo económico del gobierno y que no debería ser el atleta quien deba estar detrás de esas gestiones. “Creo que he demostrado que quiero representar al país y que no dejo de luchar por representarlo”, indicó Maldonado.
Para colaborar con la campaña de Alfonsina Maldonado, se puede donar en las siguientes cuentas: BROU, 201-152004 (Caja de ahorro) Jeny Alfonsina Maldonado; y ABITAB, 42847 Alfonsina Maldonado. Además, a través del sitio personal de la deportista se puede donar a través de PayPal.
