Un bostezo

Juventud y Nacional empataron 0 a 0 en un partido de bajo nivel en el que el Tricolor estuvo más cerca. Cristian Tabó fue el mejor de la cancha.

Actualizado: 30 de mayo de 2015 —  Por: Diego Muñoz

Un bostezo

Javier Calvelo /adhocFotos

Fue un flojo partido. De esos que uno olvida ni bien empieza el retorno a casa. Uno tiene la cabeza en la final, proyecta ese partido que le puede dar el título. El otro estuvo atado, haciendo cuentas a medida que avanzaba el partido. Imposible que saliera atractivo.

Con poco, Nacional estuvo más cerca de ganarlo. Hizo los méritos suficientes pero encontró una defensa sólida y un Fabián Carini en alto nivel. Fue figura Tabó que jugó liberado por los extremos, hostigó como siempre Iván Alonso, metió algunas buenas pelotas Gonzalo Porras. Eso alcanzó para ser superior al rival.

Juventud jugó menos de lo que puede. Sobre todo en ofensiva. Errático Gastón Puerari a la hora de definir, ausente Cristian Palacios, quedó demasiado cortó de mitad de cancha hacia arriba.

Gutiérrez salió a la cancha con un equipo diseñado para jugar este partido y con el objetivo de ver cómo rendían Guillermo De Los Santos y Gonzalo Ramos. Es que ahí tendrá que buscar las variantes para la final porque Carlos Valdes fue confirmado en la lista de Colombia para la Copa América y Gastón Pereiro juega el Mundial sub 20 con Uruguay. El zaguero jugó bien, el enganche mostró poco.

La vuelta de Diego Arismendi al medio de la cancha para jugar con Gonzalo Porras dejó claro que el entrenador piensa en ellos para la final.

El primer tiempo fue un suplicio. Jugado a ritmo de entrenamiento, sin intensidad, con mínimos roces, fue un oasis la corrida de Tabó que terminó con un tiro cruzado que Carini sacó al córner.

El buen rendimiento de Tabó contrastó con el irreconocible Gonzalo Bueno. Ni rastros quedan del jugador veloz, ágil, participativo.

Sobre los 30 minutos Giordano modificó la estructura, soltó a Rodrigo Viega, y Juventud levantó el nivel. Los últimos 15 del primer tiempo fue el mejor momento del equipo en el partido.

La segunda parte fue toda de Nacional. Arriesgado como pocas veces, Gutiérrez lanzó al equipo. El Tricolor colonizó el área adversaria e insistió con desbordar por los extremos. Lo intentó por arriba y por abajo, con Tabó y Alonso, con Taborda en los últimos minutos. Pero Carini se interpuso ante cada intento de convertir.

Giordano hizo cuentas y concluyó que le venía bárbaro el punto. Y tomó recaudos. Armó una línea defensiva alta y sólida y retrasó el mediocampo para asegurar el empate.

Al final de la tarde cada uno en lo suyo. Uno con la cabeza en la final, otro en la Sudamericana y la gente pensando en otra cosa.