Una Argentina abrumadora, un Paraguay sometido, una goleada categórica. La albiceleste llegó a la final de la Copa con un 6 a 1 inapelable, en el que hubo música de solistas y de conjunto.
La tensión competitiva de Argentina solo aflojó en el final del primer tiempo y Paraguay lo aprovechó para ponerse a un gol. Pero con la lección aprendida del debut en el torneo, en el segundo tiempo no se permitió ni un instante de descanso. Asfixió a su rival con una presión alta de temer, lo hostigó ante cada intento de salida prolija y lo demolió con la técnica en velocidad de sus mejores hombres. Di María, Messi, Pastore, Agüero, hicieron trisas una defensa que, hasta ahora, se había mostrado sólida.
Faltaban cuatro minutos, Argentina ganaba 6 a 1 y dos o tres futbolistas albicelestes iban sobre el rival que tenía la pelota. Así de decidido, de concentrado, de comprometido con su idea se mostró el equipo de Martino.
En 20 minutos llegaron los dos primeros goles. El que abrió el marcador fue con pelota quieta definida por Rojo y el segundo lo hizo Pastore tras recibir de Messi en un ataque con movimientos sincronizados a la perfección.
Paraguay debió hacer dos cambios en ofensiva porque se lesionaron Santa Cruz y González. Los de Ramón Díaz padecieron hasta los 35 minutos, cuando pudieron sacar la cabeza y respirar un poco. Con un par de jugadas el equipo se acercó al arco de Romero y luego de un grosero error defensivo del adversario, Lucas Barrios puso el 2 a 1.
Argentina se fue al descanso con algunas preguntas que respondió ni bien empezado el segundo tiempo, cuando Pastore lideró un ataque y cedió en el momento oportuno de manera sensacional para Di María. Luego, el del Manchester United anotó el tercero con tiro cruzado.
Paraguay fue con los ojos cerrados, sin argumentos ni ideas. Los de Martino mantuvieron el alto nivel con la pelota y el apetito voraz por convertir.
Se le negó a Messi pero llegó Di María para el cuarto, un rato después Agüero marcó el quinto tras centro de Di María y sobre el final, tras recuperar la pelota cerca del área rival, Higuaín hizo el sexto.
De menos a más va la Argentina de Messi. Con su estrella mundial todavía sin anotar aunque determinante en el juego y con compañeros de temer. Previo a la final del sábado dieron una demostración intimidante para cualquiera. También para el local.