El 15 de julio, Almagro dijo en una entrevista con la CNN que los problemas migratorios entre Haití y República Dominicana necesitan una solución definitiva. “Eso implica que ambas partes acuerden en variables fundamentales para atender el tema de la migración. Es una isla y, generalmente, cuando es una isla no hay dos países, hay uno solo aunque sea grande como Australia. Esto es una isla pequeña con dos países, con realidades sociales muy diferentes, con realidades económicas muy diferentes, con realidades políticas muy diferentes”, sostuvo.
El gobierno dominicano rechazó oficialmente estas expresiones y lo llamó “ignorante”. También lo acusó de no tener “equilibrio”.
Las declaraciones del uruguayo fueron en el marco de la visita de una comisión técnica de la OEA a ambos países para analizar la situación migratoria. Ese informe se presentó este miércoles 29 de julio y fue leído por Almagro en la sesión del organismo.
La comisión reconoció que a raíz de esta situación “existen personas en riesgo de no contar con ninguna nacionalidad reconocida” y pidió “establecer mecanismos de resolución de disputas en las temáticas migratorias en el corto, mediano y largo plazo”.
“Existen avances en la identificación de personas en ambos lados de la frontera que deben profundizarse y ampliarse con un sentido de inclusión. A pesar de la buena disposición, las directrices de las autoridades nacionales no se aplican de la misma manera a nivel local y se retrasan por razones técnicas o administrativas”, agregó.
También se expresó que hay “desplazamientos de poblaciones que sobreviven en condiciones precarias” y que “existen diferentes cifras sobre el número de personas que han cruzado la frontera, sin embargo es difícil confirmar estas cifras en este momento”.
Hoy, ambos países caribeños rompieron el diálogo. Los haitianos acusaron al gobierno dominicano de realizar arrestos y deportaciones a personas documentadas. El primer ministro haitiano, Evans Paul, dijo que el plan de retorno de 30.000 haitianos es una “treta” y sus expresiones fueron desmentidas por las autoridades dominicanas, que aseguran que hubo un abandono “voluntario y pacífico” de estas personas.
La comisión que elaboró el informe recomendó que ambos países retomen el diálogo y que éste sea “facilitado” por la OEA. También pidió que se establezca “un mecanismo de entendimiento, en el marco de los estándares internacionales, que permita el traslado de personas entre ambos países”.
Almagro terminó la presentación y el primero en pedir la palabra fue República Dominicana. Lo hizo su embajador ante la OEA, Pedro Vergés, que en un minuto adelantó que su país respondería luego. “El gobierno dominicano procederá a estudiar el informe a fondo, tanto las observaciones y las recomendaciones, tanto sobre unas y otras se pronunciará en el futuro inmediato”, afirmó.
La respuesta de Haití fue más extensa y mostró apoyo explícito al informe que presentó Almagro. “El gobierno acepta y recibe el informe. Haití acoge con interés el liderazgo del secretario general de la organización y su determinación para actuar de conformidad a las disposiciones de los artículos dos y 110 de la carta de la OEA, específicamente, aquellas relativas a prevenir las posibles causas de dificultades y asegurar la solución pacífica de las controversias que surjan entre los estados miembros”, dijo el embajador haitiano ante la OEA, Bocchit Edmond.
“Haití se congratula de las recomendaciones que enfatizan el diálogo y este siempre fue el deseo más costoso para el presidente y su gobierno”, agregó.
Dominicanos rechazaron mediación de OEA
El gobierno dominicano rechazó las recomendaciones del informe algunas horas después en conferencia de prensa.
“No existe correspondencia entre el contenido descriptivo del informe y sus recomendaciones. La parte descriptiva es una clara demostración de que las acusaciones vertidas durante las últimas semanas contra Dominicana son falsas e infundadas. En específico las referidas a una crisis humanitaria y violaciones a derechos humanos. Las conclusiones y recomendaciones partes de premisas no sustentadas por el propio informe”, dijo el canciller dominicano Andrés Navarro.
Los dominicanos ratificaron su rechazo a la mediación de la OEA, tal como lo plantearon cuando Almagro realizó sus declaraciones.
“La República Dominicana no ha solicitado ni requiere la intermediación de la secretaría general de la OEA por entender que no existe un conflicto entre ambos países que amerite tal cosa. La política migratoria dominicana y sus mecanismos de aplicación son de exclusiva competencia de nuestro Estado y no es objeto de negociaciones”, agregó Navarro.
