Las claves del escándalo de corrupción en la FIFA

La acusación del Departamento de Justicia consta de 47 cargos contra 14 dirigentes y empresarios por crimen organizado, fraude electrónico y lavado de dinero, entre otras ofensas, según el documento difundido por ese organismo. Figueredo podría enfrentar hasta 30 años de cárcel.

Actualizado: 27 de mayo de 2015 —  Por: Redacción 180

Las claves del escándalo de corrupción en la FIFA

Diego URDANETA / AFP

Eugenio Figueredo y ocho dirigentes de FIFA más, además de cuatro ejecutivos de empresas de comunicación y marketing y un supuesto intermediario en operaciones ilícitas entre ambos son los acusados por la Justicia estadounidense.

Según el informe del Departamento de Justicia de Estados Unidos, las actividades ilícitas vienen teniendo lugar desde 1991. Desde entonces, “los acusados fomentaron una cultura de corrupción y codicia que creó un escenario desigual para el deporte más grande del mundo”, de acuerdo al director del FBI, James Comey.

Son acusados de pedir y recibir más de 150 millones de dólares en sobornos a cambio de apoyo a empresarios del deporte por la comercialización de derechos de transmisión de torneos entre los que están: la Copa América, la Copa América Centenario, la Copa Libertadores, las eliminatorias de Concacaf, la Copa de Oro, la Liga de Campeones de la Concacaf y la Copa de Brasil.

Además, el documento indica que existen acusaciones de soborno en relación a la elección de la indumentaria de la Confederación Brasileña de Fútbol “por una importante marca deportiva de Estados Unidos” (Nike), además de la elección del anfitrión de la Copa del Mundo de 2010 y la elección presidencial de la FIFA de 2011.

Los acusados

El Departamento de Justicia separa los acusados en tres categorías: dirigentes de fútbol que actúan en calidad fiduciaria dentro de la FIFA y una o más organizaciones constituyentes, ejecutivos de empresas de marketing y comunicación deportiva, y empresarios, banqueros e intermediarios de confianza que lavaron pagos ilícitos.

Nueve de los acusados son dirigentes de la cúpula de la FIFA y sus organizaciones dependientes. Cuatro son ejecutivos de empresas de comunicación y marketing: Alejandro Burzaco, controlador principal de Torneos y Competencias S.A., Aaron Davidson, presidente de Traffic Sports USA Inc., y Hugo y Mariano Jinkis, controladores de Full Play Group S.A.

También, se apunta a alguien que estaba en el negocio de la transmisión de eventos deportivos pero supuestamente actuó de intermediario para facilitar pagos ilícitos entre dirigentes y ejecutivos: Jose Margulies, director de Valente Corp y Somerton Ltd.

Los “soplones”

Se declararon culpables “bajo sello” -es decir, sin que se hiciera pública su declaración hasta ahora-, Charles Blazer, los hermanos Daryll y Daryan Warner, José Hawilla, y las empresas Traffic Sports USA Inc. y Traffic Sports International Inc, según el informe del Departamento de Justicia.

El testimonio más importante fue el de Charles Blazer, antiguo secretario general de la Concacaf y ex representante de la FIFA en el Comité ejecutivo. En noviembre de 2013, se declaró culpable de diez cargos de conspiración en crimen organizado, fraude electrónico, lavado de dinero, evasión fiscal y de no enviar un reporte FBAR de cuentas financieras y bancos extranjeros. Tuvo que resarcir al Estado con 1.900.000 dólares y acordó pagar una segunda cantidad que será determinada en el momento de su sentencia.

El primero en confesar, en julio de 2013, fue Daryll Warner, hijo del acusado Jack Warner (exvicepresidente de la FIFA) y antiguo oficial de desarrollo de la FIFA. Reconoció su culpabilidad en los cargos de fraude electrónico y por el armado de una red de cuentas para fragmentar y ocultar operaciones ilícitas.

En octubre de 2013, su hermano mayor, Daryan Warner, asumió los mismos cargos que su hermano además de lavado de dinero. Tuvo que resarcir al Estado por 1.100.000 dólares y arregló un nuevo pago, al igual que Blazer.

Por otra parte, José Hawilla, dueño de Traffic Group -conglomerado deportivo de marketing brasileño-, se declaró culpable de los cargos de crimen organizado, fraude electrónico, lavado de dinero y obstrucción de la justicia. Acordó entregar 151 millones de dólares, de los cuales ya aportó 25 millones.

Además, las empresas Traffic Sports USA Inc. y Traffic Sports International Inc. se declararon culpables de fraude electrónico.

El futuro de la acusación

La acusación emitida hoy fue asignada al juez de Corte Raymond J. Dearie, del Distrito Este de Nueva York.

Se informó que los individuos acusados enfrentan una pena máxima de 20 años de cárcel. Sin embargo, al expresidente de la AUF, Eugenio Figueredo, le podría corresponder una pena adicional de 10 años de cárcel por un cargo de fraude de nacionalización, y se le podría revocar la ciudadanía estadounidense.

Además, enfrenta un máximo de cinco años de cárcel por cada cargo referente a impuestos.

Por su parte, Charles Blazer enfrenta un máximo de diez años de cárcel por la situación con el FBAR y cinco por evasión fiscal. Los hermanos Warner tendrían un máximo de diez años de cárcel por el armado de una red de cuentas para fragmentar y ocultar operaciones ilícitas. Además, deberán hacerse cargo de una multa y resarcimiento obligatorio.

Las compañías de Traffic Sports deberán pagar una multa de 500.000 dólares y estarán un año en período de prueba. 

Ver comunicado del Departamento de Justicia de Estados Unidos. 

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