Boomerang quiere “un trance” con su gente en La Trastienda

Engañamundos fue un punto de quiebre para Boomerang. Así lo ve Gonzalo Zipitría, su vocalista y principal compositor. Este sábado 29 la banda presenta su disco en La Trastienda. Zipitría contó cómo trabajaron para este material y qué esperan de un show que han preparado como nunca.

Actualizado: 27 de agosto de 2015 —  Por: Mauricio Erramuspe

180: ¿Cómo fue el proceso de Engañamundos?

Gonzalo Zipitría: Cuando empezamos estábamos viendo con qué productor trabajar y no teníamos mucha idea de para dónde disparar. No sabíamos bien qué hacer. Veníamos de un disco en vivo que se llama “Un, dos, tres, va!” para el que habíamos compuesto cuatro canciones. Pero no teníamos tecladista. Se incorpora Bruno (Tortorella), que es el tecladista nuevo, y Luis (Angelero) que es el guitarrista (que ocupan los lugares de Álvaro -Sánchez- y Sanjo -Martín Sanjines-). Ellos eran miembros fundamentales porque los teclados ocupan un lugar muy importante en Boomerang y Sanjo había sido el fundador conmigo. Los cambios fueron bastante grandes.

Para “Un, dos, tres, va!” los temas que compusimos los hicimos sin teclados. Entonces era una cosa muy rockera. A la hora de tener ese disco encima y decir qué hacíamos, fue un momento de quiebre para la banda. De lo que estábamos seguros era de que no queríamos volver a hacer lo mismo.

Ese aire renovado con gente nueva también trajo aparejados bastantes cambios. Luis, que fue el guitarrista que entró y es el que está conmigo como compositor, tiene una banda de electrohouse. Entonces, trajo algo nuevo a la banda, música más bailable a una cosa que era más rock clásico y esa fusión hizo que tomáramos para otro lado. No digo que sea el único factor pero contribuyó mucho. Bruno, también.

180: ¿Eso es lo que hizo que el disco tenga un aire más pop?

GZ: No, fue una decisión. Romper con lo que veníamos haciendo. Buscamos productor y no encontramos ninguno acá que nos copara mucho. Nuestro sonidista nos sugirió hablar con Gustavo Iglesias, de los Babasónicos. En Complicado, nuestro segundo disco, él ya nos había hecho un remix. Hablamos con él y tuvimos buena química. Le pasamos unas canciones y nos dijo que estábamos en el horno porque no teníamos nada, las ideas eran una mierda. Ahí nos dijo de laburar pero que si esperábamos a componer se iba a ir un año. Nos propuso meternos al estudio de una. Entrar, empezar a componer y sacar todo ahí. Nos vino un miedo enorme.

A él le encantó la premisa que teníamos de dinamitar todo lo que habíamos hecho antes para hacer algo totalmente nuevo pero sin perder lo que somos como banda de rock. Nosotros teníamos idea de hacer algo más electrónico, que no hubiera tanto instrumento clásico u ortodoxo. Él dijo que tenía que ser un disco más bisagra, que el cambio no tenía que ser tan abrupto.

Fuimos por ese lado y creo que lo hicimos bastante bien.

180: Más allá de la conformidad con el resultado supongo que el proceso debe haber sido muy complicado al no tener una partitura que seguir, por decirlo de alguna manera.

GZ: Sí, para mí fue una tortura (risas). Trabajamos mucho con Luis, en casa, en una habitación armamos como una especie de base de operaciones. Le dimos muchas vueltas al asunto. Estuvimos un año ensayando, transformando las canciones, grabando... Realmente fue un proceso muy arduo que no creo que volvamos a hacer. Es para cuando se tiene un estudio propio y te podés dedicar a jugar.

180: ¿Esa renovación es una necesidad también por el lado de las dificultades del mercado uruguayo?

GZ: Sí, pero también como una necesidad personal. Nosotros tratamos de reinventarnos para satisfacer nuestras necesidades como músicos, uno tiene que ir cambiando y acompañando el tiempo. Creemos en el cambio. Nos asusta cuando alguien no cambia.

Si bien me encantan ACDC, Los Ramones y Los Rolling Stones, nosotros somos más de ir aparejados con una obra como la de David Bowie o los Beatles donde cada disco es una historia diferente y un mundo diferente. Eso hace que te sorprenda, para bien o para mal. Hay un riesgo y nosotros jugamos con ese riesgo.

Eso es bueno en el rock uruguayo porque acá es difícil encontrar cosas que tengan cierto grado de riesgo y nos gusta jugar eso. Lo hicimos desde el primer disco sin importar lo que diga la gente o lo que pueda pasar.

180: ¿Qué ha pasado con Engañamundos en la calle? Temas como “Piden pista” han sonado mucho en la radio...

GZ: Lo vemos muy bien. Más que nada en Buenos Aires, en Argentina, donde hemos ido un montón, nos está abriendo muchas puertas que antes no pasaba. Algo que no podemos controlar y que nos parece fantástico es que estemos en los primeros puestos en las radios. Estamos bastante sorprendidos.

No te va gustar nos invitó a tocar en Rosario y a Emiliano Brancciari le copó el disco. A mucha gente de allá de Argentina le gusta la banda y eso pasa solo de escuchar la música, no hay otra cosa en el medio que haga que pase, ni plata ni nada.

Para nosotros esto no es un hobby, la mayor parte del tiempo estamos haciendo música, estamos abocados a Boomerang. Toda la plata que se gana se reinvierte en la banda. No hay un interés personal por sobre el de la banda. Eso es muy importante y contribuye a que se vea reflejado en la banda. Eso es muy importante porque hace que el sello se cope, que la gente lo vea y se cope, que las bandas que laburan bien te vean laburando bien y se copen. Es un ida y vuelta constante.

180: ¿Cómo están trabajando para el show en La Trastienda?

GZ: Estamos poniendo todo. Queremos llevar el show de Boomerang un poco más allá, reflejar lo que hicimos en el disco. Estamos trabajando una puesta en escena con proyecciones, con luces, con un guión. Nunca usamos proyecciones y esta vez están guionadas con la música. Queremos llevar el show a una experiencia más allá de una lista de canciones. Queremos que sea un trance con el público.

180: ¿Cómo ves la escena musical uruguaya?

GZ: Sin apuntar a nadie en especial, como opinión de alguien que toca hace 15 años, creo que hay mucho talento, muchas bandas con buen nivel y buenos discos, y eso va mejorando cada vez más, pero creo que el circuito se agota en sí mismo. Hay muy pocos lugares para tocar, mucha gente tocando, las dificultades son cada vez más grandes y ridículas por parte de la Intendencia y de los gestores culturales. Y en los pocos festivales que hay, siempre tocan los mismos desde hace 15 años. Nosotros desde el estallido del rock que nos permitió girar por el interior, no hemos tocado en ningún otro festival pese a haber sacado discos. También les pasa a colegas y bandas nuevas. Creo que no hay un empuje a nuevos proyectos para que se renueve lo que pasa. Si bien existe la renovación, no está contemplada. Tendría que haber más de eso para que creciera el panorama y fuera más rico.

Boomerang presenta Engañamundos

La Trastienda

Sábado 29 de agosto, a las 21 horas.