Con base en un informe de Gabriel Farías, de No toquen nada.
En 13 años en Uruguay la venta de productos ultraprocesados creció 146%. El promedio de América latina es de 48 %. Esa es una de las conclusiones del estudio Alimentos y bebidas ultraprocesados en América Latina de la Organización mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
En el Congreso Iberoamericano de Nutrición en Montevideo se presentó el informe de la OPS y Fabio Da Silva Gomez vino a brindar su conferencia “Publicidad de alimentos y estrategias mercadológicas”. Da Silva es licenciado en nutrición, máster en estudios de población e investigación social y doctor en salud pública. Desde abril es el presidente de la Asociación Mundial de Salud Pública y Nutrición.
Para Da Silva la publicidad de los productos ultraprocesados debe ser regulada con la misma fuerza que el tabaco.
“Una de las cosas que se argumenta mucho es que alimentos no son comparables a tabaco, pero no estamos hablando de alimentos, esas cosas no son alimentos. Son productos superfluos comestibles, no necesitamos de ellos, los necesitamos tanto como necesitamos al tabaco. Entonces, es fundamental que su definición y cómo reconocemos a esos productos esté cristalizado en la sociedad, porque en cuanto los reconocemos como alimentos y como esenciales no vamos a avanzar”, dijo a No toquen nada Da Silva.
El informe de la OPS señala que “las campañas de publicidad y mercadotecnia pueden explotar las creencias irracionales, los deseos y las ilusiones que socavan las decisiones racionales y el autocontrol”.
El brasileño Da Silva explicó que esta estrategia es de sustitución de alimentos saludables y la intervención de ellos en el diseño de los envases. “Hay productos que presentan frutas o vegetales en sus paquetes, pero cuando vas a buscar en los ingredientes no hay ninguna”, añadió.
“Eso es muy utilizado en yogurts y varios otros productos que llevan una impresión por el envase y rotulado, una idea que es engañosa sobre el real contenido del producto. Es engañar al consumidor y es ilegal. Entonces tenemos que mejorar la legislación para que claramente se identifique a los productos; y los ingredientes que no tiene en cantidades representativas no pueden estar en el rotulado”, desarrolló Da Silva.
El experto en nutrición insistió en que es fundamental que exista una regulación que quite los elementos persuasivos de los envases de los productos ultraprocesados, que llevan al engaño a los consumidores; propuesta que está siendo debatida en Brasil.
Además, Da Silva indicó que una de las formas de limitar el consumo de los productos ultraprocesados es mejorar la información que tiene el consumidor al momento de la compra.
Según la OPS los alimentos se dividen en:
1- Alimentos sin procesar o mínimamente procesados: vegetales, frutas, carnes, también congelados (no se le agrega sustancia nueva).
2- Ingredientes culinarios: grasas, aceites, sal, azúcares.
3- Procesados: (que sea procesado no significa que sea nocivo) se elabora al agregar el 2 al 1: panes y quesos sencillos, frutas en conserva.
4- Los ultraprocesados: formulaciones industriales con pocos alimentos enteros o ninguno. La gran mayoría de los ingredientes de los ultra son aditivos (edulcorantes, colorantes, saborizantes). Snacks salados o dulces, helados, galletitas, barras energizantes, bebidas azucaradas a base de leche incluido el yogur para beber de fruta, pizzas, hamburguesas, nuggets, sopas preparadas.
