Por primera vez en la historia de la democracia argentina, se realizó el domingo un debate presidencial con los principales candidatos a las elecciones del 25 de octubre.
Visiblemente nerviosos al principio, participaron de la convocatoria de dos horas el alcalde de Buenos Aires, el conservador Mauricio Macri, el exoficialista Sergio Massa, el peronista opositor Adolfo Rodríguez Saá, la progresista Margarita Stolbizer (centroizquierda) y el izquierdista Nicolás del Caño.
"Hoy lo que ha hecho Scioli ha sido una burla. Su silencio es una burla a la sociedad y lo que pido es que el tiempo que me queda sea en silencio", lanzó Massa cuando se le ofreció usar los 30 segundos que correspondían al político ausente.
Cada uno de los candidatos a su turno criticó al candidato oficialista calificándolo de "fantasma", como Stolbizer, y coincidieron en considerar su plantón como "una falta de respeto a la ciudadanía".
Los aspirantes a suceder a la presidenta Cristina Fernández, en el poder desde 2007 y reelecta en 2011, fueron consultados sobre desarrollo económico y humano, educación e infancia, seguridad y derechos humanos, y fortalecimiento democrático.
Con un montaje similar a los debates de las campañas en Estados Unidos, el encuentro se gestó como una iniciativa plural, multisectorial y no partidaria, según indicó la ONG Argentina Debate.
El cruce de propuestas en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires se convirtió en el tema más comentado en la red social Twitter, y fue transmitido en vivo por los portales de los principales diarios del país, La Nación y Clarín, así como por televisoras privadas. Sin embargo, la televisión pública no interrumpió su programación del torneo de fútbol local.
Pocas horas antes de este encuentro, Scioli dijo que "los debates toman muchas veces un tono de agresión y no corresponde eso con el espíritu de lo que espera la gente", justificó en declaraciones al canal América TV.
El domingo un nuevo sondeo mantuvo a Scioli como el favorito (38,6%) y con posibilidades de ganar en primera vuelta, al superar por más de 10 puntos al segundo, Mauricio Macri (27,6%), según la consultora Management & Fit. Sergio Massa, del Frente Renovador, tiene una intención de voto del 21,5%.
Corrupción, pobreza cero, economía difusa
Los candidatos mantuvieron un tono de respeto aún en los momentos que se echaron en cara casos de corrupción, como Massa a Macri, golpeado por el escándalo que envuelve a su correligionario de partido el famoso comentarista de fútbol de las señales deportivas FoxSport y Torneos, Fernando Niembro por supuesto lavado de dinero.
"La corrupción mancha la democracia. Se necesita un 'Nunca Más' de la corrupción", espetó Massa al alcalde de Buenos Aires, en referencia al nombre con que se conoce el informe final de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas durante la última dictadura (1976-83).
Al hablar sobre desarrollo humano y económico, Macri, empresario millonario de 56 años, dijo que su "primer compromiso es lograr una Argentina con pobreza cero, y la solución estructural es generar empleo".
La única mujer entre los candidatos, Stolbizer indicó que "para los progresistas el desarrollo es progreso e igualdad: mismas condiciones de acceso a los servicios para que todos puedan vivir con dignidad".
Del Caño, el representante de la izquierda trotskista aseguró que cualquiera de sus rivales aplicará "un ajuste que pagarán los trabajadores" y prometió un "salario mínimo que tiene que ser igual a la canasta familar".
Adolfo Rodríguez Saa, peronista opositor al gobierno, dijo que para "transformar a los 12 millones de pobres en ciudadanos dignos", pondrá la agricultura y la ganadería en primer lugar de los sectores productivos. Sergio Massa aseguró más créditos para comprar viviendas y bajar impuestos que afectan sobre todo a la clase media.
Una vez concluido el debate, los canales que lo transmitieron se felicitaban por el alto rating logrado, el tema seguía como favorito en las redes sociales y los analistas se preguntaban cuánto afectará a la candidatura de Scioli la foto del atril vacío esta noche.
En 20 días los argentinos decidirán por un nuevo presidente tras 12 años de un proyecto de centroizquierda que empezó el fallecido Néstor Kirchner en 2003 y continuó su esposa en 2007.
(AFP)
