El miércoles por la noche, cuando se juegue la final de la Libertadores en el Monumental de Núñez, habrá siete uruguayos en cancha. Además de Camilo Mayada y Carlos Sánchez, titulares en River, y Egidio Arévalo Ríos, en Tigres, estarán Ubriaco, Mauricio Espinoza, Nicolás Tarán y Andrés Cunha.
Ubriaco vuelve a arbitrar luego de un tiempo sin actividad. Es que tras perder la prueba física de la Conmebol no pudo estar en Chile. Su lugar lo ocupó Cunha.
“Fue un mal momento, pero bajaron las aguas y acá estamos después de un trago amargo”, expresó Ubriaco en el programa Y te digo más de Radio Nacional. “Más que una revancha es una nueva oportunidad”, agregó.
La última semana de julio, el juez recibió una citación de la Comisión de Arbitraje de Conmebol para que se presentara a dar una nueva prueba. Esta vez la superó y fue designado para la final del miércoles.
“Hay que tomar buenas decisiones y disfrutarlo porque estar ahí es un placer y un orgullo”, dijo Ubriaco.
“Siento reconocimiento a nivel internacional y también a nivel local. Es un orgullo ese tipo de reconocimiento. Tengo que agradecerle a Carlos Alarcón (presidente de la Comisión de Arbitraje) que siempre me apoyó. Y también a mis amigos, al departamento físico, médico, quiero compartir con ellos estas buenas porque solo no se consigue nada”, manifestó Ubriaco.
Para el juez, lo que pasó quedó atrás. “La vida es así. Hay que caerse y levantarse. No hay mucha chance. A veces las cosas no salen como uno piensa y tiene que salir adelante. La única forma de seguir es no entregándose”, dijo y admitió que cuando perdió la prueba evaluó la posibilidad de no arbitrar más. “Por ahí se te pasa por la cabeza, te angustiás un poco. Pero hay cosas peores”, comentó.
El árbitro contó que vio pocos partidos de la Copa América. “Los partidos de Uruguay los miré, porque soy hincha. Y después vi a la terna uruguaya en Brasil-Paraguay, fue el único partido que vi de ellos, y la verdad es que anduvieron bárbaro. Me alegré por ellos, porque Andrés no tenía nada que ver con lo que me pasó, y porque dejaron bien parado al arbitraje uruguayo”.
El día previo al viaje a Buenos Aires para arbitrar la final comenzó temprano. “A las 7:30 de la mañana estaba entrenando para después trabajar. A veces el entrenamiento es a las ocho de la noche, depende de cómo te quede el día”, declaró en Y te digo más.
El martes, cuando los cuatro coincidan en el hotel, prepararan el partido. “No hablamos por razones de trabajo y tiempo. Lo vamos a hacer porque lleguemos porque además en este caso tenemos tiempo de sobra”, dijo Ubriaco.
Para el juez lo que sucedió en la Conmebol no genera mayor escepticismo del que había antes: “Siempre estamos en la lupa. Esta profesión es así. Independiente de lo que pase si se quiere vas a ser usado como excusa. Es más fácil decir “perdí porque me cobraron mal un penal” que reconocer que se equivocaron en los cambios, que tácticamente no respondieron o que contrataron mal al principio. Eso nunca lo escuché”.
